domingo, 16 de febrero de 2020

16 febrero: Los mandatos de Dios


LITURGIA        Domingo 6º-A,  T.O.
                      Aunque la 2ª lectura va por sus caminos, puede servirnos hoy como el marco donde se encaja perfectamente el tema de la liturgia, que viene  señalado por la 1ª lectura y el Evangelio.
          Dice la 2ª lectura (1Cor.2,6-10) que hablamos entre los perfectos, es decir, entre quienes quieren vivir más perfectamente de acuerdo con Dios, y lo que hablamos es una sabiduría que no es de este mundo, que no se aprende en los libros de ciencia: enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.

          Esa sabiduría especial es la que trasmite el evangelio de hoy (Mt.5,17-37) en el que Jesús explica y aplica los mandamientos de la ley de Dios a la realidad nueva del Reino, preceptos que hay que vivir y que quien los cumpla y enseñe, será grande en el Reino de los cielos.
          Una manera de vivir según la voluntad de Dios, que tiene que ser distinta y superior a la de los doctores de la Ley y los fariseos.
          En concreto: si antes se dijo en la ley de Moisés que el que mate será procesado, ahora os digo yo que el que esté peleado con su hermano, será procesado. Ya no es el hecho de matar físicamente. Ahora basta que en el corazón de la persona ya “haya matado” el amor que debe a su hermano, por estar peleado con él.
          En otro mandamiento antiguo se decía: no cometerás adulterio. Pues bien, para un seguidor del Reino de Dios basta con la mirada lasciva a la mujer para que ya se haya cometido adulterio en el corazón. Porque la Ley nueva, la de Cristo, la del Evangelio, mira no sólo al hecho exterior sino a lo profundo de la persona.
          Lo mismo en el juramento: antes se podía jurar por el cielo o por la tierra en el nombre de Dios. Pero yo os digo: no juréis; a vosotros os basta decir: SÍ o NO. Que lo que pasa de ahí, viene del maligno.
          Es toda una concepción nueva que trasmite Jesús en el sermón del Monte para los que quieren ser seguidores suyos y entrar en la nueva realidad del Reino de Dios. En este punto es en el que Jesús advierte que si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo, que más te vale perder un miembro que ser echado al infierno. Palabra que tiene hoy día una actualidad muy grande, y que no debiera perderse de la conciencia de nuestros fieles, en un tiempo en el que parece haberse caído en una laxitud muy fuerte y que se tiene el peligro de llegar al “peco y me confieso”.

          La 1ª lectura del libro del Eclesiástico (15,16-21) expresa la libertad con la que hay que cumplir los mandatos de Dios. El Señor nos los pone delante, y nuestra responsabilidad está en elegir lo que Dios manda, como se elige con libertad entre el fuego y el agua, o como el que elige entre la vida y la muerte. La sabiduría del Señor es inmensa; sus ojos ven nuestras acciones y conoce nuestros movimientos. La maldad no queda impune.

          Que veamos la vida a través de la EUCARISTÍA para verla con los ojos mismos de Jesucristo, y para vivir acordes con la voluntad del Señor.


          Pidamos vivir con grandeza de ánimo la voluntad de Dios.
-         Que vivamos con finura los preceptos de Dios, aun los más pequeños. Roguemos al Señor.
-         Que no nos limitemos a “no pecar gravemente”, sino vivir los detalles del amor a Dios. Roguemos al Señor.
-         Que nos acerquemos a la Eucaristía con el alma limpia de rencillas con los prójimos. Roguemos al Señor.
-         Que sepamos vivir la verdad, sin ocultarnos en mentiras de disimulo. Roguemos al Señor.

          Concédenos la gracia de la fidelidad a los mandamientos de Dios de acuerdo con las enseñanzas de Jesús.    Lo pedimos por mismo Jesucristo N. S.

1 comentario:

  1. saludos, soy maria efigenia vargas, y vivo en maracaibo, venezuela, me obsequiaron un escapulario rojo del apostolado de la oracion, pregunto si puedo ser miembro a distancia cumpliendo el estatuto con las oraciones y el primer viernes de cada mes , puedo hacer adoracion ante el Santisimo con el escapulario puesto, que dicen?

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