15
Corazón de Jesús, el de vida sumisa en
Nazaret y anonadada obediencia hasta la muerte
de Cruz. Frente al ansia sin
límites de independencia de los tiempos actuales, nos presentas la obediencia
como tu virtud preferida.
Concédenos
que procedamos con el amor y el empuje de quien encuentra en obedecerte la
máxima expresión de libertad y el supremo acto del querer.
Que
en todas las obligaciones, gratas o difíciles, sepamos descubrirte a Ti bajo el
gesto y la voz de quien nos haya de dirigir, que son la manifestación concreta
y actual de tu voluntad,
Danos fuerzas para hacernos indiferentes,
no con una indiferencia de insensibles, ni con la amargura del hombre echado al
surco por las críticas o el miedo al fracaso, sino con la indiferencia
cristiana llena de iniciativa y de entrega a tu voluntad.
Frente
a los enemigos de Dios, que con criminal astucia se esfuerzan en excitar las
inmoderadas ansias del hombre para inducirle a rebelarse contra la autoridad
que les has puesto y aun contra la Iglesia, nosotros aceptamos la autoridad,
no sólo como defensa del orden social y religioso, sino también como fundamento
de nuestra santificación personal.
Pondremos
toda la intención y fuerzas en que nuestra sencillez de corazón sea en todo
perfecta, hasta merecer gustar de esa paz y tranquilidad del humilde, y se
siente guiado por Ti, buen Pastor, que conduces por los caminos rectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡GRACIAS POR COMENTAR!