¡Corazón de Jesús!
Aquí tienes a este grupo de fieles amantes de tu Sagrado Corazón, y que permanecen hasta este momento final, representando a los otros muchos que te han acompañado en diversos trayectos de tu recorrido por las calles de Málaga.
No he podido menos, durante el recorrido, ¡Corazón de Jesucristo!, que tener presente en estas horas de tu paso por las calles, el Evangelio de la Misa de hoy, donde Tú te emocionabas ante una mujer sencilla que te alabó y te piropeó, diciéndote en la forma más castiza: “¡bendita sea la Madre que te crió!”.
Tú encontraste la diferencia entre los orgullosos fariseos o los poderosos económicos..., a todos los engreídos de sí mismos, y que todo se lo saben..., y -entonces- no creían en Ti. La soberbia, la autosuficiencia, el engreimiento, se llevan mal contigo.
Enfrente de esas, la persona sencilla, la que es capaz de emocionarse contigo, y es capaz de seguirte, y de confiar en Ti...: la mujer aquella, o aquellos hombres, aquellos niños o aquellos mayores y aquellos jóvenes, que se encontraban contigo y descubrían tu bondad..., tu Corazón..., y CREÍAN EN TI.
Y he ido meditando a solas, en mi silencio (como debe ser una procesión), cuántas personas sencillas te han acompañado hoy con fe. Unos, desde los balcones, otros apiñándote cerca de Ti; otros llevándote a hombros, portando las banderas, el agua refrescante, el incienso, las velas, o solemnizando tu paso con su música.
He meditado en ese Grupo ejemplar, constante, responsable de que Tú hayas salido hoy a la calle, y que le ha costado meses, días de fiesta, noches..., con un trabajo que sólo ellos saben...
Y he meditado en ese otro GRUPO DEL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN, de esta Iglesia, que se ha reunido mes tras mes, aportando su ayuda económica, y orando y formándose, y siendo el alma espiritual de este evento que estamos ya terminando, tras una Novena, reflexiones mensuales en la ESCUELA DE ORACIÓN, grupo que ha ido creciendo y que hoy es ya una realidad que abarca muy diversas edades.
Una invitación hago en tu Nombre, ¡Corazón de Jesús! a quienes POR AMOR A TI, por deseo de conocer más intensamente tu Corazón, y precisamente por ser de esas personas sencillas que a Ti tanto te agradan, se quieran añadir el próximo curso, los primeros y terceros viernes de cada mes.
Una invitación muy directa a vosotros, Hombres de trono, a quienes se os ha hecho llegar un sueño...; sí: VAMOS A SOÑAR, porque más de uno y más de 10..., de vosotros estáis queriendo en vuestras edades tan abiertas a lo mejor de la vida, encontrar un modo que os adentre en esa fe vuestra, y deis más pleno sentido a la emoción que experimentáis al llevar sobre vuestros hombros la imagen bendita del Sagrado Corazón. ¿No podemos pensar todos que ese sueño es también tu sueño, ¡CORAZÓN DE JESÚS?
De los sueños a la realidad hay muchas veces la mínima distancia del PODER y del QUERER. Por supuesto, del quererte a Ti..., del AMARTE A TI. Que te aman estos jóvenes y estas personas que te acompañan, nadie duda. Si llegan a PODER, pienso, Corazón de Jesús, que tienes seguros el próximo curso a un buen grupo de todos estos que hoy te acompañaron o te llevaron, para hacer posible esa oportunidad de MEJOR CONOCERTE Y MEJOR AMARTE.
¿Puedo decirles en tu Nombre, CORAZÓN DE JESÚS, que LOS ESPERAS en esos primeros viernes de cada mes?
Vas a escuchar su respuesta ahora, salida del fondo de sus almas:
¡VIVA EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS!
Aquí tienes a este grupo de fieles amantes de tu Sagrado Corazón, y que permanecen hasta este momento final, representando a los otros muchos que te han acompañado en diversos trayectos de tu recorrido por las calles de Málaga.
No he podido menos, durante el recorrido, ¡Corazón de Jesucristo!, que tener presente en estas horas de tu paso por las calles, el Evangelio de la Misa de hoy, donde Tú te emocionabas ante una mujer sencilla que te alabó y te piropeó, diciéndote en la forma más castiza: “¡bendita sea la Madre que te crió!”.
Tú encontraste la diferencia entre los orgullosos fariseos o los poderosos económicos..., a todos los engreídos de sí mismos, y que todo se lo saben..., y -entonces- no creían en Ti. La soberbia, la autosuficiencia, el engreimiento, se llevan mal contigo.
Enfrente de esas, la persona sencilla, la que es capaz de emocionarse contigo, y es capaz de seguirte, y de confiar en Ti...: la mujer aquella, o aquellos hombres, aquellos niños o aquellos mayores y aquellos jóvenes, que se encontraban contigo y descubrían tu bondad..., tu Corazón..., y CREÍAN EN TI.
Y he ido meditando a solas, en mi silencio (como debe ser una procesión), cuántas personas sencillas te han acompañado hoy con fe. Unos, desde los balcones, otros apiñándote cerca de Ti; otros llevándote a hombros, portando las banderas, el agua refrescante, el incienso, las velas, o solemnizando tu paso con su música.
He meditado en ese Grupo ejemplar, constante, responsable de que Tú hayas salido hoy a la calle, y que le ha costado meses, días de fiesta, noches..., con un trabajo que sólo ellos saben...
Y he meditado en ese otro GRUPO DEL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN, de esta Iglesia, que se ha reunido mes tras mes, aportando su ayuda económica, y orando y formándose, y siendo el alma espiritual de este evento que estamos ya terminando, tras una Novena, reflexiones mensuales en la ESCUELA DE ORACIÓN, grupo que ha ido creciendo y que hoy es ya una realidad que abarca muy diversas edades.
Una invitación hago en tu Nombre, ¡Corazón de Jesús! a quienes POR AMOR A TI, por deseo de conocer más intensamente tu Corazón, y precisamente por ser de esas personas sencillas que a Ti tanto te agradan, se quieran añadir el próximo curso, los primeros y terceros viernes de cada mes.
Una invitación muy directa a vosotros, Hombres de trono, a quienes se os ha hecho llegar un sueño...; sí: VAMOS A SOÑAR, porque más de uno y más de 10..., de vosotros estáis queriendo en vuestras edades tan abiertas a lo mejor de la vida, encontrar un modo que os adentre en esa fe vuestra, y deis más pleno sentido a la emoción que experimentáis al llevar sobre vuestros hombros la imagen bendita del Sagrado Corazón. ¿No podemos pensar todos que ese sueño es también tu sueño, ¡CORAZÓN DE JESÚS?
De los sueños a la realidad hay muchas veces la mínima distancia del PODER y del QUERER. Por supuesto, del quererte a Ti..., del AMARTE A TI. Que te aman estos jóvenes y estas personas que te acompañan, nadie duda. Si llegan a PODER, pienso, Corazón de Jesús, que tienes seguros el próximo curso a un buen grupo de todos estos que hoy te acompañaron o te llevaron, para hacer posible esa oportunidad de MEJOR CONOCERTE Y MEJOR AMARTE.
¿Puedo decirles en tu Nombre, CORAZÓN DE JESÚS, que LOS ESPERAS en esos primeros viernes de cada mes?
Vas a escuchar su respuesta ahora, salida del fondo de sus almas:
¡VIVA EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS!
Aunque estoy de vacaciones en este blog, vacaciones merecidas, no puedo dejar de pasar esta oportunidad para felicitar desde aquí a TODOS los que han hecho posible QUE LA IMAGEN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, recorra las calles. Acabo de acompañar yo también, y me siento físicamente cansado, pero lleno de GOZO Y ALEGRÍA, de ver tantas y tantas personas unidas y trabajando juntas en una misma dirección, y con un mismo objetivo. Llegar a la meta. Llegar a la Iglesia. Ahora nos queda una meta más que afrontar, queridos hermanos. ¿Porqué no profundizamos juntos el próximo curso en el CONOCIMIENTO DE JESÚS Y DE SU SAGRADO CORAZÓN? Te hablo a ti, desde mis 40 años, y desde mi convencimiento que JESÚS te tiene preparada grandes cosas y grandes sorpresas para el próximo año. Quiere tener contigo una relación íntima y personal, y quiere valerse de los instrumentos que tenemos al alcance desde Septiembre. Reunión los primeros viernes y los terceros viernes. Yo, que disfruté con vosotros en esta salida a las calles, OS INVITO DE TODO CORAZÓN a vivir una aventura maravillosa.
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte. Yizreel
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