'El corrupto irrita a
Dios y hace pecar al pueblo'
La penitencia, evidencia el Papa, 'es la puerta de salida para los
corruptos'
P17 de junio de 2014 (Zenit.org) - "El corrupto irrita a Dios y
hace pecar al pueblo". Lo indicó el papa Francisco que en la misa de este
martes en la Casa Santa Marta, volvió a detenerse en el martirio de Nabot,
narrado en el primer Libro de los Reyes. El Santo Padre reiteró que para los
corruptos hay solamente una salida: "pedir perdón", contrariamente se
encontrarán con la maldición de Dios.
Cuando uno entra en el camino de la corrupción, "quita la
vida, usurpa y se vende". El Papa se ha basado de la primera lectura, que
se centra en el asesinato de Nabot, por orden del rey corrupto Acab que se
apropia de su viña. El profeta Elías --precisa el Papa-- dice que el corrupto
de Acab se "vendió". Es como si "dejara de ser una persona para
volverse mercancía", o sea "se compra y se vende".
Ayer hemos dicho que habían tres tipos de corruptos: el corrupto
político, el emprendedor corrupto y el eclesiástico corrupto. Los tres causan
mal a los inocentes, a los pobres, porque son los pobres quienes pagan la
fiesta de los corruptos, pagan la cuenta. El Señor dice claramente lo que hará:
'Yo haré venir sobre tí una desgracia y de arrojaréfuera. Exterminaré a Acab
todo hijo, esclavo o hombre libre en Israel'.
'El corrupto --prosiguió el Papa-- irrita a Dios y hace pecar al
pueblo". Jesús lo ha dicho claramente: quien "escandaliza es mejor
que se tire al mar". El corrupto "escandaliza a la sociedad,
escandaliza al pueblo de Dios". El Señor preanuncia por lo tanto el
castigo para los corruptos porque "escandalizan, porque explotan a quienes
no pueden defenderse, los vuelven esclavos".
El corrupto "se vende para hacer el mal, pero él no lo sabe:
el cree que se vende para tener más dinero, más poder". Pero, reitera el
Papa, en realidad "se vende para hacer el mal, para asesinar". Por
esto advierte: "Cuando nosotros decimos 'este hombre es un corrupto, esta
mujer es una corrupta'... pero momento, ¿tú tienes las pruebas? Porque --indica
el Santo Padre-- cuando uno le dice a una persona que es un corrupto o una
corrupta le está diciendo "que está condenada, que el Señor lo hechó
fuera".
La primera cosa al definir a un corrupto es que es uno que roba,
mata. La segunda que caracteriza a los corruptos es que explotan a los
inocentes, a los que no pueden defenderse Y la tercera es que lo han hecho con
guantes blancos, desde lejos, sin ensuciarse las manos.
¿Pero hay una salida para los corruptos?, se ha preguntado el
Santo Padre. Sí, respondió, porque Acab cuando escuchó tales palabras se
arrancó las vestiduras, se vistió con una bolsa y ayunó. Se acostaba con
esta bolsa y caminaba con la cabeza baja. Y comenzó a hacer penitencia.
Esta, la penitencia, evidencia el Papa, "es la puerta de salida para los corruptos, para los corruptos políticos, para los corruptos empresarios, para los corruptos eclesiásticos: pedir perdón".
Y añadió que "al Señor le gusta esto". El Señor, subraya
"perdona, pero perdona cuando los corruptos 'hacen' lo que ha hecho
Zaqueo: 'He robado, Señor daré cuatro veces lo que he robado' ".
Cuando leemos en los diarios que este es un corrupto, que aquel es
un corrupto, que ha hecho tal acto de corrupción y que el soborno va aquí
o allá, y también tantas cosas sobre algunos prelados, como cristianos nuestro
deber es pedir perdón por ellos y que el Señor les de la gracia de
arrepentirse, que no mueran con el corazón corrupto.
"Condenar a los corruptos sí" ha concluido el Papa.
"Pedir la gracia de no volverse corruptos, sí" y tambiérn "rezar
por la conversión de ellos".
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