viernes, 30 de septiembre de 2011

Día 30.- EL EVANGELIO DEL DÍA

Vaya por delante un sentimiento de veneración a SAN JERÓNIMO, el santo del día, hombre que dio un impulso impresionante y muy meritorio al conocimiento de la Sagrada Escritura, al traducirla a la lengua del pueblo de entonces. Esa traducción se llama: VULGATA.


Dos aspectos podemos considerar hoy en este evangelio de San Lucas, 10, 13-16, correspondiente a este viernes. Un aspecto podría decirse "contradictorio"; otro, "complementario".

"Contradictorio" porque arranca con una queja profunda de Jesús sobre tres ciudades que no han aceptado la predicación de Jesús. Jesús les advierte que si lo que Él predicó en ellas lo hubiera hecho en ciudades paganas, esos paganos habrían respondido mejor. ¡Ay de vosotras...! Y "la contradicción" está en ese final del texto en que Jesús expresa la parte positiva: el que escucha la Palabra de Dios, lo escucha a Él mismo, y eso es ecuchar lo que quiere Dios, que es quien lo ha enviado para salvación. Es muy sugerente el modo de decirlo: "Quien a vosotros os escucha, a Mí me escucha; el que a vosotros os rechaza, a Mí me rechaza". Ayer veíamos a Jesús enviado a sus 72 discípulos. A esos pobres hombres (digámoslo así sin temor a ser pesimistas), es a los que han de escucharse. Y así escuchan al propio Jesús, y escuchan al Dios del Cielo. Y eso está más que clario que detrás del pensamiento inmediato de "los 72", se está extendiendo esa expresión de Jesús a quienes llevarán su Palabra por esos mundos. Aquí no es que se nombre a la Iglesia, pero es evidente que la Iglesia está ya en la mente de aquella Comunidad que recibe el mensaje. Ya no oyen directamente a Jesús, que ha subido al Cielo. Pero han de escuchar a quienes en su lugar les hablan. Aceptar esa Palabra es aceptar a Jesús, y es aceptar a Dios. Rechazar esa Palabra es rechazar a Jesús y es rechazar a quien lo envió.


"Complementario" parece caer de su peso. Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm no escucharon. Pero no están definitivamente perdidas. La Palabra vuelve y el hombre puede volver a la Palabra. En la Iglesia de hoy han surgido los amargados, los nostálgicos, los apóstatas, los mediocres que no quieren líos, los "no-practicantes", los que "creen a su modo"..., etc. Como aquellas ciudades impenitentes pueden llegarle los ayes de Jesús..., el abismo de la incredulidad. Pero Jesús está completando y abriendo a la esperanza: sigue hablando Dios a través de la propia acción y mensaje de Jesús (que siempre es vivo, presente y real). La predicación cristiana va a seguir tratrando de mostrar la verdad del Evangelio. Quien escuche, puede vivir la Iglesia en su mayor vitalidad. Cristo en la Iglesia, y la Iglesia en Cristo, nos están mostrando el camino del Padre para todos sus hijos, aunque "hayan dado el portazo y hayan vivido perdidamente". Pero la Palabra del Padre Bueno seguirá resonando en la Iglesia, y todos tendrán su sitio -si escuchan- en el Banquete de bodas.

1 comentario:

  1. Dios nuestro, tú que otorgaste a san Jerónimo el don de conocer y amar profundamente la Sagrada Escritura, concédenos descubrir en tu palabra la historia de tu amor por nosotros y el camino de nuestra salvación. (Oración colecta de la Misa de hoy).

    La oración colecta la dice el Sacerdote, y los fieles responden: AMÉN.

    Es importante poner atención en cada momento de la Misa. También en la oración colecta al principio de la Misa.

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