viernes, 5 de junio de 2015

5 junio: PRIMER VIERNES

El dolor del Corazón
          Amor con amor se paga. Amor con dolor se amasa. Amistad con sacrificio. La vida de Jesús en nuestra tierra no fue un paseo triunfal. Ni al nacer, ni en Egipto, ni en su vida pública. Su Pasión es el mayor dolor. O mayor aún, la traición de un amigo, que se pierde porque no fue capaz de amar.
          La vida de Jesús se desarrolla en incomprensiones, en persecuciones que le amenazan de muerte con frecuencia; en el desconocimiento de sus mismos apóstoles. En la negación de un íntimo.
          Tendemos a lo fácil, lo gozoso, lo que no cuesta sacrificio. Por ahí no convergemos con Jesús.
          Por eso te pedimos que traspases a nuestro corazón un amor semejante al de tu Corazón.

RAFAEL, “MEDICINA DE DIOS”
          El nombre de “Rafael” significa medicina de Dios. Y Rafael ha venido a estar en la vida de Tobit y su familia como elemento de sanación. Ayer lo veíamos en esa solución del matrimonio de Tobías y Sara. Hoy (11, 5-17) lo encontramos enseñando a Tobías lo que tiene que hacer con la hiel del pez que ha pescado: frotar los ojos de su padre. Y en efecto, cuando lo hace, se desprenden unas escamas o telillas de los ojos de Tobit, que empieza a ver de nuevo. Una alegría y un agradecimiento a Dios se sigue de todo ello. Si antes había sido el dolor lo que visitaba aquella casa, ahora es la alegría y la mano visible de Dios lo que alegra aquellos corazones.
          En Mc 12, 35-37 es Jesús mismo quien aborda ahora a los doctores y senadores con una pregunta que no saben responder. Si David afirma: Dijo el Señor a mi Señor, ¿cómo dicen los letrados que el Mesías es hijo de David? Si lo llama “señor”, ¿cómo puede ser hijo suyo? La pregunta iba orientada a que descubrieran en Jesús algo más de lo que veían. Ellos no dieron respuesta pero la gente, en su sabiduría popular, disfrutaba escuchándolo.

HOY ES PRIMER VIERNES DE MES
          Si cada día de este mes, si cada día del año debemos buscar al Corazón de Cristo, el PRIMER VIERNES de Junio, Mes del Corazón de Jesús, debe ser un momento muy sentido para acercarnos a ese Corazón, para buscar la manera de adentrarnos en él, y descubrir secretos íntimos que se guardan en ese Corazón, y que la lanza del soldado nos dejó al alcance de nuestra alma al abrir camino hacia las entrañas mismas del Corazón de Jesús. Ahí tenemos esa enciclopedia inagotable del amor de Dios manifestado en Jesús… Ahí podemos descubrir los sentimientos íntimos de Jesucristo. Ahí se nos invita a acercar nuestros labios a su costado en el milagro permanente de la Eucaristía, en la que ya no sólo sabemos sino que gustamos del licor de su amor que fue capaz del gran milagro de transformar aquel momento del Calvario en un manantial que mana siempre y que sigue manando para que podamos experimentar el AMOR DE SU PERSONA hacia cada uno de nosotros, en todas nuestras circunstancias.

          El PRIMER VIERNES es un recordatorio mensual que nos repica solemnemente dentro del alma y nos mueve de forma casi instintiva a adorar el AMOR, y a compartir ese amor de Dios a todos los que tenemos ocasión de hacerlo patente en nuestra respuesta a Jesús que nos hizo mirar a los más pequeños para ser él servido en ellos: Si Dios nos ha amado, nosotros debemos amar a los demás.

2 comentarios:

  1. El Primer Viernes de cada mes es un día privilegiado para acercarnos a Jesús para acompañarlo en su soledad y en su amargura: El Corazón de Jesús sufre atrozmente cuando la Hostia de Jesús es profanada... Muy a menudo recibe salivazos, burlas soeces, blasfemias, bofetadas, puñaladas, dadas por manos sucias y puñales manchados de sangre...Muchas personas se acercan a recibirle sin estar debidamente preparadas y sin saber a Quién van a recibir; son muchos los que comulgan porque otros lo hacen, aunque haga muchos años que no se han confesado...Viven una vida licenciosa, pero se atreven a ir a comulgar...El Corazón rectísimo, justísimo y sensibilísimo de Jesús conoce en toda su abyección y malicia la ofensa, se yergue con un odio infinito y una indignación sin medida contra la ofensa a su Padre y a Él, y se defendería contra ella y la castigaría fulminantemente, secando eternamente aquella persona que lo ha ofendido, si no fuera que en la misma medida que el odio a la ofensa, siente y crece el amor misericordioso al ofensor.

    Y este es el Corazón de Jesús que debemos contemplar para conocerlo bien; el mismo Padre Celestial se asombra y se enternece ante su Hijo que prefiere esperar a que se arrepientan sus enemigos. Prefiere soportar el asco natural del pecado que exigiría el aniquilamiento y el castigo inmediatos.
    No puedo soportar que mi corazón abrigue rencores,odios y envidias, frente al Corazón de Jesús, limpio, lleno de misericordia y paciencia en espera del hijo pródigo arrepentido.El Profeta Isaías, varios siglos antes de que Jesús naciera, ya describió esa falta de prisa para castigar de su Corazón, cuando dijo "¡No
    quebrará la caña cascada ni apagará la mecha que humea!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gonzalo Betancor10:42 a. m.

      Yo diría que como lenguaje de Antiguo Testamento, que traslada a Dios los sentimientos bajos humanos, están "comprensibles" algunas líneas del comentario. Como lenguaje del Corazón de Jesús (y tal como se expresa después) no encaja. Si debemos contemplar a ESTE CORAZÓN DE JESÚS, el verdadero Jesús evangélico y sus sentimientos, hay expresiones que no hacen ningún beneficio al pueblo sencillo y fiel. Y yo no las usaría ni para comentario.

      Eliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!