lunes, 17 de febrero de 2020

17 febrero: Pasar a la otra orilla


LITURGIA       
                      Comenzamos hoy la carta del Apóstol Santiago, una de las más llanas y prácticas de todas, y al mismo tiempo no muy larga. 1, 1 -11. Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus en la diáspora: saludo. Empieza con una exaltación a la cruz de cada cual, como prueba de la verdadera fe que tiene cada uno: Considerad, hermanos míos, un gran gozo cuando os veáis rodeados de toda clase de pruebas, sabiendo que la autenticidad de vuestra fe produce paciencia. Pero que la paciencia lleve consigo una obra perfecta, para que seáis perfectos e íntegros, sin ninguna deficiencia.
No he cortado el discurso porque sería cortar el sentido de la reflexión del apóstol. Lo que subyace en ese discurso es la búsqueda de la perfección. Y que lo que no se tiene, se pida: Y si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídasela a Dios, que da a todos generosamente y sin reproche alguno, y él se la concederá.
          La condición de una verdadera petición es la fe plena, esa que se hace sin dudar: Pero que pida con fe, sin titubear nada, pues el que titubea se parece a una ola del mar agitada y sacudida por el viento. Ahí podríamos situar tantas peticiones que no obtienen respuesta; no es que no se pide: es que falta la plenitud de la fe, con la que uno ya sabe que lo tiene concedido. De lo contrario No se crea un individuo así que va a recibir algo del Señor; es un hombre inconstante, indeciso en todos sus caminos.
          Lo que sigue suena al Magníficat de la Virgen: Los ricos son pobres y los pobres, ricos: Que el hermano de condición humilde se sienta orgulloso de su alta dignidad, y el rico de su pequeñez, porque pasará como flor de hierba. Pues sale el sol con su ardor y seca la hierba, se cae la flor y se pierde la belleza de su aspecto; así también se marchitará el rico en sus empresas.

          En el evangelio –Mc.8,11.13- tenemos la eterna pesadilla de los fariseos a los  que no les sirve ninguno de los hechos de Jesús, y siempre piden “una prueba”, Un signo del cielo, para que con ello probara su verdad y el valor de su obra.
          Jesús dejó escapar un suspiro profundo de desesperanza, y respondió que esta generación reclama un signo, y os aseguro que no se le va a dar signo a esta generación.
          Y muy a su estilo, los dejó sin más discusiones y se pasó a la otra orilla. Yo siempre me pregunto lo que pueda tener de paso físico de una orilla a otra y lo que puede ser sencillamente dejarles con la palabra en la boca y prescindir de ellos: ponerse en otra situación para no discutir más, porque era siempre inútil hacerlo. “Pasarse a la otra orilla” es una manera de dejar que se queden con sus ideas y sus reticencias y seguir Jesús su camino en sana libertad de espíritu, y acogido por las gentes sencillas que admitían perfectamente los signos diarios: sus curaciones, sus enseñanzas, su liberación de malos espíritus, sus imposiciones de manos que bendecían…
          Sería una solución nuestra muy útil en muchas ocasiones que, en vez de discutir o de pasar un mal rato inútil ante ciertas formas cerradas de algunos, “pasar a la otra orilla”, prescindir de discusiones y demostraciones inútiles, pues quien no quiere creer, no va a creer por muchos “signos” que hagamos en la realidad de nuestra vida.
          Aprendamos, pues, a “pasar a la otra orilla” en todas esas situaciones en que es inútil todo razonamiento. Y la paz vuelva a nosotros, mientras sacudimos el polvo de los pies para no quedarnos con nada que pueda generar en nosotros inquietud y desasosiego.

2 comentarios:

  1. He tenido esta pasada semana dos experiencias similares, y realmente no queda otra que pasar a la otra orilla cuando los otros no quieren escuchar, y pretenden que tu te sumes a su modo de vivir o a "sus formas" de religiosidad. Ellos no van a cambiar, por lo tanto, debes salvarte tu.

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  2. saludos, soy maria efigenia vargas, y vivo en maracaibo, venezuela, me obsequiaron un escapulario rojo del apostolado de la oracion, pregunto si puedo ser miembro a distancia cumpliendo el estatuto con las oraciones y el primer viernes de cada mes , puedo hacer adoracion ante el Santisimo con el escapulario puesto, que dicen?
    PUES PERFECTAMENTE PUEDE PERTENECER AL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN con el Ofrecimiento de la mañana y un poco de oración con el evangelio; la Eucaristía y la revisión de la noche para dar gracias a Dios. Y hacer los primeros Viernes al modo mejor que pueda hacerlo. Lo que sí sería útil es tener su correo personal para poder enviarle algunas cosas.

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