martes, 28 de octubre de 2014

28 octubre: San Simón y San Judas Tadeo

Santos apóstoles Simón y Judas
          Bien conocéis que suy partidario de la “lectura continua”, que creo mucho más didáctica que andar saltando de lectura en lectura del santoral. Aparte de que lo que dice la Instrucción vigente de Liturgia es que se prefiere la lectura continua, salvo en aquellos lugares donde algún santo reciba un culto especial por su patronazgo en un pueblo, ciudad o región. Y la excepción oficial son las fiestas litúrgicas, que es un modo de señalar rango de importancia de determinadas celebraciones. Hoy, con la celebración de San Simón y San Judas, apóstoles de Jesús, estaríamos en esta excepción. Por ello sigo la liturgia de estos santos.
          Respecto de ellos son mínimos los datos concretos que nos deja el Evangelio. Alguna vez sale Judas Tadeo o Judas de Santiago diciendo algo. De sus vidas o sus apostolados no hay unas noticias fidedignas, salvo una carta de San Judas que está entre los libros del Nuevo Testamento. Casi el único dato histórico es que fueron elegidos apóstoles entre los muchos discípulos de Jesús.
          ¿De dónde le viene a San Judas la peculiar característica de “patrón de las causas imposibles”. - De lo meramente popular. Tan popular y tan inconsistente que muchos llegan a la absurda pregunta de si es el Judas bueno o el Judas malo. Pregunta casi aberrante porque se están dirigiendo a alguien para obtener un favor: ¿Podrían hacerlo al Judas malo? A ese tenor ya se puede colegir qué razón ha habido para todo ese montaje supersticioso de las fotocopias, los condicionamientos ridículos para obtener favores o evitar castigos…  ¡Mal favor le han hecho al Santo Apóstol!, y mal favor le hacen cuando a un apóstol de Jesús, cuya misión es predicar a Jesús y el evangelio de Jesús, se queda lo popular en velas y promesas al propio santo, mientras se ignora -¡tantas veces!- a Jesús, la Palabra de Jesús, la Eucaristía que se está celebrando.
          La liturgia del día nos vuelve a una lectura que tuvimos hace días, tomada de la carta a los efesios (2, 19-55- en la que se afirma que nuestra fe y nuestra religión está fundamentada en la doctrina de los apóstoles y profetas, y en la que la piedra angular indispensable es Cristo Jesús. En Él se ensambla todo el edificio. Nosotros nos vamos integrando en esa construcción para ser morada de Dios por el Espíritu.
          A toda la tierra alcanza su pregón, por cuanto que la Iglesia fundada por Jesús es católica (que abarca al mundo entero, por el que se diseminaron los apóstoles, siguiendo el mandato del Señor).
          El Evangelio de San Lucas (6, 12-16) nos sitúa en el momento de la elección, momento en que Jesús escoge –según su voluntad- a doce hombres para que sean sus acompañantes, sus mensajeros y sus amigos.


En la lectura continua hemos dejado una perícopa importante, en la que San Pablo declara el matrimonio cristiano como “misterio” (expresión griega que equivale a la latina: “sacramento”, y expresa dónde está el signo sacramental: en que el amor humano representa el amor de Cristo a su Iglesia, por lo que el matrimonio cristiano no puede ser roto porque ya los dos son una sola carne (una sola persona), que no se puede romper sin desgarrar a las partes. Y la consecuencia: el amor recíproco de hombre y mujer ha de ser amor respetuoso y respeto amoroso.

3 comentarios:

  1. Me llama la atención en este capítulo 6 del Evangelio de San Lucas, como la gente acude a Jesús por puro interés personal.
    "Una gran muchedumbre". Y Jesús los sanaba a todos. En este caso no son nombradas obviamente las causas o los tipos de enfermedades, porque lo fundamental es saber que Jesús tiene el poder de sanar y lo hace.


    "La gente quería tocarlo". Eso explica el porque soy capaz de poner mi mano sobre el pie de una imágen religiosa. No porque la imágen tenga poder. Es un acto de fe. A Dios le agradan los actos de fe. Los puritanos y espirituales no le dan importancia a esos gestos de la gente sencilla, pero Dios ve los corazones.

    En segundo lugar, o casi en paralelo, la gente venía a escucharle hablar, pero se puede colegir que la razón primera es verse libres de sus enfermedades y dolencias. Y a Jesús, eso no le desagrada. Al contrario. Los sana a todos.

    Por último citar, que hoy es San Judas Tadeo. Muchas personas acuden a su intercesión. Es bueno. La comunión de los santos, y como dice San Pablo a los Efesios hoy, somos "conciudadanos de los santos" dentro del edificio espiritual que es la Iglesia. Lo que si hay que recordar porque sigue pasando, es que a San Judas Tadeo no se le pide a base de repetir fotocopias y dejarlas por las Iglesias. Eso, más que un acto de fe, es un acto de superstición y gran negocio para algunos.

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  2. Ana Ciudad1:58 p. m.

    La voz de los Apóstoles es el eco diáfano de las enseñanzas de Jesús,que resonará hasta el fin de los siglos . su corazón y sus labios desbordan veneración y respeto por sus palabras y por su Persona.
    Estos homres estuvieron al lado de Jesús,compartieron con ÉL las alegrías cuando las gentes respondían a su predicación ,y las penas al ver la falta de generosidad de otros para seguir al Maestro.
    Estos Apóstoles seguían a Jesús ,no sólo porque querían aprender sino porque le amaban.

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  3. Querido P. Cantero: De acuerdo en que la lectura continua nos resulta más provechosa a quienes seguimos y meditamos la Sagrada Escritura en la Liturgia de la Palabra en la celebración de Eucaristía de cada día.
    Igual ocurre con la Liturgia de las Horas y con el Oficio de Lectura. Esto se agrava cuando ocurren varias celebraciones de Fiesta casi seguidas. Y se ha de repetir casi la misma formula todos los días. Pierde mucho de la capacidad de interés por "entrar" en el mensaje que nos trae la liturgia cada día.

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