29 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - El cristiano piensa según Dios y
por eso rechaza el pensamiento débil y uniforme. Es lo que ha subrayado este
viernes el santo padre en el misa de la Casa Santa Marta. El papa ha afirmado que,
para entender los signos de los tiempos, un cristiano no debe pensar sólo con
la cabeza, sino también con el corazón y con el Espíritu que tiene
dentro. De otra forma, no se podría comprender el "paso de Dios en
la historia".
Así, se ha detenido sobre la idea de que el Señor enseña a
sus discípulos a comprender los "signos de los tiempos", signos que
los fariseos non lograban entender. El papa Francisco ha hecho referencia a
Evangelio de hoy para detenerse sobre el "pensar en cristiano".
El santo padre ha explicado que "en el Evangelio, Jesús no se
enfada, pero finge cuando los discípulos no entendían las cosas. A los de Emaús
dice: 'insensatos y lentos de corazón'. 'Insensatos y lentos de corazón'...
Quien no entiende las cosas de Dios es una persona así. El Señor quiere que
entendamos lo que sucede: lo que sucede en mi corazón, lo que sucede en mi
vida, lo que sucede en el mundo, en la historia... ¿Qué significa que suceda
esto? ¡Estos son los signos de los tiempos! Sin embargo, el espíritu del mundo nos
hace otras propuestas, porque el espíritu del mundo no nos quiere pueblo: nos
quiere masa, sin pensamiento, sin libertad".
El espíritu del mundo, ha señalado Francisco, "quiere que
vayamos por un camino de uniformidad", pero, como advierte san Pablo,
"el espíritu del mundo nos trata como si nosotros no tuviéramos la
capacidad de pensar por nosotros mismos, nos trata como personas no
libres".
Y para profundizar en esta idea, el santo padre ha indicado que
"el pensamiento uniforme, el pensamiento igual, el pensamiento débil, un
pensamiento así difuso. El espíritu del mundo no quiere que nosotros nos
preguntamos delante de Dios: '¿Pero por qué esto, por qué lo otro, por qué
sucede esto? O también nos propone un pensamiento prêt-à-porter, según los
propios gustos: '¡Yo pienso como me gusta!' Pero eso va bien, dicen ellos....
Pero eso que el espíritu del mundo no quiere es esto que Jesús nos pide: el
pensamiento libre, el pensamiento de un hombre y de una mujer que son parte del
pueblo de Dios y ¡la salvación ha sido precisamente esta! Pensad en los
profetas... 'Tú no eras mi pueblo, ahora te digo pueblo mío': así dice el
Señor. Y esta es la salvación: hacernos pueblos, pueblos de Dios, tener
libertad".
Y Jesús nos pide pensar libremente, pensar para entender lo
que sucede, ha añadido el santo padre. La verdad es que "¡solos no
podemos! Necesitamos la ayuda del Señor". Lo necesitamos "para
entender los signos de los tiempos" - ha subrayado - "el Espíritu
Santo nos da este regalo, un don: la inteligencia para entender y no porque
otros me digan qué sucede.
De este modo, el papa Francisco ha preguntado: "¿cuáles es el
camino que quiere el Señor?" y ha respondido "siempre con el espíritu
de inteligencia para entender los signos de los tiempo. Es bonito pedir al Señor
Jesús esta gracia, que nos envíe su espíritu de inteligencia, porque nosotros
no tenemos un pensamiento débil, no tenemos un pensamiento uniforme y no
tenemos un pensamiento según los propios gustos: solamente tenemos un
pensamiento según Dios. Con este deseo, que es un don del Espíritu, buscar qué
significan las cosas y entender bien los signos de los tiempos".
Para concluir la homilía, Francisco ha indicado que "esta es
la gracia que debemos pedir al Señor: 'la capacidad que nos da el Espíritu'
para 'entender los signos de los tiempos'.
Francisco: 'No puedo salir a ayudar a los pobres, mi limosnero sí'
Al arzobispo polaco 'Corrado' el papa le dijo: 'La mejor cuenta de
banco es la vacía si el dinero fue para los pobres'. Guardias Suizos le ayudan
como voluntarios
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 29 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - El santo padre Francisco el día
de la ordenación, hablando con los familiares del arzobispo Konrad Krajewski le
dijo: "Estos son mis brazos, son limitados, si los alargo con los brazos
de Corrado, podemos tocar a todos los pobres de Italia". Y subrayó:
"Yo no puedo salir, él en cambio tiene esa libertad'.
Lo indicó ayer Mons. Krajewski en un desayuno de trabajo informal
en Roma, y cuyas declaraciones tuvieron amplia repercusión en la prensa
mundial.
Cuando Francisco se encuentra con él le pregunta si necesita
dinero y una vez le dijo: "Una cuenta corriente es buena cuando está
vacia, significa que el dinero ha ido para hacer el bien".
Cuando el papa nombró limosnero a monseñor Krajewski el 3 de
agosto, le dijo que no necesitaba un escritorio, que podía venderlo. "Y no
esperes que la gente llame, ve tú a buscar a los pobres, hazlo por
mí", ha contado ayer en un encuentro informal con periodistas, el
arzobispo polaco. El papa Francisco le pidió que hiciera como él hacía
cuando era arzobispo de Buenos Aires: salir personalmente a llevar ayuda a los
necesitados.
Cada mañana se levanta a las 4,30 y comienza su día respondiendo a
las cartas que también el papa le gira. Antes de dar ayuda, Corrado contacta al
párroco de esa familia, para estar seguro que no está siendo engañado.
Además de administrar estas donaciones, monseñor Konrad durante la
noche visita hogares de ancianos y comedores o se encuentra con personas
necesitadas para rezar y cenar con ellas. La limosnería apostólica, en el 2012,
distribuyó a los pobres de Italia aproximadamente un millón de euros. Con las
pequeñas limosnas también les regala un rosario "como los que el pontífice
regala a los jefes de Estado".
Incluso ayuda a personas que se encuentran por la calle, a veces
extranjeros y para ello tiene la ayuda de algunos Guardias Suizos que fuera de
su horario de trabajo y desde la llegada del nuevo papa le ayudan a Corrado
como voluntarios, y que son muy valiosos pues al hablar varios idiomas pueden
muchas veces acudir mejor a estas personas.
Don Corrado, que es así como se le conoce en el ambiente vaticano,
contó que el papa le dice: "cada vez que alguien te llame
'excelencia', pide la tasa para los pobres: ¡5 euros!"
Y aunque la prensa italiana hoy especulaba sobre la posibilidad
que el santo padre haya acompañado alguna noche al limosnero para atender a los
pobres de la calle, la Santa Sede lo ha desmentido. Lo que sí es seguro, es que
esta función desempeñada por don Corrado es importante para Francisco y que
cada vez que éste abraza a un pobre, le lleva de forma simbólica el abrazo del
papa.
"Al inicio será difícil -le dijo el papa al nombrarlo- pero
verás que te he confiado la parte más bella del trabajo pastoral".
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