![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiewFSJ7Ix8xMFQS6HMi3WnVR5e19Y7GbXR1gYPZ8Xmhb4MCfRxaM8iFY8BHrkGFeFr6d4zLK0KknhiHCHNW4gje3RMmfFuMR9PVouulYIyd4uh-GeY-J1b3fPlPGP9-6N86Y8EuvI-ANU/s320/Virgen+del+Pilar.bmp)
Jesús dijo de sí que
es EL CAMINO, la avenida principal. Pero hasta esa avenida somos llevados por
MARÍA, como camino que desemboca finalmente en Jesús, y nos deja en manos de su
Hijo. Nosotros ponemos cada uno nuestros caminos, veredas y atajos, y en todos
ellos María nos tiende su mano fuerte y maternal para que no nos desviemos y
para que caminemos con la garantía de desembocar en la avenida central: CRISTO.
LITURGIA
Hech.16,1-10 nos cuenta una
serie de idas y venidas de Pablo y su encuentro con aquel buen hombre que era
Timoteo, del que le dieron a Pablo muy
buenos informes. Y nos encontramos con un hecho excepcional y un tanto extraño:
Pablo, el paladín de la no-circuncisión, circuncidó a Timoteo, hijo de griego
gentil y de una judía. Juzgó Pablo en esta ocasión que no debía exacerbar a la
rama judía, y dio ese paso.
Por dos veces se alude
en este texto a que el Espíritu Santo no les dejó entrar en dos ciudades, sin
que se especifique la dificultad real con la que se encontró. Sencillamente lo
que fuera en la realidad, para Pablo fue claramente que el Espíritu no les
dejaba actuar.
Contrariamente a esa
dificultad, tuvo Pablo un sueño por el que un macedonio le pedía que fuera
hasta ellos, por lo que Pablo puso rumbo a Macedonia adonde Dios les llamaba a
predicar el Evangelio.
Jesús dijo expresamente
que no rogaba por el mundo. El “mundo” no es el conjunto de la humanidad, sino
en su sentido peyorativo es el conjunto de personas y actitudes contrarias y
hostiles al evangelio. El mundo es enemigo de Cristo porque es enemigo del
orden, de los principios de vida que Cristo predica y ha venido a traer para la
salvación. El “mundo” se sitúa enfrente y en contra de esa salvación. Queda
irredento. Por eso Jesús no pide.
En el evangelio de hoy
(Jn.15,18-21) advierte a los apóstoles que el mundo les va a hacer la guerra. Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha
odiado primero. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero
como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso
el mundo os odia.
Es la paradoja de tener
que actuar en medio del mundo y para salvar a los hombres que viven en el
mundo, y no ser de ese mundo que hace la guerra a Jesucristo. Vivir en medio de
la vida real en la que se desenvuelven los humanos, pero no dejándose
inficionar por el veneno de la injusticia, el abuso y las mafias de todo
género. Yo os he escogido sacándoos del
mundo. Vivir como las palomas que en medio del barro y la porquería, no se
posan en ello, y todavía llevan en el pico la rama de olivo símbolo de la paz.
Es interesante a este respecto la carta a Diogneto, de los primeros testimonios
cristianos, en los que se hace una relación de la vida de los cristianos en
medio del mundo, con muchas cosas vividas en común con el resto de los demás, y
sin embargo con esa otra realidad que se eleva por encima de lo postulados del
mundo. Viviendo en el mundo pero sin ser del mundo. Esa carta, muy interesante,
se puede ver en internet.
Concluye finalmente la
lectura de hoy: Recordad lo que os dije:
No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros
os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Para acabar con un
anuncio duro para aquellos apóstoles que están enfrentándose a la despedida del
Maestro: Y todo esto lo harán con
vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡GRACIAS POR COMENTAR!