miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL EVANGELIO DEL DÍA DE SAN MATEO

Esta mañana he recibido un latigazo de los gordos. O por mejor decir, dos calambres que me han recorrido el alma.
Uno: "Vio Jesús a un hombre, Mateo, sentado en mostrador de los impuestos". "Vio". Si sólo fuera "ver", sería lo mismo que ver pasar un gato por la delante. Es otro "VER". Un ver que MIRA, un ver que se detiene y que se le pasa por la mente una idea... "Ver", lo que se llama ver, tenía delante a un publicano (pecador, usurero, al servicio de los invasores. Es lo que los judíos veían como un pecador público.
Jesús vio como Miguel Ángel aquella mole de piedra, y dijo a sus aprendices: "¡Qué Moisés más bello!". Y se sonrieron socarronamente, "porque los artistas alucinan...", pensaron. Luego resultó que Miguel Ángel hizo de aquella mole un Moisés tan perefcto que le dió con el buril unos golpes y le dijo: ¡HABLA...! Porque sólo le faltaba hablar.
Jesús vio la "mole" granítica de un publicano. Y VIO un apóstol, un evangelista... Y le dijo a la "mole": "SÍGUEME". Y Mateo dejó el dinero, los impuestos, el mostrador, y se fue tras de Jesús. Realmente "HABLÓ". No había alucinado el Artista.

Luego viene la 1ª lectura y me ha corrido ese calambre segundo por el alma y por el cuerpo: Porque yo, el pobre hombre que soy ("prisionero" de muchas cosas), he sentido dolor ante la Palabra de Pablo: "prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y afables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos por mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz". (Sigo temblando).
"UN SOLO CUERPO Y UN SOLO ESPÍRITU, como una sola es la meta de la esperanza en la vocacióna la que habéis sodo convocados". [2ª vez que sale esta palabra, que indica "agruparse en torno a...]. "UN SEÑOR, UNA FE, UN BAUTISMO. UN DIOS, PADRE DE TODO, que lo trasciende todo, y lo pentra todo y lo invade todo".
"Pero A CADA UNO de nosotros se nos ha dado la Gracia en la medida del don de Cristo. Cristo ha constituido a unos a póstoles, a otros evangelistas..., para el perfeccionamiento de los fieles..., y para LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO hasta que lleguemos a la unidad de la fe, en el conocimiento del Hijo de Dios, al ser perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud".

[Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, ME PESA SEÑOR HABERTE OFENDIDO...
No me queda otra palabra que comentar].

2 comentarios:

  1. Hago oración con el Evangelio de hoy, y la hago pública, temblando de miedo.

    Yo me identifico con Mateo, porque en un momento de mi vida sentí la llamada: "SÍGUEME", y con todo lo que eso significa, yo dije SI. Por decir si, otros me ven mal, pero eso no me ha frenado. ¿Que mérito he hecho yo para que yo le conteste a Jesús tan siquiera? Ninguno. Pues yo era un pecador y perseguidor de cristianos. También algunos se escandalizan de que Jesús haya querido sentarse conmigo en mi mesa, pero Jesús contesta por mi. "No he venido a por los sanos, sino por los enfermos", es decir, yo entre ellos. Te doy gracias Señor, por haberte dignado sentarte conmigo a la mesa, y haber pasado por mi lado aquel día para llamarme a "seguirte". Me duele la actitud de los que se escandalizan de que Jesús también me quiera a mi, pecador y enfermo. Veo que Jesús no pregunta la edad a Mateo, eso me reconforta. Veo que no le pide más que "le siga", y eso me facilita más las cosas, pues no tengo nada que ofrecer, sólo mi libre decisión de querer seguirlo, pese a las consecuencias que eso me acarrea en este mundo.

    La carta a los Efesios me recuerda que aunque soy pecador y enfermo, Dios me ha concedido también de sus dones como el ha querido. ¿Cuales? Los que son. ¿Para que? Para el bien de los demás, y no para el mal de los demás. Pero no todos aceptan o entienden esto, y es por eso que el Apostol pide comportarse "dignamente" a los que han recibido y dicen que tienen fe en Cristo. Que tenemos que ser humildes y soportarnos. ¿Soportarnos el que? Soportarnos que no todos tenemos el MISMO CONOCIMIENTO DE CRISTO. Es decir, que no todos somos igual de humildes, ni igual de pacientes, ni igual de mansos, ni igual de conscientes de que el Amor está por encima de todo.

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  2. Hace poco tiempo, cayo en mis manos un libro de evangelios apocrifos, las cartas de Nicodemo, En el Judas era muy amigo de Nicodemo y el autor narra la personalidad y como eran los apostoles.

    Seria muy curioso estudiar como eran los apostoles antes y despues de la Resurreccion y de Pentecostes.

    Dios sabe que todos somos pecadores, y segun nuestros dones y nuestras formas de ser servimos para anunciar el evangelio.

    Y en todos nosotros hay uno de estos 12 apostoles, habria que analizar con quien nos identificamos y saber como somos en realidad.

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