La Novena al Sagrado Corazón, en Málaga
comienza el jueves 19,
en la Iglesia del Sagrado Corazón:
a 6'45, Rosario, Preces y Bendición.
A las 7'30, LA SANTA MISA, con predicación.
SAN BERNABÉ
No
corresponde al número de los “Doce” apóstoles y, sin embargo, es nombrado como “apóstol”.
Fue un compañero de Pablo, su mano derecha, hombre de influencia en la Iglesia
primera, al que el mismo Espíritu Santo señaló como alguien que tenía designada
una especial misión que el Espíritu le encomendaba.
De
ahí que hoy llegue a la liturgia del día con entidad propia, lecturas propias…,
y le prestemos valor propio. En la 1ª
lectura se hace una breve reseña de él, tomada de los Hechos, 11, 21-26. Y
el Evangelio viene a situarlo como cuando el Señor envió a sus apóstoles a la
misión: sería así –en la mente de Jesús- uno de los que van a realizar las
obras propias del Reino: curar enfermos, resucitar muertos, limpiar leprosos,
echar demonios. Y todo eso sin apoyaturas materiales ni de dinero, ni de
provisiones para el camino, sino colgados de la providencia de Dios y de la
limosna y viático que la gente les vaya ofreciendo.
Lo
único expreso absoluto que Jesús pone de condición es ir en paz y trasmitir
paz. En las letanías del Sagrado Corazón
se invoca a Jesús como paz y reconciliación nuestra. Quiere
decir que LA PAZ está en la entraña misma del Corazón de Cristo. Y que si hemos
de “parar en una casa” (lugar, grupo, colectivo…), hemos de ir EN PAZ personal
interior. No daría paz quien no la tuviere antes en sí mismo. RECONCILIADO
consigo mismo y con su entorno (y personas de su entorno). La entrada en el Corazón
de Jesús está pidiendo esa anchura de alma que haga posible abarcar a todos y
cada uno de los demás, sin facciones, sin fobias, sin recelos, sin esa carencia
de propia serenidad para poder pensar “en otro/a” sin que se levanten sentimientos
contrarios, o al menos recelosos.
Ante
el Corazón de Cristo, y mirándole a los ojos, podríamos pasar rostros, gestos,
palabras, recuerdos…, y analizar nuestras instintivas reacciones. Porque eso
nos va a decir si llevamos PAZ DENTRO y si estamos abiertos a vivir EN PAZ
FUERA. Porque si tal equilibrio no se tuviera en algún caso, difícilmente estaríamos
en la misión apostólica de paz de Cristo. Y aunque sacudiéramos el polvo de
allí, no lo íbamos a encontrar mejor en otro sitio.
Si
hubiéramos comentado el Evangelio del día, de Mt 5, 17-19, estaríamos ante esa
fidelidad de Jesus a la Ley de Dios, que Él no viene a abolir. La tentación
humana es siempre “quitar”…, quitar para evitar un obstáculo o dificultad.
Jesús advierte que lo que Él va a hacer con la Ley –que viene de Dios- es
explicarla y vivirla en el extremo de la perfección. Donde bastaba la
materialidad cuartelera de “haz”, “no
hagas”, Jesús va a hincar raíces y desarrollar ese árbol de manera que
tenga la exuberancia de la obra perfecta, acabada, madura. No viene Jesús a “facilitar”
(como muchos pretenden…, y como es la tentación de nuestros días) sino a poner
las cosas en su punto, de modo que ya no valga esa falsa concepción del “ir tirando”, o del “creer a mi manera”, porque el Reino de
Dios EVANGELIZA, es decir: hinca raíces de Evangelio, que bajo ningún concepto
es “merengue” de suavidad sino EXIGENCIA de mayor profundidad.
Por
eso, en esos días finales de acoso a Jesús (Mc. 12, 13-17), cuando dos tipos de
gentes tan dispares en ideas y contenido religioso, como fariseos y partidarios
de Herodes, se juntan para coger a Jesús
en palabras, Jesús no sólo se limita a desviar la respuesta sino que la
hinca a las raíces. Le preguntaban si es lícito pagar el tributo al César.
Dilema que cogía en medio a Jesús porque el “sí” ponía de uñas al pueblo, y el “no”
le jugaba la legitimidad ante las leyes. Jesús –como casi ignorante- pide que
le muestren la moneda del tributo. Y ellos se la muestran. [E imagino que empiezan
a darse cuenta de que Jesús no va a caer en la trampa]. – ¿De quién es esta imagen y
esta inscripción? Pregunta más sospechosa aún… ¿Tanto ignoraba Jesús?
Responden con extrañeza: ¡Del César! [Más
sospecha se les levantó de que Jesús se les escapaba]. Y Jesús leía lentamente
la inscripción del “César, divino
emperador”. Entonces Jesús da una respuesta impecable que no tiene vuelta
de hoja: Al César dad lo que es del
César. Lo que no captaron e su profundidad fue la segunda parte. A Dios, dad lo que es de Dios. Parecía
obvio y hasta inocente, sobre todo a los fariseos. Pero el fondo de la
respuesta era mucho más fuerte: El César
no es divino, y aún el César tiene que dar a Dios lo que es de Dios.
Que
ellos no lo entendieran, hasta se explica, máxime cuando les había sacado de
sus casillas. Pero ¿no sería para pensar nosotros en esa respuesta? Porque
tanto se entremezclan intereses, tiempos y gustos particulares, que más de una
vez tendríamos que recurrir a esa respuesta de Jesús para no escaparnos
nosotros de ese orden de valores que
debe haber en nuestra vida. Porque hay más de una cosa, y más de un tiempo, y
más de una decisión, que necesitaría plantearse de cada a Jesús con esa luz y
llamada que Él ha puesto en aquella respuesta, que parece tan simple y
sencilla, pero que lleva dentro tanta enjundia.
Gran "Apostol"Bernabé.El primero en llevar el Evangelio a Antioquía,Siria,país donde aún se habla en algunos lugares,el arameo,la lengua que hablaba Jesús.
ResponderEliminar¿Qué es hoy Siria?.Un país maltratado por el odio y la guerra;donde se persigue a los cristianos y los martirizan.
Yo creo que es un día para tener presente a estos hermanos nuestros en la fe,y pidamos al Señor por la intercesión de San Bernabé que cesen las guerras los odios y llegue la PAZ.