Hoy es PRIMER VIERNES DE MES. Día elegido como día de
oración del Papa, día que en el mundo entero se concentra la oración por las
intenciones del Papa. En este mes, la intención
universal para creyentes y no creyentes, es que los países que acogen
refugiados y desplazados, sean apoyados en su esfuerzo de solidaridad. La intención por la evangelización se
dirige a sacerdotes y laicos para que colaboren juntos en el servicio de la
comunidad, y que no caigan en la tentación del desaliento.
Liturgia
San Pablo le dice hoy a los fieles de Filipos que sigan su ejemplo y que se fijen en los que viven según el modelo que
tienen en él. (3, 17 a 4, 1). Parecería un engreimiento del apóstol pero en
realidad lo que pretende es contraponer la situación de los que han optado por
vivir según el mundo: como enemigos de la
cruz de Cristo, y que su paradero es la perdición, su dios es el vientre y su
gloria sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Eso es lo que Pablo
pretende contrapesar y por lo que llega a pedir que se fijen en él y que sigan
su ejemplo.
Porque nosotros, por
el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un salvador, el
Señor Jesucristo. Él transformará
nuestra condición humilde según el modelo de su condición gloriosa.
Aquí es donde quiere llegar Pablo. En realidad, por decirlo así, en pocas
palabras ha cambiado el objetivo de la mirada; ya no es “el modelo que tenéis
en mí” sino el modelo de Jesucristo
glorioso, que es hacía lo que nos ha orientado Jesús, que posee esa energía para someterlo todo.
Y la conclusión, pues, ya no es que lo miren a él sino que
se mantengan en la presencia de Jesucristo.
El evangelio es de Lc. 16, 1-8, un texto que sale por donde
menos se espera, porque al administrador aquel, tramposo e injusto, no sólo
cuando administra los bienes de su amo sino todavía más tramposo cuando lo
despide, parecería que la parábola debiera concluir con una fuerte condena de
Jesús.
Sin embargo Jesús ha sacado otra conclusión: el mérito de
aquel administrador fue su astucia…, su saber agenciarse una solución cuando
quedaba despedido por su mal hacer. Dice Jesús que el amo lo despide pero le
admira el arte que se ha dado para solucionar su situación.
No es que Jesús aprueba aquella nueva trampa. La lección
que quiere sacar Jesús, y que quiere que saquemos, es buscar remedios a la
contrariedad…, buscar propósitos para mejorar…, tener inventiva para salir de
nuestros atolladeros. Que si sabemos hacerlo en las cosas humanas y para
nuestro provecho, también tenemos que saber hacerlo en lo espiritual…, en la
solución de nuestros defectos…, en poner remedios en nuestras faltas y malas
tendencias. Pretende enseñar Jesús que no ocurra que los hijos de las tinieblas sean para sus soluciones más sagaces y
decididos que los hijos de la luz para poner remedio a sus males, a sus
defectos.
Con frecuencia escuchamos a las gentes decir: “no puedo”
cuando se trata de abandonar una mala situación personal. “No puedo romper con
tal ocasión”, “no puedo evitar tal vicio”… Y dice Jesús: en lo humano removemos
Roma con Santiago para solucionar los problemas. ¿Por qué no tomamos el mismo
interés y decisión para solventar los fallos pecaminosos?
A eso iba la parábola. Y si despista al principio, luego -cuando
se le sigue con atención- está dándonos una lección muy importante. La queja de
Jesús es que ciertamente los hijos de
este mundo son mucho más astutos con su gente que los hijos de la luz. Es esa penosa experiencia que todos
comprobamos cuando miramos fuera de nosotros, y es que la inventiva para el mal
parece no tener límites. Y sin embargo los creyentes andamos un tanto dormidos
para inventar el bien. Pero más al
fondo aún, como se ha explicado, somos más torpes de la cuenta para buscar y
aplicar los remedios que necesitamos poner a nuestras fallas. Quizás los
imaginamos posibles de aplicar por “los otros” para corregirse, pero a la hora
de la verdad nosotros no acabamos de poner las soluciones en nuestros casos
personales.
El apóstol San Pablo habla como si estuviera pagado de sí mismo, porque lo está: habla guiado por el Espíritu Santo que quiere que todos los hombres se salven. San Pablo reconoce que no se pertenece porque está enteramente entregado a Dios, que vive en una contínua comunión vital con Él y, el Señor lo guía a donde quiere para la salvación de los hermanos. Esta orientación expresa el ideal de la santidad apostólica y, no se consigue de hoy para mañana; exige un fatigoso esfuerzo en el día a día una total apertura a Dios y a su voluntad interpretada desde la Oración, ya que es sobre todo en la oración donde el Espíritu Santo instruye, ilumina y fortalece la voluntad del hombre para plegarse a la voluntad de Dios. Y San Pablo ha debido de tener una experiencia profunda de Él para llegar a captar los "gemidos inefables del Espíritu que ruega en el corazón de cada cristiano y lo pone en actitud de hijo en presencia del Padre celestial...Aún no sería suficiente, no bastarían la oración y los actos religiosos, debe estar penetrada e inspirada toda la vida cristiana para que se desarrolle bajoel influjo del Espíritu en la voluntad del Padre.
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