LA PAZ
En
evidente que todo gesto repetido muchas veces pierde su contenido con relativa
facilidad y se convierte en rutinario e incluso vacío.
El
gesto de la PAZ empieza porque debe ser sólo un GESTO. No tiene que ser, ni así
lo quiere la liturgia, el “todos a todos”, el remolino. Para significar
basta el signo. Y para no significar,
sobra.
LA
PAZ que se da presupone que SE TIENE.
Las gentes que se dan la paz cada domingo, quizás tendrán que plantearse
qué paz hay en su alma…, con sus deudos…, con sus vecinos… A veces –digo yo frecuentemente- habrá que alargar la mano de forma que en la
intención, en lo hondo del alma, vaya uno muy distante del templo…, a otras
personas que no están allí al lado…, a otros que pueden tener algo contra mí…, y a los que yo necesito ir con la
decisión profunda del alma. A mí me mata
la persona que da la paz (es un decir) y le bastan los minutos que separan de
la salida de la iglesia (que también pide ya aplicar esa paz…, ese IR EN PAZ), y que sin embargo se salga
murmurando, ¡tantas veces auténticas minucias!..., pero emborrizados en el
maldito vicio de hablar mal de los otros…, quizás a propósito de la misma
Misa. La pregunta es muy clara: ¿Tu estás en paz?, ¿qué paz has dado?, ¿realmente no has hecho
un gesto “profano” o profanador de lo que Cristo tanto enseñó y practicó, y
puso como distintivo de estar Él en medio?
Yo
creo que hay que ahondar mucho este GESTO.
Y hasta a veces siente uno el rechazo a invitar a “dar” ese gesto,
cuando sabe uno que hay tensiones, evidentes repulsas personales, ausencia de
tal paz entre dos que –en realidad- vacían el gesto con solo utilizarlo.
Y no
se olvide que estamos ante la ANTESALA DE LA COMUNIÓN… Vamos: que lo verdadero o falso de ese gesto de paz,
está condicionando la misma COMUNION, para que sea celebrar la Cena del Señor.
Y dicho así…, más bien un poco escalofriante y por supuesto plantea una
interrogación muy fuerte.. También, POR SUPUESTO, no dijo nunca Jesús que como no soy digno, no entres en mi casa…,
sino que hay que enfrentarse de verdad a la Palabra de Jesús para llegar a
hacerse dignos (o dejar a Jesús espacio para que nos vaya purificando) y
podamos llegar más dignificados a la participación eucarística e ÚNICO Y ÚNICO
CUERPO…
LITURGIA DEL DÍA
Si
grande fue ayer las BIENAVENTURANZAS como síntesis que refleja en nosotros la
propia imagen de Jesús, hoy nos lleva Jesús a la realidad dinámica de su
Presencia…, de su PALABRA EFICAZ Y PENETRANTE.
Sois
la luz del mundo; sois la sal de la tierra. Y si LUZ, hemos de alumbrar, y estar donde
alumbremos, y ser partícipes del propio Jesús que es LUZ. No podemos estar metidos bajo nuestro
resguardo, en donde no nos altere nadie.
No podemos permanecer a oscuras, ni dejar de alumbrar. O de ser luz de fuego como chispa en el
bosque…,y por tanto “obligadamente” apóstoles del Evangelio.
Y si Sal
de la tierra, estamos llamados a condimentar…, a servir para algo…, a
no quedar sosos y sin salar…; dejando pudrirse algún alimento que hubiera
curado con nuestra sal de creyentes…
Así luzcan vuestras obras que, los que las
vea, alaben al Dios del Cielo.
Hasta
puede haber paganos que lo hagan mejor… Como aquella mujer viuda de Sarepta….,
que tanto les pico a los oyentes de Nazaret, el día que Jesús vino a ponérsela
delante a ellos que se consideraban los “privilegiados”…, y se quedaron hasta
sin Jesús.
Magnifico éste punto de vista de La Paz, y me viene a la memoria la explicación de Jesús "si tienes algo contra tu hermano, deja tu ofrenda al pie del altar , ve reconciliate con él..." debe estar relacionado intimamente.
ResponderEliminarPienso que si cumplieramos éste mandato y por tanto estuvieramos en PAZ con los demás los templos estarían todavía mas vacios de lo que están.
Creo que lo que podemos hacer es ir al templo y pedir perdón como hizo el publicano y esperar que en la misericordia de Dios algún día podamos salir confortados.
La unica exigencia del padre nuestro es que perdonemos ...Podría habernos mandado mucho más .¿Cual es la razón ?
ResponderEliminar