El próximo día 11 tiene lugar en Madrid el ENCUENTRO NACIONAL del
Apostolado de la Oración, con un importantísimo programa de RECREACIÓN del
Apostolado. Viene a Madrid el Secretario General –residente en Roma- para
exponer los puntos y bases de un planteamiento renovado del Apostolado de la
Oración.
Todos
son invitados.
Alguien interesado en asistencia, comunique cuanto
antes con el P. Cantero, o a APOR, Dirección Nacional: apostolado@planalfa.es . La matrícula se cierra el día 7.
Sois de Cristo
y Cristo es de Dios
Una
de las expresiones más vivas en San Pablo nos llega hoy al final de la lectura
de 1Co, 3, 18-23: Todo es vuestro; vosotros de Cristo, y Cristo de Dios. Casi podríamos ponerlo como un mural
en la puerta de nuestra habitación. Nos va a recordar constantemente algo
fundamental. Primero, aquello de: pruébalo
todo; quédate con lo bueno. Que entendido como Dios manda supone probar
todo dentro de lo lícito, sin vivir cuadriculados en un área empequeñecida (por
aquello de pretender siempre estarnos en “lo que se hizo siempre”). ¿Acaso la
fe no es mucho más amplia que la de asegurarnos un “rincón” sin peligros? Suele
ser tentador. Y hay determinadas facciones dentro de la amplia Iglesia que
prefieren estar agarrados al asidero que arriesgar en el alambre y sin red
(como los valientes). ¿Tendríamos el Evangelio de hoy –la llamada de Andrés,
Simón, Santiago y Juan- si no hubieran sido de los que arriesgan? Evidentemente
que la tentación fue la de Simón que prefería ser “pecador” y quedarse en su
barca, que no el emprender la aventura de dejarlo todo y seguir a Jesús. Pero
ellos no se quedaron, finalmente, aferrados a su barca, sus redes y su familia.
Hubo los arrestos necesarios para lanzarse. [Eso no lo hace hoy más que un
determinado número de cristianos –aun cualificados-, capaces de soltarse del
seguro y arrostrar el riesgo de la novedad. ¡Y la novedad es puro Evangelio!].
Pues
bien: probarlo todo va en esa línea.
Quedarse con LO MEJOR es lo propio de CREYENTES con mayúscula. (Yo no estoy
entre ellos. Y cada cual, que se mire a sí mismo).
TODO
ES VUESTRO. Y San Pablo no hace sino ponernos delante la creación entera y
decirnos: nada es malo en sí; lo malo lo hace la persona. Y lo malo viene
cuando el uso de la creación se convierte en abuso.
De
ahí que el metro-patrón sea: Vosotros
sois de Cristo. Por lo cual, en
tanto todo es nuestro en cuanto que nosotros somos de Cristo, y no podemos
irnos de la mano de Cristo…, pero ni quedarnos cortos. SOMOS DE CRISTO es un
desafío imponente, porque nos obliga a fijar los ojos en Cristo y hacer lo que
Él hace, mirar como Él mira, querer lo que él quiere, sentir con sus
sentimientos, arrostrar la cruz como él lo hizo.
¿Y
por qué lo hizo? Porque CRISTO ES DE DIOS, y solamente hace lo
que a Dios le agrada Y su alimento es hacer la voluntad del Padre. Eso queda patente y esa es la vida de
Jesús. Que contemplemos el Evangelio y nos deleitemos con la Persona de
Jesucristo, pero que no demos un paso sin entender que Jesús fue siempre en la
dirección que quiso Dios. Y Dios le cambió el paso más de una vez. Y Jesús se
plegó sin la menor resistencia. Ni necesitó que Dios le mandara. Le bastaba
saber que aquello agradaba a Dios.
Eso
les inculcó a sus discípulos. Y lo trasmitió con tal potencia de expresión que
su “Sígueme”
convertía a pobres pescadores del mar de Galilea en pescadores de hombres… Es más: en seguirlo A ÉL sin saber ni adónde ni a qué. [Porque hoy nos es muy fácil
saber su significado; pero aquellos hombres ¿qué podían entender de esa
llamada?]. Y aún propiamente habría que decir que ni conocían a Jesús lo
suficiente como para soltarse de manos a tantos metros de altura. ¡Es
impresionante!
Pues
ahora imaginémonos nosotros que pasa a nuestro lado un hipotético enviado de
Jesús, y nos pidiera mínimamente alguna cosa que nos saca de nuestras
habituales costumbres y “méritos” espirituales. Y nos dijera sin más: “Sígueme”. De seguro que tú y yo y el
99% de los hijos de vecina se queda “en su lugar descanso”. ¿Arriesgar? –No
“Que somos mayores”; “que no servimos”, “que yo qué puedo hacer ya”…
Exactamente la tentación de Pedro: “déjame tranquilo con mi ser pecador”; yo
con mis redes, mi libro de meditaciones, mi Misa…, mi apostolado (si lo tengo…,
o a “mi manera”), ya tengo bastante Y el tal “enviado” de Jesús seguirá solito
por las arenas de esta playa… [Y nos habremos quedado respirando…: por fin nos
quitamos el compromiso de encima].
Por
eso Pablo no construía una mera frase para ponerla en las estampas. Decía tanto
que bien merece la pena tomárselo en serio: Todo es vuestro; vosotros sois de
Cristo. Y Cristo es de Dios.
El pasaje del Evangelio de hoy , me trae muchos y buenos recuerdos. Fue mi entrada en el Apostolado de la Oración Yo creía que mi trabajo dentro de mi Parroquia era suficiente y me sentía satisfecha y realizada
ResponderEliminar.Pero lo que menos pensaba es que Jesús me pedía más. No olvidaré este pasaje que nos explicó el padre Cantero y que me hizo pensar"Rema mar adentro" Pensé me pides más. Y a partir de ahí con mi asistencia al Apostolado de la Oración he aprendido a conocer el Corazón de Cristo, sus palabras, su mirada, el sentir de este Corazón que tanto nos ama . Me apoyo mucho en los salmos en mi oración y he llegado a comprender el que dice " tú no quieres sacrificios ni afrendas" Quieres un corazón que ame , que se entregue enteramente a Ti para que Tú lo moldees y haga siempre lo que le pidas.Por eso digo "Aquí estoy para hacer tu voluntad". Gracias padre, por habernos enseñado tanto.