viernes, 24 de octubre de 2014

24 octubre: UNIDAD, fruto del amor

Efectos del amor cristiano
          Ayer había descrito San Pablo las medidas inconmensurables del amor cristiano, que vienen a reflejar la infinitud del amor gratuito del Corazón de Cristo. En esa línea ha de ir el amor cristiano, que no sólo va hacia los amigos, los íntimos, los “buenos”, sino también a los demás, aunque caigan fuera del ámbito de nuestros afectos primeros, y aunque sean “malos” y “enemigos”.
          Hoy –Ef. 4, 1-6- concreta Pablo los efectos de ese amor cristiano que refleja el amor del Corazón de Cristo: yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor, esforzaos en MANTENER LA UNIDAD del Espíritu, con el vínculo de la paz.
          Aquí sólo se resuelve de rodillas. De rodillas en signo de humildad, arrepentimiento, penitencia, actitud de conversión. Y de rodillas, en postura de oración. Porque es tan sublime el ideal que nos ha puesto Pablo…, tan sublime el AMOR CRISTIANO, que las dos rodillas en tierra es poco para poder captar de corazón este mensaje y esta exigencia. Todas esas características tan concretas, y todo ese desemboque en mantener la unidad del Espíritu. ¡Es que no es una unidad cualquiera! Es que no podemos desgarrar al Espíritu de Dios. Y se le “desgarra” cuando andamos con el tuyo y el mío, lo tuyo y lo mío…
          Porque un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la vocación a la que habéis sido llamados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios Padre de todo, que lo trasciende todo y lo penetra todo y lo invade todo.
            ¿Os confieso mi sensación inmediata? Siento vergüenza de mí mismo, y siento vergüenza ajena porque veo las divisiones que tenemos los “eclesiales”, “la gente de Iglesia”, los más adictos… Porque veo las tensiones, las faltas de comprensión, de sobrellevarse mutuamente, y las faltas de humildad… ¡Si tuviéramos el don de ver por un instante la basura que albergan nuestras sensaciones y reacciones, se nos caería la cara!...

          El Evangelio –Lc 12, 54-59- nos enseña Jesús a hacer nuestro examen de conciencia. ¡Lo bien que averiguamos cuándo va a llover o cuándo hará buen tiempo!..., y lo poco avispados que somos para descubrir dentro de nosotros los signos de nuestra realidad profunda.
          Aquellos que oían a Jesús tenían delante los signos mesiánicos y no se enteraron… Nosotros tenemos delante las realidades evangélicas –mucho más que signos- y los convertimos en piadosas oraciones…
          Pues lo mismo que si te ponen un pleito es más sensato buscar el arreglo antes de llegar al tribunal, así también nos debe interesar mucho arreglar nuestras deficiencias mientras vamos de camino.

          Es la llamada a la sinceridad, a la introspección, a la honradez espiritual, al sentido común…, para ir descubriendo ese laberinto de “razones” que nos encierran en “ser así” cuando lo sensato es descubrir lo que no debo ser así. Y la piedra de toque, el metro-patrón, es EL AMOR CRISTIANO, con las características tan claras que nos ha puesto por delante la Palabra de Dios.

3 comentarios:

  1. No creo ser pesimista si digo que en esta era del egoísmo en su máxima expresión, de amenaza permanente a la UNIDAD, debemos buscar con más convicción que nunca cumplir la voluntad de Dios. ¿Cual es? Que seamos uno (Jn 17,21). Con la falta de unidad nos convertimos en obstáculos para la evangelización en vez de instrumentos útiles. Alejamos, en vez de acercar. Nos quejamos absurdamente de lo mal que está el mundo, mientras entre nosotros no somos capaces de ponernos de acuerdo, de vivir una vida honrada en nuestras relaciones con los demás. Portamos el manual de ecumenismo con una mano y con la otra tenemos el látigo con el que fragelamos al que deberíamos amar para cumplir la voluntad de Cristo. Hablamos de ecumenismo cuando en los espacios cortos no somos capaces de tener gestos de comprensión y amor con el otro. Todo no está perdido, pero hay que ponerse en serio con el asunto, y comenzar a moverse en la dirección del corazón de Dios. Tenemos una gran responsabilidad, y como dice el Padre Cantero, deberíamos sentir vergüenza de algunas cosas que a veces ocurren. Pero, es que somos pecadores e imperfectos, dirán algunos, y yo les digo: ¡Basta ya de excusas!, que eso ya lo sabe Dios, ¿pero es que nuestro Dios es un Dios que nos enseña cosas que no se pueden llevar a la práctica hoy?

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  2. Y añado: "Bienaventurado el que se esfuerza al menos en seguir a Cristo", "Bienaventurado el que se cae y se levanta para seguir luchando por agradar a Dios que tanto nos amó".

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  3. Ana Ciudad3:33 p. m.

    El Señor nos invita hoy a descubrir el sentido profundo del tiempo,pues es posible que tengamos deudas pendientes:deudas de gratitud ,de ,perdón ,incluso de justicia.
    Es posible que algunos,quizá los más alejados de Dios,no lo siguen porque lo ven con una mirada miope;lo ven como un Dios que espía continuamente nuestros pecados para darse el placer para castigarlos...Dios no es así;Dios es justo y bueno,PADRE de los hijos pródigos a los que desea ver no mezquinos y miserables sino grandes, libres y creadores de su propio destino
    Dios no es rival del hombre ni nos pide demasiado,porque sabe muy bien que no tenemos gran cosa
    pero confío en que Dios se hará conocer y amar cada vez más,y por todos,incluidos los que lo rechazan o los que lo seguimos con pasos cortos.
    ¿rQué ellos siguen sin creer en El?..Jesús responde "Soy YO quien cree en vosotros ".

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