miércoles, 27 de julio de 2011

"DIOS ES ALEGRE"

Entrecomillo el título porque es el de un libro de hace ya unos cuantos años. Debió salir después del Concilio, y lo publicó la editorial religiosa PPC. Lo leí en el confesionario en mi primer destino en Huelva, y había momentos en los que casi tenía que esconderme tras la ventanilla lateral por la buena índole de aquellos chistes religiosos.


El libro tenía muy poca lectura como tal, y su "tesis", si es que pudiera decirse así, era que DIOS ES ALEGRE, muy lejos del esterotipo de un Dios con el que hay que poner cara de pena cuando se recibe la COMUNIÓN, o ese falso concepto de un Dios que es el autor de los sufrimientos que padecemos: "Dios te quiere mucho cuando padeces esas cosas".


Y "DIOS ES ALEGRE" se desarrollaba en chistes de tema religioso. Pero ya he dicho: de buena índole. No perdían nada de gracia, pero tampoco caían en algo que pudiera molestar. Que Dios es alegre es algo inherente a la esencia de Dios, aunque haya costado tanto tiempo aceptarlo, ¡y lo que aún se tardará en comprenderlo! Aquello de que "un santo triste es un triste santo", debe sentirse a fortiori al hablar de Dios, al concebir a Dios, al hablar del Dios verdadero.


Me he asomado a Internet para buscar "chistes religiosos" (para el BOLETÍN mensual). Y no he podido aprovechar nada porque cada uno es más irreverente que el anterior. No expresa al Dios alegre sino la burla sobre Dios o lo que toca a Dios. Eso ya no es DIOS ALEGRE sino dios-pelele al que los humanos podemos hacer objeto de nuestras mofas de mal calibre. Y la pregunta que me suelo hacer para distinguir es si ese chiste -contado sobre mi padre o sobre mi madre- me gustaría, me haría gracia. Y cuando advierto que heriría la memoria de mis padres, ya sé que no es una expresión alegre de Dios sino una chabacanería. Y para mí DIOS ES ALEGRE, muy alegre, PERO ES DIOS. Y ante Dios, mi Dios, mi Padre, que me ama, a quien amo, lo abrazo con el alma y me arrodillo con el corazón. Y allí puedo seguir riendo de veras porque Dios es en Dios de alegría que se manifiesta en la alegría y encaja con los alegres. Y a los tristes, les debe levantar una sonrisa que al menos quiten la cara de vinagreta de quienes no saben reírse.


Los psicólogos recomiendan muchas veces mirarse al espejo cuando está uno disgustado y descubre la cara tan inexpresiva o de técnicamente "idiota", que tiene el que está triste, proclivemente triste. Dicen esos entendidos que el movimiento de las comisuras de los labios hacia las orejas es una medicina para ellos. Entre otras cosas porque en ese momento que se miran al espejo, acaban riéndose de sí mismos, y con ello disipan aquel entrecejo que los tenía tan "tristes". Hoy día la "risoterapia" es un elemento usado para ir elimnando tensiones y visión negra de la vida.


Por eso aquel libro me hizo mucho bien porque también puede uno reírse ante un chiste de tema religioso, cuando es respetuoso, cuando va de buena índole. Y posiblemente en el secreto último de la difícil psicología humana, está una raiz profunda: QUE UNO SEPA REÍRSE DE SÍ MISMO. Quizá lo más difícil de un chiste.

3 comentarios:

  1. Voy ahora mismo corriendo a mirarme en el espejo. Ya os contaré, je je je.

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  2. Dios es alegre. O DIOS ES ALEGRÍA. O Dios es fuente de alegría. O un signo de Dios es la alegría. O una manera de distinguir lo que es de Dios y lo que no lo es, está en la alegría. La alegría interna. Alegría que se sobrepone a posibles dificultades. Alegría que no elimina el sufrir sino que se puede sufrir sin perder la alegría.
    Y como la cara es el espejo del alma, la alegría de dentro no tiene más remedio que salir fuera. Y "fuera" es -sobre todo- la sonrisa con la que uno acoge, ayuda, levanta el ánimo, o cura la pena de otro.
    Por eso ayuda el espejo. Porque refleja lo que se le pone delante. Pero, al mismo tiempo, provoca "gestos" en "ese" que tiene delante. Y si uno va con cara triste, melancólica..., el espejo no te resiste esa cara... Te levanta la sonrisa que destensa. Suaviza y atrae al otro. Y mostrarás AL DIOS ALEGRE, por la alegría que hayas contagiado.

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  3. anamari6610:35 a. m.

    Primero me gustaria saber cual es el titulo del libro, para poder leerlo tiene que estar bien.

    Segundo, pues muchos catolicos no somos precisamente la alegria de la huerta, nada mas que hay que ver las caras de muchos cuando van a misa parece que estan en un funeral, y estamos celebrando el dia que Cristo resucito.

    esto es muy importante por que sino somos alegres, los de fuera van a ver que no somos felices y que Cristo no es la felicidad.

    yo deje la iglesia por que en mi familia supercristiana y supercatolica no les veia felices y esta aptitud no me invitaba a ir a misa o conocer mas a la iglesia.

    quizas hay que trabajar en esto para poder evangelizar.

    no es que estemos todo el dia riendonos como un tonto, pero que tampoco parezcamos tumbas.

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