viernes, 7 de abril de 2017

7 abril: Preparando la Pasión

PRIMER VIERNES DE MES
Reunión del Grupo de la
Iglesia del Sagrado Corazón, Málaga,
a las 5’30, y Hora Santa a las 7

Ya queda fuera de la liturgia el antiguo “viernes de Dolores”, que está sustituido por la fiesta de los Dolores de María el 15 de septiembre. Pero habiendo muchas personas que celebran su onomástica en este “viernes”, a todas les felicitamos desde este blog.


Liturgia
          Estamos ante situaciones que presagian abiertamente la Pasión de Jesús. Por situaciones de angustia y dolor y esperanza pasó Jeremías, quien nos describe sus sentimientos ante lo que se le viene encima por la maldad de sus enemigos. (20, 10-13). En breves líneas nos hace una panorámica que nosotros podemos verla concretada en Jesucristo durante su Pasión.
          Oía el cuchicheo de las gentes. Jesús debió pasar una última semana con ese cuchicheo sobre sí, cuando el mismo Judas ya no hablaba abiertamente sino que se escudaba en sus silencios y medias palabras con las que guardaba su terrible secreto, su venenosa decisión. Y se le podrían atribuir a Jesús aquellas expresiones de Jeremías: “Pavor en torno”. Porque lo que percibía en un ambiente enrarecido era aquella amenaza: –Delatadlo, vamos a delatarlo. Lo cogeremos y nos vengaremos de él. Si en otro momento la idea sobre Jesús fue que era un profeta o el mismo Jeremías, ahora Jesús capta ya que la realidad de Jeremías cae sobre él, con un conjunto de personas que se dicen “sus amigos”, pero que están acechando el traspié de Jesús. Repito que Judas está dibujado ahí. Y ante esa amenaza, Jeremías recurre en su oración a Dios y tiene la seguridad de que el Señor está conmigo como fuerte soldado…, y ellos se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará. Si hoy Judas pusiera pasar ante el pueblo creyente cristiano, se estaría verificando ese sonrojo eterno, ese fracaso del vil traidor que pretendió doblegar a Jesús, pero no consiguió.
          Por su parte, Jesús podrá cantar su victoria –aun en medio de sus sufrimientos- porque sabe que el Señor poderoso, que examina al justo y sondea lo íntimo del corazón, hará que vea la victoria, porque a ti encomendé mi causa. Para acabar con el gozo del triunfo que canta a Dios, alaba al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos. Así, aquella historia de Jeremías que él narraba en primera persona, Jesús la hace suya completamente y la podemos encontrar como antesala de la narración de la Pasión.

          En el evangelio (Jn 10, 31-42) tenemos una diatriba más de las muchas que nos narran estos capítulos. Jesús quiere saber por qué obra buena le quieren apedrear y los judíos responden con lógica que no es por ninguna obra buena sino porque siendo un hombre, te haces Dios. Jesús replica que las obras que él hace no son obras humanas sino que sólo pueden proceder de Dios. Y si no quieren creerlo a él, que crean en sus obras. Y en las obras tendrán que ver que es Dios quien actúa, para que sepáis y comprendáis que el Padre está en mí y yo en el Padre. Hay que comprender que lo que para nosotros es tan sabido, para ellos era un lenguaje escandaloso, como sería para nosotros un personaje que se nos presentara hoy y nos afirmara que él es el Jesús en versión actual. O lo creeríamos un iluso o un impostor. Pues algo así, pero en versión religiosa y teocéntrica era el escándalo que ellos sufrían.

          Como ellos quieren detenerlo, Jesús opta por quitarse de en medio, como tantas otras veces, y se pasa a la otra orilla del Jordán, al lugar donde antes había hecho su labor el Bautista. Unos creyeron en sus obras, como Jesús había dicho que tenían que hacer, y muchos acabaron creyendo en él.

1 comentario:

  1. Jesús se defiende por las obras realizadas que nadie puede negar que son muy buenas. Los judíos lo condenan porque son malos, no son dioses y son unos picapleitos, tan solo capaces de buscar segundas intenciones en todo. Nosotros no somos mucho mejores; pero sabemos que en Dios nos movemos y existimos y somos, y, esta convicción nos llena de felicidad y nos hace totalmente libres verdaderanente libres. Los judíos que dejaron de lado la vana palabrería y siguieron a Jesús, se convirtieron. Sería loable que en vez de juzgar a las personas, las respetáramos aunque no las entendiéramos..

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