Un cuerpo con
muchos miembros
De forma menos desarrollada
que en otro lugar, la carta a los efesios nos presenta ya las líneas maestras
de esa concepción genial que tiene Pablo sobre la comunidad cristiana, como
miembros diversos, con diversa función, pero formando un solo cuerpo. Ese
cuerpo tiene por cabeza a Cristo, que es quien armoniza y ajusta al cuerpo, a
través de junturas que lo nutren, cada miembro actuando según su función, pero
todos unidos en el único cuerpo de Cristo.
En él, hay apóstoles, evangelistas, doctores y pastores que
orientan el buen funcionamiento. Pero el cuerpo está constituido por todas las
personas, con sus diferentes carismas. Pero todos orientados a la plenitud, a
la medida de Cristo, para no ser niños que se mueven al capricho sino dirigidos
a realizar la verdad en el amor. Incluso los carismas, no están en cada cual
para su provecho personal sino todo va orientado a un bien común. Jesús
ascendió al Cielo para llevar hasta a las alturas –cautivados por Él- a toda la
humanidad. Para eso bajó primero, para elevar a la comunidad por encima de los
cielos.
El Salmo de hoy apoyará ese sentir nuestro que, llenos de alegría, vamos a la Casa del Señor.
El Evangelio debería ser obligado a aprender y grabar en la
mente de todo cristiano. Jesús sale al paso de una falsa idea de Dios, muy
difundida aún ahora entre muchos cristianos y gentes espirituales. Jesús
corrige la idea de quienes consideran “castigos de Dios” las desgracias que
suceden en la vida humana. Ni aquellos galileos que perecieron bajo la veleidad
de Pilato…, ni aquellos desgraciados sobre quienes se derrumbó la torre de
Siloé, eran más pecadores que los que no sufrieron esas desgracias. Dios no
estaba haciendo aquello ni aprobando aquello. Esas situaciones se producían “con
el dolor del Corazón de Dios”.
Lo que sí advierte Jesús que quien no se vuelve a Dios y al
evangelio, queda fuera del Reino. Pero no es porque Dios les cierra el paso,
sino porque ellos no dan ese paso de acogida del Reino de Dios.
Y parece que salta a otro tema al hablar de aquella higuera
infructuosa, pero de hecho se está manteniendo perfectamente en la línea de lo
que acababa de explicar. La higuera que no da fruto y está esquilmando el
terreno, sería digna de ser cortada. Humanamente se haría porque ¿para qué se
quiere? Sin embargo de parte de la mirada de Dios no se toma esa drástica
decisión, porque Dios siempre da nueva oportunidad mientras es tiempo. Y Jesús
se pone en esa mente del agricultor que tiene cariño a cada planta de su huerta
y todavía va a esperar un año… Un año de especial atención y cultivo a esa
higuera… [La higuera era un símbolo de Israel]. No representa Cristo ni Dios a
la impaciencia humana que donde está el fallo se asesta el golpe. Hay todavía
una esperanza…, un trabajo y dedicación mayor. Y si después de todo eso sigue
estéril, entonces la cortas…
Cada suceso, por desgraciado que sea, no es un “castigo”, “una
prueba” de Dios. Es una realidad a través de la cual la persona ha de elevar su
pensamiento a Dios. Porque más allá del suceso, lo que sí vamos a encontrar siempre
es el Corazón de Dios que espera paciente y paternalmente… Y que nos deja cada
año ese “nuevo año” –nueva oportunidad-… Porque aún de las situaciones más
penosas, puede Dios sacar provecho de esa higuera.
Los carismas. Yo los entiendo como aquellas cosas que Dios ha puesto en cada alma, y todos tenemos algo. Lo que cada uno tiene sirve para ponerlo al servicio de los demás. Que existan diversos carismas no justifica en ningún caso la división y la separación por clases de carismas, o que mis carismas son superiores a los tuyos, sino que todos son importantes, útiles, y están ordenados a la edificación del Cuerpo de Cristo, la Iglesia, cumpliendo así el mandato de Dios.
ResponderEliminarTermino de ver la ceremonia de la toma de posesión del nuevo Obispo de Madrid.Eucaristía solemne .y haciendo meditación de la lectura continua, me he detenido en el SALMO.Suelo apoyarme en ellos para mi oración .
ResponderEliminarEl salmo de hoy."DEL SEÑOR ES LA TIERRA .....Y TODOS SUS HABITANTES
El creyente,admira el poder, la grandeza y la sabiduría de Dios,pero no podemos quedarnos ahí.Tenemos que reconocer y admirar la BONDAD de DIOS que prepara la tierra para el hombre, con todos los detalles de fertilidad y hermosura.
"¿QUIEN PUEDE ENTRAR EN EL RECINTO SACRO?
Es una invitación a examinar la inocencia de nuestras manos (nuestras acciones) y la honradez de nuestras intenciones ( puro corazón).Si no podemos visitar el templo de nuestra ciudad, podemos tener presente las palabras de San Pablo :"NO SABEIS QUE SOIS TEMLPOS DE DIOS Y QUE EL ESPIRITU DE DIOS HABITA EN VOSOTROS"?
Señor Tú que pasaste por este mundo haciendo el bien con manos inocentes y puro corazón,haz que aquellos en que habitas por la fe,imitemos tu vida de bondad y podamos penetrar contigo a través de las puertas eternas de tu GLORIA.