18 de marzo de 2015 (Zenit.org) - Miles de peregrinos venidos de
todas partes del mundo han acudido hoy a la plaza de San Pedro, como cada
miércoles, para compartir con el Santo Padre el tiempo de la audiencia general.
Con gran alegría ha recibido a Francisco en su llegada en papamóvil pasadas las
9.30 de la mañana. Durante unos veinte minutos ha recorrido la plaza saludando
a los allí presentes. Mientras, la multitud, agitaba sus banderas, alzaba sus
pancartas y mostraban su cariño al Papa. Los niños más pequeños que con ayuda
de sus padres lograban alcanzar las primeras filas, han recibido la bendición
especial del Santo Padre, quien les acariciaba y besaba con ternura.
Esta semana, han proseguido con la serie de catequesis de la
familia sobre los “niños”. Lo hará en dos partes. Hoy ha hablado del “gran don
que son para la humanidad” y la semana que viene será sobre las heridas que
hacen mal a la infancia.
En el resumen que el Papa ha hecho en español, ha indicado:
“Queridos hermanos y hermanas. De entre las figuras familiares, hoy deseo
centrarme en los niños, como gran don para la humanidad. Ellos nos recuerdan
que todos hemos sido totalmente dependendientes de los cuidados de otros.
También Jesús, como nos muestra el misterio de la Navidad. En el Evangelio se
elogia a los ‘pequeñso’, a los que necesitan ayuda, especialmente a los niños”.
Asimismo, ha afirmado que “ellos son una riqueza para la Iglesia y
para nosotros: nos hacen ver que todos somos siempre hijos, necesitados de
ayuda, amor y perdón, que son las condiciones para entrar en el Reino de Dios”.
A continuación, también ha explicado que “desmontan la idea de creernos
autónomos y autosuficientes, como si nosotros nos hubiéramos dado la vida y
fuéramos sus dueños, en vez de haberla recibido”. Los niños --ha subrayado--
nos enseñan también el modo de ver la realidad de manera confiada y pura. Cómo
se fían espontáneamente de papá y mamá, cómo se ponen sin recelos en manos de
Dios y de la Virgen. Sienten con sencillez las cosas, sin ver en ellas
únicamente algo que puede servirnos, que podemos aprovechar. Ellos sonríen y
lloran, algo que a menudo se bloquea en los mayores.
A continuación, ha saludado a los peregrinos de lengua
española, en particular “a los venidos de España, México, Perú, Uruguay y
Argentina”. Hermanos y hermanas, ha dicho el Papa, los niños dan vida, alegría,
esperanza. Dan también preocupaciones y a veces problemas, pero es mejor así
que una sociedad triste y gris porque se ha quedado sin niños, o no quieren a
los niños. Finalmente ha invitado a pedir “que Jesús los bendiga y la Virgen
los cuide”.
Para finalizar, tras los saludos en las distintas lenguas, el Papa
ha dirigido un pensamiento especial a los jóvenes, los enfermos y los recién
casados. Así, ha recordado que este jueves celebramos la Solemnidad de san
José, patrón de la Iglesia universal. De este modo, ha pedido a los jóvenes que
le miren “como ejemplo de vid humilde y discreta”. A los enfermos les ha
invitado a “llevar su cruz con la actitud del silencio y de la oración del
padre putativo de Jesús”. Por último, a los recién casados, les ha exhortado a
“construir vuestra familia sobre el mismo amor que unió a José con la Virgen
María”.
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