CONFERENCIAS en
Málaga,
por el P. José
Mª. R. OLAIZOLA S.I.,
sobre
“EL OTRO, los otros y yo; vidas cruzadas”
En la Iglesia del Sagrado Corazón
Días 18, 19 y
20, a las 8 de la tarde.
LO QUE ES IMPORTANTE
De
verdad que me siento con poco margen cuando llego a este relato que nos trae
hoy el evangelio de Marcos 8, 14-21. Podríamos hacer una composición de lugar que se uniera al paso “a la otra orilla” que
teníamos ayer. Jesús decide ese paso con cierta premura y a los apóstoles les
coge a traspiés, y se les olvidan las viandas que normalmente hubieran llevado.
Y están entre ellos con cierto comentario, por lo bajo, sobre si alguno ha
caído en la cuenta de comprarlos… Y quedan un tanto desanimados cuando
advierten que sólo llevan un pan en la barca.
A
Jesús no se le pierde puntada y está observando el cuchicheo y cierta molestia
de sus discípulos, y eleva el tono de aquellas preocupaciones tan materiales a
algo de mucha más envergadura que –por lo demás- era algo que Él llevaba dentro
tras las discusiones últimas: “Tened
cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes”. Aquello tenía
mucha más enjundia que el tema de los panes que tenía embargados a los Doce. Pero
como ellos siguen en su “agujero” –propio de mentes pequeñas- se llevan el agua
a su molino y piensan que Jesús les ha dicho eso porque se les olvidaron los
panes.
Jesús
tiene que “despertarlos” de aquella nimiedad, y lo hace con preguntas que son
llamadas de atención, casi zarandeos, para que salgan de su mundo raquítico…
Hablaba Jesús de realidades de mucha más importancia, tratándose de las
hipocresías de los fariseos o las liviandades y peligros que engendraba Herodes,
situaciones de las que había que precaverse…, y que estas ausencias de “pasos a
la otra orilla” no eran gusto de viajar por el Lago. ¡Era precaverse!, poner
distancia, evitar encontronazo con poderes peligrosos. [La huida a tiempo es –muchas
veces- una prudencia conveniente…, un saber enfriar la situación poniendo
tiempo por medio. De ahí la conveniencia
prudente de no afrontar de inmediato y sobre la marcha las situaciones tensas…,
la prudencia que supone dejar un tiempo muerto en medio… (“contar hasta 20”), esperar que los ánimos tomen oxígeno, y con ello
puedan ser capaces de relativizar, de aminorar los “fuegos” internos, propios y
del otro…].
Como
los apóstoles están metidos en el “tonel” de su corta mirada por un hecho
concreto y de mucha menor trascendencia, interpretan también “en pequeño” la
llamada de Jesús, que siempre habla con mucho mayor peso específico.
No
puede extrañarnos que Jesús les reaccione a aquellos hombres como quien quiere
hacerles “despertar”: “Por qué comentáis
que no tenéis pan” ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os
sirven los ojos si no veis y los oídos si no oís?
Permitidme
que me salga del texto. Lo que me importa es si somos capaces de hacernos a
nosotros estas preguntas…, esta batería de preguntas que, por lo demás, no
están hechas para una respuesta rápida. Son preguntas incisivas que requieren
mucho adentrarse en el fondo del alma.
Porque allí era la preocupación de los panes o no panes el fondo de la
cuestión en los Doce. Pero Jesús estaba en otra órbita mucho más alta. Y yo
creo que somos capaces nosotros de perdernos en temas sin fondo, y dejar pasar
de largo el fondo mismo de las cuestiones importantes… El arte de soslayar las
realidades personales, rodear para no enfrentarlas…, y seguir metidos en el
agujero de nuestras cortas miradas.
En
medio de esta nuestra travesía, Jesús nos está previniendo de peligros sutiles
que nos acechan en la vida diaria, en nuestro proceder diario (tantas veces
empequeñecido por “nuestros problemas”). Y Jesús nos quiere llevar con sus
preguntas a una verdad de fondo… Que, en realidad, debiéramos tener orientada,
porque ya han ocurrido antes hechos
semejantes, y de todos nos sacó el Señor. En el relato están los sobrantes
recogidos, después de comer miles de personas… En nuestra vida deberá ser esa
mirada a las veces que salimos adelante cuando lo creíamos todo perdido…,
cuando pensábamos que aquello no tendría solución… ¡Y salimos perfectamente
adelante? ¿Y aún estamos sin entender?
ESCUELA DE ORACIÓN
Tercer Viernes de mes. Día 21. 5’30
tarde,
Salón de Actos de la
Casa de los Jesuitas (Málaga).
Con EUCARISTÍA EN LA MISMA SALA, pedagógicamente
vivida,
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