02 de enero de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco visitó
ayer, primero de enero, de manera estrictamente privada la iglesia de Santa
María la Mayor, para rezar ante ícono de origen bizantino de la Virgen María
del santuario mariano más antiguo del mundo, con motivo de la solemnidad de
Santa María Madre de Dios.
Las puertas de la basílica permanecieron abiertas permitiendo así
a las personas presentes quedarse, a las que se sumaron turistas, curiosos y
otros que a último momento se enteraron, según le indicaron a ZENIT algunos
religiosos allí presentes.
El Santo Padre depositó un ramo de rosas blancas sobre el altar de María Salus Pópuli Romani,
la antigua invocación que indica a la Virgen como protectora del pueblo de esta
ciudad. El ícono está situado en la capilla Paolina y fue pintado según la
tradición por el evangelista Lucas. Allí el Papa se quedó orando en silencio
desde las 16,15 horas, durante 20 minutos.
A la salida entre el público apiñado una persona de un grupo de
peregrinos le dijo: 'Papa Francisco, somos argentinos”, a los que respondió “yo
también...”. Entre los presentes, se encontraba el cardenal español y
archipreste de la basílica, Santos Abril y Castelló.
Es la séptima vez que el Santo Padre va a este santuario. La
primera vez fue en la mañana temprano del día siguiente a su elección a la
cátedra de Pedro.
La llamada telefónica y el cambio de
felicitaciones con el presidente de Italia
Se trata del lugar que Francisco ha visitado más fuera del
Vaticano, desde que es papa. El 4 de mayo recitó el santo rosario; el 30 de
mayo presidió la solemnidad de Corpus Christi; el 20 de julio rezó por su viaje
a la Jornada Mundial de la Juventud Río-2013 y el 29 del mismo mes para
agradecer a su regreso de Brasil. El día de la Inmaculada realizó también otra
breve visita.
En el Vaticano, poco antes de salir, el Papa habló por
teléfono con el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, con motivo de las
felicitaciones de año nuevo.
De hecho el día anterior en su mensaje el presidente de 88 años en
su discurso había dicho: “A la común responsabilidad para el futuro del mundo
nos ha llamado en su mensaje de Navidad y por la Jornada Mundial de la Paz, el
papa Francisco, con la fuerza de su inspiración que toma fuerza en el principio
de la fraternidad y que solicita decisiones coherentes de acogida y solidaridad
hacia quienes huyen de las guerras, opresiones y carestías y buscan asilo en
Italia y en Europa”.
Saludo correspondido por Francisco durante sus palabras después de
la oración del ángelus, cuando dijo: “Deseo agradecer al presidente de la
República Italiana por las felicitaciones que me ha dirigido anoche durante su
mensaje a la Nación. Las devuelvo de corazón, invocando la bendición del Señor
sobre el pueblo italiano, para que con la contribución responsable y solidaria
de todos pueda mirar al futuro con confianza y esperanza”.
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