viernes, 6 de febrero de 2015

6 febrero: CON JESUCRISTO O SIN ÉL

HOY ES PRIMER VIERNES,
y hay Reunión del Apostolado de la Oración a las 5’30 de la tarde
del GRUPO DE LA IGLESIA DEL SAGRADO CORAZÓN, DE MÁLAGA,
con ORACIÓN A LAS 7 (ante el Santísimo),
y SANTA MISA a las 7’30.

Con Jesucristo o sin Él
          Es una coincidencia llamativa que las dos intenciones que pone el Papa para este mes sean dos temas del texto de Hebreos [13, 1-8] que hoy tenemos en la 1ª lectura: de una parte, la preocupación por los presos; de otra, el matrimonio.
          De los presos nos pide un recuerdo; y no un mal recuerdo, un recuerdo condenatorio o despectivo, sino llevándonos a personalizar el sentimiento como si estuvierais presos con ellos. Y bien pueden hacerse cargo de eso aquellas familias que sufran en e alguno de sus allegados, alguna situación de ese tipo. La carta a los Hebreos, como el Papa, expresan su sentimiento por esa dolorosa situación. El Papa se centra de forma especial en los jóvenes presos, para quienes desea una rehabilitación de la persona y la posibilidad de reconstruir su vida.
          También está el tema de los matrimonios, y en la carta a los Hebreos se pone el acento en el matrimonio en sí mismo, que debe ser respetado y no mancillado. Porque el problema no es la institución matrimonial sino los componentes, los cónyuges, muchas veces inmaduros o poco respetuosos con la dignidad del hecho conyugal. El Papa pide actitudes de acogida para los cónyuges que rompieron su vida matrimonial, y pide a la comunidad cristiana evitar todo sentimiento de rechazo; o para decirlo en positivo, ACOGIDA Y APOYO.
El Evangelio (Mc 6, 14-29) es el que cabía esperar tras el envío de los Doce a la misión apostólica: un evangelio que no habla hoy de Jesús, porque Jesús y los Doce constituyen una unidad tal que, al no estar los apóstoles, el evangelista se va a contar un hecho paralelo pero en el que no está Jesús.
Y eso es significativo y estimulante. Porque Jesucristo forma ya una “simbiosis” tal con sus cristianos como la relación misma de los miembros de un solo cuerpo. O estamos todos unidos o Jesús no puede estar en medio. Y hablaremos de las pasiones de Herodes, embriagado, perdido en su sensualidad, carente de personalidad… Hablaremos de cualquier cosa y nos perderemos en cualquier tema, pero lo cierto es que no andará Jesús por medio.
No es casualidad; está pretendido por el evangelista. Y con ello nos está dando una lección básica. Sólo en la medida que hagamos una vida que confluye con la vida de Jesús, Jesús estará en medio de nosotros. Cuando son otros los temas que nos embargan, las preocupaciones que nos ciegan y nos reducen el sentido, Jesús no sale por ninguna parte.

Muchas veces acuden al sacerdote personas que están atormentadas por alguna otra cosa –sus propias pasiones- y querrían poder quitarlas de su vida. Pero como quien escarda unas malas hierbas, con el almocafre sobre tales defectos. Y no obtienen  resultados. A los tales procuro siempre cambiarles el chip y llevarlos a otra consideración: ¡Cuál es la oración de encuentro con Jesús en el Evangelio? A veces se creen no atendidos en su obsesionado problema personal. Y sin embargo intento llevarlos al núcleo: no es “Herodes y sus pasiones” quienes pueden ocupar “el centro”. Ahí está faltando introducir de lleno a Jesucristo y hacerlo centro de la propia atención.

1 comentario:

  1. Herodes sabía que Juan Bautista era un hombre cabal, justo y santo; pero se dejó ganar por el odio de su esposa y no lo defendió.De la misma manera,nosotros, dejándonos llevar por habladurías, hacemos el mal y perjudicamos a personas de vida intachable...También nosotros conocemos a Jesús, lo escuchamos, como Herodes escuchaba al Bautista; pero tampoco somos capaces de cambiar nuestra vida...Pues, si nuestra fe no se exoresa con obras y nuestras obras no hablan de lo que pensamos,sentimos y creemos, igual que Herodes, somos capaces de matar a Juan Bautista y de crucificar al Mesías.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!