miércoles, 1 de enero de 2014

1 de enero

QUE DIOS TENGA PIEDAD
Y NOS BENDIGA ESTE 2014
Así reza la primera lectura de hoy. ASÍ HAGO MÍO PARA TODOS, este deseo de bendición y protección por parte del Dios de las misericordias.

Hasta 1963, la fiesta de hoy –en su orden cronológico bíblico- fue directamente fiesta de CIRCUNCISIÓN DE JESÚS, por ser a los 8 días del nacimiento, tal como estaba prescrito por la ley. Momento en que se ponía el nombre al varón, y –por tanto- la gran FIESTA DEL NOMBRE DE JESÚS. Las celebraciones onomásticas de “Manuel” y “Jesús”, o bien se unían en ese día, o –en realidad- había un día movible (entre el 2 y el 5) en que se celebraba  con rango litúrgico menor el “Dulce Nombre de Jesús”.
En la fecha que he mencionado se cambió el nombre y la direccionalidad misma de la fiesta, y se orientó hacia una fiesta mariana en la que la solemnidad iba dirigida a SANTA MARÍA MADRE DE DIOS.  En la lectura del evangelio de hoy queda “en diferido” la circuncisión.
En una última revisión se acentúa más la división en dos fiestas diferentes quedando para el día 3 la del SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS, y la celebración de las onomásticas de “Manuel” y “Jesús”. Ni que decir tiene que una cosa es la celebración oficial y otra la que adoptemos los que fuimos bautizados con uno de esos nombres. Imagino que una mayoría de los “Manuel” quedaremos sintiendo que hoy es nuestra fiesta.

Personalmente me gustaba que se siguiera la cronología bíblica, y que el hecho tan importante para el pueblo judío –la circuncisión- con todo lo que suponía de incorporación del varón al pueblo de Dios, “a los ocho días del nacimiento”, tuviera su reflejo solemne en la pedagogía litúrgica.
Es comprensible que en esa amplitud del gran hecho del nacimiento de Jesús, se quieran resaltar aquellas inmensas realidades que quedan ahí y a las que, por tanto, se les dedique una fiesta especial dentro del ciclo de Navidad, y precisamente cuando hoy llega  su octava. Se había dedicado un día a la SAGRADA FAMILIA, y se vio que no se había dedicado un día expreso a la gran MUJER que fue María, la que con su aceptación plena del plan de Dios, diera curso a que ese proyecto de salvación se realizara. Entonces la “lección” preferente en la liturgia, se decanta por resaltar a la Virgen Madre, en la que es la más grande realidad de su vida –la maternidad divina- que es la razón de ser de todas las demás maravillas, privilegios, advocaciones, patronazgos, etc., que lleva María en su aureola particular.
Al NOMBRE DE JESÚS se le señala el día 3 como FIESTA propia.

Hoy nos ponemos con particular atención ante la maternidad de María, la que Ella concibió de modo inaudito, por la conjunción de si SÍ con la voluntad de Dios…, la que gestó durante nueve meses alimentando con su propia sangre al Hijo del Altísimo, y la que dio a luz –igualmente de forma virginal-, Un conjunto de maravillas obradas por Dios en María, y maravillas de María en su sumisión plena a la voluntad de Dios. Esta peculiar veneración y culto es el que la Iglesia ha querido resaltar en fiesta aparte y dentro del mismo ambiente navideño, porque –aunque el centro es Jesús- su nacimiento ha venido por la gran respuesta de aquella muchacha que se entregó como esclava en manos de su Señor. Imagen que a nosotros puede decirnos menos, pero que en aquella cultura suponía una sumisión sin reservas en manos del amo a quien el esclavo pertenecía.  Más: el esclavo era como una pieza sin personalidad… Sólo estaba a lo que fuera mandado. Y ya era para el esclavo una alegría el día que el amo ponía los ojos en la pequeñez de su esclava…  Y eso suponía un favor señalado que dignificaba al esclavo.
Por eso María cantó aquella alabanza agradecida a su Dios que se había fijado en Ella.
En ese mismo canto, y con ese mismo espíritu de reconocimiento y agradecimiento a Dios, nosotros celebraremos hoy esta fiesta de María…, y con el alma puesta en Dios para que dentro de 365 días podamos también nosotros elevar nuestro cántico agradecido por el año que Dios nos haya dado.

Así os lo deseo a todos cuantos estáis u os asomáis a este blog, al que también le deseo una vida muy llena, y más –si cabe- que hasta aquí.

5 comentarios:

  1. José Andrés.9:24 a. m.

    Muchas felicidades, Padre, en su día. Que este año que comienza siga Vd enseñándonos el camino a Cristo de la mano de su Madre la Virgen María.

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  2. José Antonio9:33 a. m.

    Mi Felicitación hacia su persona en este día, así como mis mejores deseos para todos en este comienzo de año. Que María nos acompañe en la tarea de hacer vivo el Evangelio en cada momento y circunstancias de nuestras vidas.

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  3. Aunque un poco tarde quiero aportar mi felicitación por el nuevo año y mis mejores deseos a cuantos leen, paricipan con sus comentarios.
    A tí Manolo aunque te trasladaran la onomastica muchas felicidades de todo corazón.

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  4. Este blog arrancó tal día como hoy del año 2011. Por lo tanto, cumple 3 años, si no me fallan los cálculos. Enhorabuena a los que lo criaron y amamantaron, y a los que simpatizaron con el. Y más enhorabuena a quien se benefició de el, es decir, a los que oyeron y pusieron en práctica. Por cierto, hablando de fechas, que si hubiera tenido que escoger un día para nacer yo, tal vez hubiera preferido el del Santísimo Nombre de Jesús, pero no tuve que pensarlo. Dios lo decidió así. Gloria a El por siempre.

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  5. Anónimo11:41 p. m.

    ¡Muchas Felicidades !Padre, en su día; doy gracias a Dios y Le bendigo por su consagración . Si Granada le vio nacer es Málaga la que se beneficia de su sabiduría , fidelidad y justicia .Es usted una Super Nova ;un gigante.

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