jueves, 22 de septiembre de 2011

Jueves 22.- EVANGELIO DEL DÍA

Hoy es de las veces en que el Evangelio del día -por decirlo así- tiene corto recorrido. Pero el que tiene, lo tiene.
Herodes oyó hablar de las obras de Jesús, y no sabía explicarse porque poco o nada le había llegado a él sobre Jesús, "y no sabía a qué atenerse". Máxime cuando los rumores que le llegaban incluian uno que para él era escalofriante: que Juan Bautista había resucitado. Y la conciencia -la poca que tuviera- no le dejaba sosegar. Porque se decía: "A Juan lo mandé decapitar yo"...
La conciencia, por mucho que se intenta apagar, tiene su fuerza, y no hay cosa peor que no estar tranquilo de conciencia. Los remordimientos son -como dice San Ignacio- un gusano roedor en la conciencia.
No hace falta haber llegado a matar al Bautista. No hace falta haber hecho una fechoría. Basta con que algo quede ahí royendo porque no se actuó rectamente. Y para un creyente en Jesucristo la conciencia debe acusar no sólo cuando se ha hecho "la fechoría" sino cuando simplemente lo que se hizo, se dijo, se pensó, NO AGRADA A DIOS. Cuando la vida no corre pararela al pensamiento (y se presupone un pensamiento cristiano). Cuando se acepta el Evangelio..., PERO...
Claro: que la conciencia acuse, que remueva, que no deje una falsa "tranquilidad", será una gracia de Dios. Lo espantoso es cuando la conciencia ni dice, ni hace crítica interior..., cuando parece acorchada, dormida, o "tapada" por ese simple velo de tul que oculta la verdad íntima del corazón. es como la media que usa el atracador para no ser reconocido... Pero su rostro está allí, por mucho que lo esconda.

1 comentario:

  1. En la primera lectura veo a un Dios que no está "agradado" por la actitud de su pueblo. ¿Nos hemos percatado de esto?. El profeta habla de un tiempo pasado, pero la Palabra de Dios es eterna, por lo tanto lo que habla el profeta es también para nosotros aquí y ahora. Estamos ante una lectura de una historia pasada, pero para Dios no existe el pasado, sino el eterno presente. El profeta anuncia su Palabra al pueblo, al igual que tu y yo como miembros de Cristo participamos en la misión profética y sacerdotal de Cristo.

    ‘Este pueblo mío anda diciendo que todavía no ha llegado el momento de reconstruir el templo’ ”.

    EL TEMPLO SOMOS NOSOTROS, PERO NOSOTROS CREEMOS QUE NO TENEMOS QUE RECONSTRUIRNOS, O BIEN PORQUE LO POSTERGAMOS PARA OTRO MOMENTO, O BIEN PORQUE NO VEMOS QUE TENEMOS QUE RECONSTRUIRNOS.


    “¿De modo que es tiempo de vivir en casas con paredes revestidas de cedro, mientras que mi casa está en ruinas?

    ES DECIR, QUE CREEMOS QUE NOS ENGAÑAMOS A NOSOTROS MISMOS AL CONFUNDIR ESA RECONSTRUCCIÓN INTERIOR QUE TENEMOS QUE IR HACIENDO CON LA APARIENCIA EXTERNA, PERSONAL O COLECTIVA. POR EJEMPLO. UNA IGLESIA NUEVA, LLENA DE ADORNOS COSTOSOS NO ES LO ESENCIAL, UNA DEVOCIÓN CONCRETA NO SIRVE SI NO LA ACOMPAÑAMOS DE UNA ACTITUD CORRECTA Y UNA VIVENCIA CORRECTA. ESA CARENCIA NUESTRA DE RECONSTRUIRNOS A NOSOTROS MISMOS, ES EQUIVALENTE A "LA CASA EN RUINAS". ¿Y QUIÉN PUEDE VIVIR A GUSTO EN UNA CASA EN RUINAS?


    reflexionen sobre su situación:
    han sembrado mucho, pero cosechado poco; han comido, pero siguen con hambre; han bebido, pero siguen con sed; se han vestido, pero siguen con frío, y los que trabajaron a sueldo echaron su salario en una bolsa rota”.

    PRIMERA LLAMADA A LA REFLEXIÓN PERSONAL Y COLECTIVA. HAMBRE Y SED = Nutrición inadecuada. VESTIDO = buenas obras, sin embargo a pesar de vestirnos aparentemente, tenemos frío. Es decir, no se termina de acertar con el vestuario adecuado.Y LOS QUE TRABAJARON A SUELDO, es decir, los que tienen más facilidades y oportunidades, también lo desaprovechan.



    “Reflexionen, pues, sobre su situación. Suban al monte, traigan madera y construyan el templo, para que pueda yo estar satisfecho y mostrar en él mi gloria, dice el Señor”.
    Palabra de Dios.
    Te alabamos, Señor.

    SEGUNDA Y ÚLTIMA LLAMADA A LA REFLEXIÓN: No es bueno insistir demasiado en las cosas. VAMOS A PONER TODOS LA VOLUNTAD EN AGRADAR AL SEÑOR. TRAIGAMOS LOS MATERIALES Y RECONSTRUYAMOS. ASÍ ESTARÁ DIOS SATISFECHO Y PODRÁ MOSTRAR EN NOSOTROS SU GLORIA DELANTE DE TODOS.

    ResponderEliminar

¡GRACIAS POR COMENTAR!