martes, 20 de marzo de 2018

20 marzo: Puesto en alto


Liturgia:
                      Un pueblo absolutamente teocéntrico, que no puede imaginar que algo ocurra sin que Dios sea el autor de lo que sucede, interpreta  que si pasan por una región del desierto donde hay víboras, es Dios quien ha enviado las víboras, máxime cuando ellos no  tienen la conciencia tranquila porque han hablado contra Dios y contra Moisés (Num.21,4-9) por las carencias que están encontrando en el desierto.
          Cuando sienten la muerte de muchos como consecuencia de las mordeduras de serpiente, entonces se vienen a pedir clemencia a Moisés, y que Moisés suplique al Señor para que les libre de esa muerte. Ahora, cuando están constatando el dolor en carne propia, es cuando se acuerdan de sentirse castigados y por tanto de que hay que orar a Dios para que aparte la plaga,
          Moisés se presenta ante Dios y Dios, que hablaba con Moisés como de amigo a amigo, le dice que haga una imagen de serpiente (“venenosa”) y que la ponga en un estandarte en alto, y que los mordidos de las serpientes miren a esa imagen elevada y quedarán sanados.
          En efecto Moisés hace esa imagen y los afectados van obteniendo la curación. La imagen es mesiánica porque hace referencia a la cruz, el instrumento que pone a Jesús en alto y quien recurre a la cruz de Cristo a través de los Sacramentos de salvación, va obteniendo la curación de su pecado.

          A ello se refiere Jesús en el evangelio de hoy (Jn.8,21-30) cuando explica a los judíos que cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis quien soy yo. Hay dos sentidos de ese “levantar” o “poner en alto”: uno es la crucifixión, en la que los hombres lanzan hacia arriba a Jesucristo en el tormento más ignominioso que podía darse a un condenado. Y otro es el sentido de exaltación, por el que el conocimiento que tendrán de quién es Jesús, será el que viene en el triunfo definitivo de la Resurrección. En realidad es ahí donde pueden tener conciencia evidente de que Jesús es el Cristo vencedor.
          Mientras tanto surgen las discusiones, los intentos de Jesús por darse a conocer y la resistencia de la gente a creer en él. Que ya he expresado hace unos días que no tiene nada de extraño ni –en principio- de mala fe, esa resistencia porque era muy difícil compaginar al hombre que vive su plenitud humana, con un Hijo de Dios que, por serlo, nunca debería padecer. Es más: Dios hubiera tenido otras formas de hacerse presente y visible, si así lo hubiera decidido, en vez de hacerlo desde la pequeñez de lo humano.
          Pero eso son los misterios de Dios, y se vino a presentar en debilidad, en humanidad plena, que fue lo que provocó ese escándalo cuando Jesús se definió a sí mismo como Hijo del hombre, Hijo de Dios. Y si encima habla de que van a levantarlo en alto, que era una concreción evidente de un ir a la Cruz, mucho más escandaloso resulta para la idea mesiánica que el pueblo tenía.
          Pero es que lo que dificulta y clarifica a la vez es que vosotros sois de aquí abajo y yo soy de allí arriba, vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso ese pueblo va a morir en su rechazo a Cristo porque no puede entenderlo, y su pregunta, mitad deseos de respuesta, mitad de rechazo, es: ¿Quién eres tú?, cuya pregunta Jesús responde que lo saben. Y también: ¿Para qué seguir hablando?
          Esa última pregunta a mí me da siempre escalofrío. Que Jesús pregunte para qué sirve seguir hablándole a un pueblo que no quiere escuchar y que no quiere saber la verdad y menos aún admitirla, me causa un terror que me invade el alma. Porque yo pido al Señor siempre que siga hablando aunque lo que hable me pueda doler; que siga corrigiéndome. Que nunca desespere de mí. Que me zarandee lo que sea necesario, ¡pero que nunca me deje por cosa perdida!
          Y me pongo a mirar al mundo de hoy, y dentro del dolor que me causan los sucesos luctuosos, los desastres naturales, las barbaridades de algunos inhumanos, doy gracias a Dios de que no nos ha dejado por perdidos y que sigue mirando a la tierra y que todavía quiere llamarnos la atención y hacernos ver que somos una pequeña cosa que nos quedamos anonadados ante las causas mayores que suceden a nuestro alrededor. Todo, Señor, por doloroso que nos resulte, pero que levante reacciones en el mundo.
          Y ojalá que este mundo sea capaz de escuchar la voz del Señor y que de una manera o de otra pueda tener respuesta a esa pregunta: ¿Quién eres tú?

2 comentarios:

  1. Nosotros los hombres somos así. Como aquel pueblo del AT. A veces nos podemos preguntar: ¿Todo esto por qué? Y la única respuesta que alguien de fe encuentra es: ¡Porque Dios lo permite!. No se trata de atribuir a Dios algo malo o injusto porque sabemos que Dios nada hace mal. El que cree en Dios sabe que es así.
    De ese modo, el humano atribuye a Dios a veces también lo malo que le sucede, puesto que el cree que Dios todopoderoso no quiere el sufrimiento de nadie. Y entonces no entiende a veces. Mira al cielo y pregunta.
    No den demasiadas vueltas a mi comentario. Puede no tener sentido.

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  2. El problema del mal es un misterio que el hombre no puede entender...La vida cristiana tiene momentos de oscuridad y cruz. Quien no lo acepta,le va a .costar llegar a la casa del Padre. En los momentos de oscuridad sólo podemos orientarnos por las palabras de Jesús: "Quien me ha enviado está a mi lado y no me va a dejar solo". Dios es un MISTERIO. Él no quiere que nos volvamos locos investigándolo lo que quiere es que nos volvamos locos amándolo, como hijos. Para imitar a Jesús, el resumen de la vida de un cristiano, es, "Yo hago lo que a Él le agrada". Como hijos, nos acurrucamos en sus Brazos y tratamos de cumplir su voluntad, siempre...aunque muchas veces nos caemos; pero,¡allí está El para ayudarnos. Creo que somos mejores que nuestros antepasados, porque estamos más informados: lOS Padres de la Iglesia, los Concilios, tantos santos, tantos Sacerdotes que dan su vida para proclamar el Evangelio...Dios nos ama tanto que nos rodea de buenos Pastores para comunicarse "personalmente"con sus hijos.

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