La fiesta en
la Cuaresma
Con ser la 2ª
lectura de la liturgia dominical la que no constituye cuerpo con el mensaje y pedagogía de un
domingo, HOY viene a ser la síntesis más perfecta de lo que se puede decir en
este día (Ef 2, 4-10): Dios, rico en
misericordia, por el gran amor con que nos amó: estando nosotros muertos por
los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo. ¡Por pura Gracia estáis salvados!;
nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado ene Cielo con Él. Así
muestra en todos los tiempos la inmensa riqueza de su gracia, su bondad. Para con
nosotros en tiempos de Cristo Jesús. Salvados por su gracia mediante la fe…
Somos, pues, obra suya: Dios nos ha creado en Cristo Jesús para que nos
dediquemos a las buenas obras, que Él determinó que practicásemos.
La 1ª lectura
(2Cro 36, 14-16, 19-23) nos muestra la liberación de Ciro, un emperador pagano
que se erige en defensor y libertador del pueblo de Dios, que está esclavizado
y sometido por el rey de Babilonia. Así se manifiesta el arte de Dios, que se
vale de los mismos acontecimientos para sacar adelante sus obras de salvación.
Ciro viene a ser un presagio del Mesías. Y ese Mesías en Cristo Jesús, que
confiesa (Jn 3, 14-21) que tanto amó Dios al mundo que le entregó a su
Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan
vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo se salve por Él.
El que cree en Él está salvado; el que no cree ya se ha condenado a sí mismo
porque no ha creído en el Hijo único de Dios. La causa de la condenación es que
la luz vino al mundo y prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras
eran malas: no hechas según Dios.
La mirada a
este mundo nos deja esa triste visión: la huida de la luz, de la verdad, de lo
que puede constituir un valor, de la relación del hombre con Dios. En Dios está
la luz que ilumina y calienta, y el mundo se ha ido al otro extremo de la
oscuridad, al extremo donde no está Dios ni puede estarlo. Se ha ido porque sus obras eran malas, porque no
estaban hechas según Dios.
Un punto muy
concreto de esa huida es el apartamiento de los sacramentos y muy en particular
de LA EUCARISTÍA, Sacramento de la fe. Y “Sacramento
de la fe” significa que desde la Eucaristía se potencia la fe, como fuente
que hace surgir agua viva; y que toda
fe desemboca en la Eucaristía y se polariza en las obras que exige una
verdadera Eucaristía, para que la vida transcurra a la luz, según Dios.
Nuestra
participación, pues, en la Eucaristía está pidiendo una experiencia muy
particular de este momento, que nos potencia a un modo de vida que se sale de
lo vulgar y cotidiano y nos pone ante el agradecimiento efectivo del bien
supremo de la salvación a la que nos ha traído el amor misericordioso y la ternura de Dios.
En medio de la
Cuaresma, y traspasado ya el domingo anterior –que caía en medio de los 40
días- hoy comienza la fórmula inicial de entrada con una palabra que nos invita
a FESTEJAR Y GOZAR Y ALEGRARNOS con la alegría de quienes estamos llamados a
alimentarnos de los consuelos que nos vienen de Dios.
El Papa quiere declarar un “año santo” extraordinario para insistir en la TERNURA DE DIOS, como característica insistente de su pontificado.
ResponderEliminar- Por el Papa, para que pueda trasmitir al mundo la misericordia del Corazón de Dios, roguemos al Señor.
- Para que nosotros metamos dentro de nuestro corazón que Dios es pura misericordia, por el gran amor que nos tiene, roguemos al Señor.
- Para que se nos grabe en el alma que “tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo para que todos se salven por Él”, roguemos al Señor
- Para que la participación en la Eucaristía nos ponga delante de LA LUZ y no vivamos engañándonos con nuestras justificaciones, roguemos al Señor.
Dios de bondad y misericordia, que no juzgas al mundo sino que quieres que sea salvo por su fe en Jesús, tu Hijo, empápanos en tu ternura y haznos siempre pensar en tu bondad sin límites.
Te lo pedimos por Jesucristo N. S.
Este domingo de "Laetare",La Iglesia quiere recordarnos que la ALEGRÍA es perfectamente compatible con la mortificaciójn y el dolor.La mortificación que estamos viviendo en este tiempo cuaresmal,no debe ensombrecer nuestra alegría interior,sino lo contrario,debe hacerla crecer,porque nuestra redención está cerca;el derroche de amor por los hombres que es la Pasión se aproxima,la alegría de la Pascua es inminente.
ResponderEliminarUnas jornadas más y el misterio de nuestra salvación quedará consumado.
Jesús nos pide que nos unamos a ÉL,que nos espera en la Cruz. Así hemos de recorrer " el camino de la entrega":la CRUZ a cuestas,con una sonrisa en los labios, con una luz en el alma.