LITURGIA DEL DÍA
Se
levaría la palma el texto evangélico por ser el principio máximo y decisivo de
toda actitud religiosa. Y eso podría decirse
en cualquier “religión” que fuera verdadera RE-LIGIÓN. Como otras veces he explicado, la palabra
RE-LIGIÓN pude derivarse de varias posible raíces: Re-ligión, de “religar”,
que supone un estar especialmente ligado
a un ser superior. O de la palabra “releer”,
ue daría el sentido e una lectura diferente, a partir del reconocimiento de que
lo humano no puede interpretarse desde la humano; tiene que tener una especial referencia a
alguien superior y distinto. También de “relación” Lo humano en necesaria relación y dependencia
de otro mayor que él, que tiene más poder, más sabiduría, más visión. Un
auténtico referente para su modo de vivir.
Israel
ha recibido una revelación, y su
Dios no es solamente alguien que está por encima, o que dicta nueva lectura o
con quien debe relacionarse. Es Dios que está por encima de todo, y que es
sumamente Bueno, y con quien relaciona una fuerza y razón de AMOR. Y que está tan por encima de toda
característica humana, que hace saltar ese amor que a Él se le debe, por un
AMOR HACIA LOS OTROS HOMBRES, nuestros compañeros de camino. A Dios, con
todo el corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas y con todo
nuestro ser. Eso tiene que ir
grabado imborrablemente en el pensar y sentir humano. Sintetizado en el AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS
COSAS. Pero tan amplio que, como
el amor a Dios se abre a todas sus criaturas, al prójimo hay que amarlo como a
uno mismo. Dos mandatos de amor
que quedan simplificados en UN MANDATO, porque amar a Dios y no a los
semejantes, sería una mentira.
Gran
1ª lectura de la exhortación vibrante de San Pablo a su discípulo Timoteo: Base de arranque: el recuerdo de Jesucristo, siempre y primeramente, con su historia
de redención. Y eso, aunque cueste la cárcel
y la vida, porque la Palabra de Dios no
está encadenada. Yo lo estoy, dice Pablo desde su prisión, por tal que
ellos alcancen la salvación. Jesús siempre permanece fiel. Vive el Evangelio y sé fiel al Evangelio. Con
él, recuérdales que no se pierdan en discusiones inútiles, catastróficas, de
palabras. Que ante Dios quedes aprobado por tu fiel presentación del Evangelio,
aunque otros no lo quieran. Sé un obrero
fiel de la causa que se te ha encomendado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡GRACIAS POR COMENTAR!