jueves, 4 de junio de 2015

4 junio: COMIENZA LA NOVENA

Siempre con nosotros
          Jesucristo se las ideó de manera que siempre estuviera con nosotros, cercano, a la mano, dentro, presente. Subió al Cielo para estar más cerca de todos y cada uno. Se quedó en la Eucaristía para meterse dentro de nosotros y que nosotros nos sintiéramos metidos dentro de Él. La prueba más honda de la amistad. Un amigo que siempre está con el amigo. Y que siempre estará con los amigos: Todos los días hasta el fin del mundo.
          Es lo que corresponde a SU CORAZÓN. No hay amor más grande que dar la vida por el amigo, pero hay una ternura más cercana que es no saberse apartar del amigo.
          Corazón de Jesús: atráeme a tu amistad. Que no pueda vivir sin ti. Que esté yo siempre contigo.

HOY comienza LA NOVENA
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS,
en  la Iglesia de los jesuitas de Málaga.
6’45: Exposición, Rosario, Preces, Bendición.
7’30: SANTA MISA, con predicación del
P. Javier García Ruiz de Medina S.I.,
Director Nacional del Apostolado de la Oración.


EL AMOR DE DIOS
          Varias veces se escuchará hoy: Dichosos los que temen al Señor. Si yo leyera el Salmo diría lo que en realidad está expresando la Biblia con esa expresión, constatado a través de un estudio de las Sagradas Escrituras: Dichosos los que aman al Señor.
          Eso irá muy de acuerdo con el Evangelio (Mc 12, 28-34) en el que Jesús repite gozosamente el primer mandamiento: amarás a Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con todo tu ser. Ese es el mandamiento principal, primero y definitivo. Pero porque Jesús quiere ir a la expresión concreta de ese amor, aunque sólo le habían preguntado por el “primer mandamiento”, Él añade el segundo: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que éstos. Lo que expresa que la fe cristiana está hecha de amor y se expresa en el amor. No en el temor. El temor no es lo que inspira dentro de nosotros el Espíritu Santo de Dios.
          La 1ª lectura es el desemboque de la de ayer: dolor, llanto, desgracia en Tobit y, a distancia geográfica, en Sara, hija de Ragüel. Dos situaciones que vienen a confluir en una, llevados de la mano de Rafael, arcángel, enviado de Dios.
          Ragüel se resiste a dar a Sara como esposa a Tobías, sabiendo que han muerto los siete maridos que pretendieron sucesivamente vivir casados con ella. Tobías no acepta ni comer si antes no le dan a Sara para esposa. Interviene Rafael para convencer a Ragüel que todo lo sucedido fue mirando a este momento: no temas dar a tu hija a Tobías están destinados el uno para el otro. Y Ragüel une las manos de ambos y se firma el acta. Cuando aquella noche Tobías y Sara entran en la habitación, los dos se ponen a orar juntos: no se han casado para satisfacer pasiones sino para dar gloria a Dios. Y así quieren vivir felices hasta la vejez.

          La providencia de Dios se ha manifestado a través de aquella historia. Y la pena que antes embargaba a dos familias se resuelve en la felicidad conjunta de una familia común.

1 comentario:

  1. "A Tí, Señor, levanto mi alma, Dios mio, confío en Tí". (Sl 25). El propio Jesús oraba al Padre con estas expresiones de los Salmos que recitaba todos los días, como era habitual entre los hebreos. Cristo las ha hecho suyas hasta la Cruz; Él les ha dado su impronta personal con el apelativo de Padre:" Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu"(Lc 23).
    Jesús y el maestro de la Ley están de acuerdo en una cosa fundamental:Amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo. Pero, poner en práctica estas palabras, no es muy fácil; es un proyecto que ocupa toda la vida. Si somos capaces de amar a Dios y a los hermanos,ya formamos parte del Reino. Si tenemos como norma este doble mandamiento, Jesús nos dirá que no estamos lejos del Reino de Dios. Y, si vivimos este ideal, empezaremos a vivir en la tierra un anticipo general del cielo.

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