jueves, 18 de julio de 2019

18 julio: P. Tiburcio Arnaiz S.I.


LITURGIA: Fiesta litúrgica del Beato T. Arnaiz

                      Para seguimiento de la fiesta litúrgica, transcribo las lecturas propias de esa fiesta, aunque no en su traducción oficial.           La 1ª es de Is.61,1-3: "El espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Dios. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad". El P. Tiburcio Arnaiz se dedicó a las gentes humildes, necesitadas de esa ayuda que viene de Dios y que él llevó a las gentes más necesitadas.

                                               Propiamente  no correspondería una segunda lectura, sino más bien elegir entre las dos primeras. Pero dado que es la fiesta en el lugar donde se conservan sus restos, se va a hacer una 2ª Lectura de Ef.1,5-23: 15Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,  no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,  para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,  alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,  y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,  la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales. Por decirlo así, se ha recopilado en esta lectura lo que fue la predicación del Beato: dar gracias por la fe de esas gentes humildes que, aun hoy día acuden a su sepulcro llenas de confianza, porque Dios da su herencia a los que viven en gracia.
            EL evangelio está tomado de Lc.12,8-12: "Yo les digo: Si uno se pone de mi parte delante de los hombres, también el Hijo del Hombre se pondrá de su parte delante de los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante de los hombres, será también negado él delante de los ángeles de Dios. Para el que critique al Hijo del Hombre habrá perdón, pero no habrá perdón para el que calumnie al Espíritu Santo. Cuando los lleven ante las sinagogas, los jueces y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir; llegada la hora, el Espíritu Santo les enseñará lo que tengan que decir". El P. Tiburcio Arnaiz fue un intrépido apóstol que pasó por encima de los temores de un tiempo convulso que perseguía la Religión. El siempre realizó su ministerio mirando hacia adelante. Las gentes necesitaban de un testimonio, y el P. Arnaiz lo fue

            LA LECTURA CONTINUADA es muy importante en la secuencia que estamos llevando. Moisés pregunta a Dios su nombre para poder decirle a los israelitas de Egipto quien es el que lo envía. Y Dios responde con una palabra que lo mismo es evasiva que definitoria: Yo soy el que soy. Irás y le dirás: Yo-soy me envía a vosotros. El Dios de vuestros padres Abrahán, Isaac y Jacob me envía a vosotros. Para unos el “Yo soy el que soy” es una manera de no decir su nombre. Para otros es la gran definición: YO SOY: el que siempre ES y no puede fallar. El que ES y SERÁ: “Yo seré contigo”. Y los israelitas te harán caso.
            Al Faraón le dirás: Dios nos ha encontrado, y nosotros tenemos que hacer viaje de tres jornadas para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. El Faraón no os hará caso, pero Yo –dice Dios- extenderé la mano y haré prodigios en medio de Egipto, y entonces os dejará marchar. Dios se ha tomado en serio la liberación de su pueblo.

            El evangelio (Mt.11,28-30) vuelve a ser corto pero de mucha enjundia. Jesús afirma palabras que emocionan y tranquilizan: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera. Es para desmenuzar en oración personal cada frase de ese texto. Lo primero es “venir a mí”: ir a Jesús, el gran secreto de la paz. Ir a Jesús “los que estáis cansados y agobiados”…, los que la vida angustia y aprisiona: Ir a Jesús es experimentar el consuelo y la tranquilidad, el abrazo de quien se hace cargo de nuestros padecimientos, porque Jesús “es manso y humilde en las entrañas de su propio corazón”. Y no es que Jesús nos soluciona los problemas y sigue la vida como una balsa de aceite. Lo que hace es mitigarlos, suavizarlos…, meter él su corazón en el nuestro como un Cireneo que suaviza nuestras cargas. Porque “mi yugo es suave y mi carga ligera”.  Finalmente: “aprended de mí”. Jesús no es monumento para admirar. Es una vida para seguir y aprender la nueva realidad. En efecto: esto no lo da la ciencia; esto es el fruto de la oración que penetra en el interior de Jesús.

2 comentarios:

  1. Siempre y ahora que están muchos de vacaciones, el mejor consejo para el descanso, es el que nos da hoy Jesús:Venid a Mí.(Un tiempo más de oración)y aprender de Mi siendo manso y humilde (Una visita a familiares y amigos sin ser el centro de atención)y encontraréis paz( un rato de lectura o buena música,un paseo con la mujer,una película con valores etc) descansará nuestra alma con paz y alegría.

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  2. Ciertamente es verdad que en Jesucristo encontramos nuestro alivio y descanso.

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