lunes, 18 de diciembre de 2017

18 diciembre: Navidad eres tú

Liturgia:
                      Llegan días –oráculo del Señor- en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. (Jer.23.5-8). Así comienza hoy la 1ª lectura. No se leyó ayer, por ser domingo…, la genealogía de Jesús, sus ascendientes. En esa relación de tanta importancia para un israelita, constaba que José era de la familia de David, y casado con María, de ella nació Cristo, dándole así José –como varón- el entronque con la familia de David: hijo de David. Es lo que hoy recoge esta 1ª lectura: un vástago legítimo de David, reinará como rey. Es anuncio del Mesías, que traerá a la tierra la justicia y el derecho.

          El evangelio (Mt.1,18-24) ya nos baja al momento concreto en que Dios llama a José y lo implica en el hecho mesiánico porque, aunque él no ha tenido parte en la concepción de María –se le avisa que ha sido obra del Espíritu Santo-, él va a ser quien imponga el nombre al Niño que va a nacer de María: tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a Israel de sus pecados El acto de poner nombre era propio del padre de familia. Y Dios quiere que José realice en todo ese papel, siendo el custodio de aquella familia, y el manto que ocultará el misterio a los ojos del mundo.
          José se pliega al Señor y toma a María y la lleva a su casa, formalizando la boda oficial.
          Estamos ya en la recta final hacia la celebración del nacimiento de Jesús.

          Con las palabras del Papa quiero que nosotros también vayamos disponiendo nuestra celebración de la Navidad con unos sentimientos que nos abarquen internamente y nos hagan dar a la Navidad el verdadero sentido que debe tener:

"La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio, para oír la voz del Amor."
Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma.
El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida.
Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida.
La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.
Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor.
La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor.
Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien.
La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti.
El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.
La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos. La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz, aun cuando sufras.
La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.
Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa  de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti.
Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad”.


Me ha parecido mejor dejar la voz al Santo Padre, que –con su gracejo y espontaneidad- nos ha diseñado una actitud para esta Navidad, con imágenes y aplicaciones tan sencillas que puede entenderlas cualquiera. Y traducirlas en realidades que están a la mano y que no necesitan de muchas explicaciones.

1 comentario:

  1. José y María lo han pasado muy mal desde que Ella aceptó la propuesta del ángel Gabriel. Se sintió muy sola e insegura porque no tenía unas explicaciones convincentes y su silencio José debió tomar unas decisiones que ni siquioera habia imaginado. La vida cristiana nos ofrece unos retos que únicamente podemos superar confianto totalmente en Dios, como María y como José.

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