miércoles, 27 de noviembre de 2013

27 nvbr.: "Duros trabajos del Evangelio"

27 nvbre.: Pese a todo, ¡seguros!
             La lectura, como ya quedó dicho ayer, está en la línea de “un final”, pero final que todavía no es…, y que lo que se pretende es avisar para que no se viva en la inopia, como si Jesús hubiera venido para darnos caramelos o convertir la vida en Jauja, por el hecho de vivir amparados bajo la fe en Él. Por supuesto que es nuestra gran fuerza, nuestro gran amparo, nuestra gran seguridad, Pero no nuestra “mantequilla”…, o como –aquel dicho que estuvo tan en boga- para hacer de opio que nos mantenga alejados de la realidad.
             La realidad de la vida es muy dura. Muy dura ya en sí misma, porque siempre habrá que lucharla. Y mucho más dura cuando de un Paraíso se ha hecho un “infierno” en el que domina la avaricia por el poder y desde el poder…, la tiranía del dinero y de los ricos, la sinrazón de los que imponen su ley (sin ley)…, y se persigue diabólicamente los valores cristianos, y se busca anular al mismo Dios.
“Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel –y a la tortura y al martirio-, y os harán comparecer ante jefes y gobernadores por causa de mi nombre”.  Hasta tal punto que “hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos, os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre”.
El lenguaje es desagradable; nos gustarían más otras palabras. Pero eso no variará los hechos. Que se lo digan a los mártires actuales recientes en África, en que las familias sufren esas violencias de parte de los mismos padres y hermanos y familiares.  Que se lo digan a esos que pueden estar codo a codo con nosotros, pero que serán señalados con el dedo si manifiestan sus creencias…, y hasta podrían perder el empleo. Y no hace falta irse lejos para saberlo y comprobarlo… El carné de cristiano no es el que abre puertas, sino el que las cierra.  Y bien vemos en cualquier manifestación pública, aunque sea para que regalen chupa-chups…, que siempre salen a relucir las ofensas y odios contra la Iglesia.  Jesús no dijo, pues nada distinto. Jesús se adelantó a anunciar una realidad histórica.
La tal realidad “apocalíptica” lo que tiene es que hacernos orar y ser muy atentos a algo que lleva aparejada nuestra fe…, “la causa del Nombre de Jesús”.  San Pablo habla de “los duros trabajos del Evangelio”. Aunque nos suele gustar que Jesús nos deleite con sus cuentecillos pedagógicos… Pero no podemos vivir en Babia. Es necesario que nos convenzamos de que no hay vida cristiana sin cruz (= duros trabajos), y que la cruz no viene jamás dibujada a nuestra medida, ni es la que esperamos ni a la que “nos ofrecemos”. Cuando Jesús presenta ese cuadro de padres y parientes y hermanos que acusan y hasta matan, o gobernadores y reyes y tribunales que condenan por causa de su nombre, nos está advirtiendo de la lucha que conlleva la vida de un creyente en Él…, la lucha desigual frente a esos enemigos que van surgiendo en el paso del tiempo y de los años.
Pero al mismo tiempo nos da dos pilares de apoyo: que no estemos preocupados de cómo defendernos; Jesús mismo nos sugerirá… Con mirada hacia un horizonte último, ningún adversario podrá hacernos frente. Lo que, evidentemente, no es un “seguro” para ahora. Pero lo que sí es seguro es que ni un cabello de nuestra cabeza perecerá… Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. Ahí, en esa frontera donde LA VERDAD será la que triunfe… Y desde ahora, cuando nos toca ir haciendo que nuestra fe persevere, domine los vericuetos tramposos ¡y tan fáciles! que se nos ofrecen.

No ha sido esta palabra de Lc 21, 12-19 tan fuera de lugar. Encierra muchas enseñanzas, advertencias y previsiones, que deberíamos hacer más actuales en nuestro mundo interior…, y en el enfoque del exterior. Y bien podemos asegurar que no está lejos…; que te la encuentras a la vuelta de la esquina, donde menos la esperas, con las sinrazones más burdas. Pero así es una realidad que tenemos delante, y que supone la cizaña que el enemigo (o aparente amigo) te siembra en medio de tu campo.  ¡O que uno siembra en el campo del otro…! (que todo es posible).
SIN SERVICIO ZENIT correspondiente a ayer

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