jueves, 19 de febrero de 2015

19 febrero: Pasión según San Marcos

Jueves de Ceniza
Hoy se abre la liturgia por un dilema que nos llega de frente: ante cada uno de nosotros están el bien y el mal. Elegir el bien –lo que Dios manda- es vivir. Elegir el mal –la resistencia a la voluntad de Dios- es morir.
            Y la voluntad de Dios, presentada al seguidor de Cristo es: el Hijo del hombre va a ser desechado… El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. ¿De qué le vale ganar el mundo entero si se perjudica a sí mismo?

LA PASIÓN SEGÚN SAN MARCOS
Como éste es el año litúrgico de Marcos voy a empezar por aquí. Voy a intentar una visión de la Pasión de Jesús que vaya siguiendo lo que cada evangelista ha dicho, para que podamos captar matices propios de tal narrador.
Para Marcos empieza su descripción en el capítulo 14: Era la Pascua y los Ácimos de allí a dos días. Y andaban los sumos sacerdotes y doctores de la Ley buscando la manera de prenderle con astucia y matarle. Porque se decían: No durante la fiesta, no sea caso que se arme tumulto del pueblo.
Los datos que quedan claros es que estamos a dos días de la fiesta solemne de la Pascua. Y que ya hay una decisión determinada de matar a Jesús. Jesús no será condenado por un juicio imparcial; ni siquiera por un juicio. La decisión está tomada de antemano y con alevosía. Porque pretenden hacerlo con astucia, muy repensado: no durante la fiesta, no sea que el pueblo sencillo se levante en tumulto.
Es una condena meditada, y condena a muerte. Hay que acabar con ese hombre que les fastidia porque “no es de ellos” ni está de acuerdo con las formas de ellos. Y encima tiene un pueblo fiel, que le sigue, y del que hay que cuidarse, no fuera a darse el caso que el prender a Jesús, el pueblo se levante.
La historia nos dirá que el “tal pueblo” (el de las multitudes, el de los panes del desierto, el que apretujaba, el que iba por la playa en busca de Jesús, el que pedía y recibía favores y veía curados a sus enfermos…), no apareció en toda la Pasión. Un aspecto que no es para dejarlo pasar por alto porque puede representar a una buena parte de “los buenos” de todos los tiempos, que al llegar las “vacas flacas” se mete en sus casas y echa el cerrojo por dentro. Jesús está muy bien para los milagros, las expulsiones de demonios, curaciones de ciegos, paralíticos…, y cualquier enfermedad que tuviesen… Jesús está muy bien para devotas contemplaciones…
Pero Jesús pidiendo clara elección (decidida elección) entre bien y mal, y tomar la cruz con clara negación del propio YO, cada día, no es el que el que entusiasma al pueblo. ¡Mucho menos para que ahora vaya a salir a dar la cara por Él! Ahí calcularon mal los sacerdotes y escribas. En realidad lo que queda en evidencia es que los hechos se sucedieron de forma muy distinta a como ellos habían planificado. Y que la Pasión de Jesús lleva un componente humano, evidente, pero que rebasó con mucho los planteamientos y previsiones humanas.

Ante la Pasión de Jesús nos hemos de encontrar con el misterio. Y a ella hemos de entrar descalzándonos, porque vamos a entrar en un terreno muy sagrado. Con mucho componente humano, y con mucho misterio que llegaba de “más arriba”.

2 comentarios:

  1. Hay que elegir la vida.Moisés nos coloca ante una gran alternativa:amar al Señor con todo el corazón y cumplir los Mandamientos siendo los destinatarios de todas sus Bendiciones o, adorar a otros dioses para ser los merecedores de todas las maldiciones divinas. Tenemos que elegir entre vivir o morir...Sólo Dios es el Viviente; parece que la elección no debe tener ninguna dificultad...Pero esta elección hay que hacerla día a día, tanto en las circunstancias especiales como en las sencillas, reflexionando todos los aconteceres a la luz de la Fe en relación con Dios, con el deseo más ferviente de hacer su voluntad.

    Marcos nos cuenta que Jesús fue víctima de ultrajes, burlas, insultos y salivazos de parte de un tropel de gente armada con espadas y palos; eran los mismos que habían sido testigos de curaciones milagrosas y ahora gritan enfurecidos:¡"¡crucifícalo! al tiempo que piden la libertad de Barrabás.El Jesús de San Marcos apenas habla ; su cara está cubierta de sangre y sólo dice:"Siento una tristeza mortal" Jesús está solo...Pedro lo sigue de lejos y cuando es identificado como seguidor de Jesús dice:"Yo no conozco a este hombre"El mal, inevitablemente, puede aparecer en la vida de cualquier hombre y éste se siente impotente frente al mal; y Dios parece estar ausente. Contemplando a Jesús vemos que Dios calla, que su Palabra , a veces, tiene forma de silencio y que hay una Presencia de Dios que parece una ausencia : "Dios mio, Dios mio,¿ por qué me has abandonado..?"

    Elegir la vida es seguir a Cristo, negándose a sí mismo y llevando la cruz, abrazándola como Él, por amor.

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  2. Anónimo5:29 p. m.

    Padre , es usted un testigo del Amor de Cristo y su testimonio da luz a muchas almas.
    Desde que le conozco , ha despertado mi interés por conocer a Jesús con más ahinco.
    Sus artículos siempre en su misma línea , cargado de sentimiento de mucha Fe.
    Usted hace que Cristo se sienta más presente.
    Que bonitas sus meditaciones sobre los pasajes del Evangelio,como nos va introduciendo en la escena,
    en todos los personajes, en los sentimientos de Jesús...nos hace descubrir tantos matices, la personalidad
    de Jesús....que usted conoce tan bien...pero lo escribe de una forma tan pedagógica...tan literaria, con
    muchas conclusiones que nos van guiando, iluminándonos para aplicarlas a la vida diaria.

    Yo le veo como si fuera Cristo porque es usted un hombre coherente y fiel a sus ideas , conocerle
    ha sido un bálsamo .Si Dios le da salud y vida ; todavia tiene usted una misión que cumplir ser Pastor de
    un gran rebaño...muchas almas que iluminar... Cristo pervive en Usted .

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