16 octubre: Una liturgia interesante

Hoy celebra la Iglesia el recuerdo litúrgico de Santa Margarita María de Alacoque, Religiosa francesa de la Congregación de la Visitación, muy ligada al culto al Sagrado Corazón de Jesús.

 Visiones complementarias

          Comienza la carta a los fieles de Éfeso. Tiene una introducción solemnísima, cuya dificultad de lectura está en los muchos incisos que utiliza el apóstol, pero que si se detiene uno sobre ese exordio, realmente es un compendio esencial para la catequesis cristiana.

          Os deseo la gracia y la paz de Dios y de Jesucristo.

          Bendito sea el Padre de Jesucristo que nos ha bendecido con toda clase de bienes espirituales y celestiales. La bendición es Cristo.

          Dios nos ha elegido desde antes de la creación del mundo para que fuésemos santos e irreprochables por el amor.

          Es pura iniciativa gratuita de Dios que seamos hijos suyos (hermanos de Jesucristo) y esa abundante Gracia de Dios redunda en alabanza suya.

          Y ésta es la gracia suprema: que hemos sido redimidos por Jesucristo, por su sangre.

          Ese tesoro de gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche a favor nuestro, para darnos a conocer el misterio de la salvación que quiere Dios.

          Y ese proyecto se realiza por medio de Jesucristo en el momento culminante (la redención).

          Y se realizará en plenitud cuando toda nuestra vida (y la vida del mundo entero) quede recapitulada (hecha un solo capítulo…) con la vida de Cristo [cuando nuestra vida quede identificada con la vida de Cristo].

          El Evangelio presenta la realidad contraria: los fariseos y doctores representan la negativa a ese plan gratuito de Dios. Ellos van por la ostentación y la hipocresía. En vez de dejarse “recapitular” por Cristo, levantan mausoleos a los profetas que sus mismos antepasados mataron porque anunciaron la verdad de Dios. Y son ya el presagio de lo que van a a hacer ellos mismos con los nuevos profetas y apóstoles… El Profeta fundamental es Cristo (y ya se sabe lo que hicieron el Él). Así demostráis vuestra “sabiduría” que es tan distinta a la sabiduría de Dios. Pero se os pedirá cuenta. ¡Ay de vosotros que os quedáis con la llave del saber…! [Sólo vale lo que vosotros sabéis y no dejáis espacio a la verdad de los otros].

          Reacción de los aludidos: la “lógica”. Jesús decía las cosas irrefutables, y no se las podían discutir. Lo que sí podían era acosarlo, tirarle de la lengua con preguntas capciosas, a ver si le cogían en alguna contradicción.

          Ésta es la “reacción suave”. Porque más allá está repetidamente escrito en el evangelio que sus intenciones iban a quitarlo de en medio, porque resulta molesto quien dice la verdad.

          Leer todo eso puede resultar más o menos aclaratorio o más o menos sugerente. La realidad que a cada uno nos incumbe es irnos viendo reflejados en aquellas cosas que el Evangelio de hoy nos ha puesto delante. Y saber descubrir  la contraposición que hay entre eso y la visión luminosa y esperanzadora del exordio a la carta a los efesios.