LITURGIA de la ASUNCIÓN DE MARÍA
Hoy celebramos el triunfo definitivo de María, quien
–una vez llena la misión para la que había quedado en la tierra- es elevada al
Cielo por los ángeles que ha enviado su propio Hijo, y sentado a la derecha del
Padre. La tradición ha llamado a este día “el de la dormición”, queriendo
expresar que María no mure para quedar sepultada en la tierra, sino que su
muerte es un sueño que despierta en el Cielo, como asociada al triunfo de su
Hijo, quien la coloca a su derecha, símbolo de la importancia de María en la
historia de la Salvación.
María es
coronada en el Cielo, por encima de la luna, que cae a sus pies, y con 12
estrellas orlando su cabeza porque ella está por encima de todo el universo
creado. Así la describe el Apocalipsis (11,9, 12,1, 3-6. 10) como señal grande
en el Cielo, tras la lucha con el dragón que quiere inficionarla y hacerle
pasar por la baba inmunda de su influencia. Pero Dios la arrebató al Cielo y la
salvó de esa fuerza del mal.
En la 2ª lectura (1Co
15,20-27) se nos narra la victoria de Jesús sobre la muerte, porque él ha
resucitado de entre los muertos y ha llegado a la gloria el Padre. Pero Jesús
no triunfa solo sino que se lleva cautivos de sí a todos los que tuvieron fe en
su venida. Cada uno por su orden. Y
ahí, en el primer puesto va encumbrada María, a la que le corresponde el primer
lugar entre todas las criaturas. Cristo ha resucitado y ha subido al Cielo en
cuerpo y alma, y María le sigue en esa asunción por la que su ser entero recibe
la corona eterna.
Su respuesta, que nos
aporta el Evangelio de la fiesta (Lc 1,39-56) es su disponibilidad en la tierra
para servir humildemente a Isabel, su pariente anciana, repartiendo ayuda en lo
humano, y elevándose en su espíritu hacia Dios, a quien alaba y devuelve toda
su grandeza por las maravillas que ha hecho Dios en ella, u humilde esclava.
El Magníficat es un cántico a modo de
mosaico que toma de diversos momentos bíblicos, y que ahora, en boca de María,
expresan la “táctica” de Dios, de elevación y dignificación de lo pequeño,
mientras “lo grande” queda humillado. Gran foto de María que se designa a sí
misma como “la esclava el Señor”, y por tanto vive en la realidad de persona
ensalzada sobre su propio ser y méritos, por el triunfo de Dios en ella.
Ésta es la fiesta que
celebramos y que tiene una repercusión enorme en el mismo sentir popular, que
ha tomado el día de hoy como el día de fiesta patronal, y como el día “de las mil Vírgenes” porque se cumple
el canto de María de que me llamarán
bienaventurada todas las generaciones. Y la razón, confiesa ella, porque Dios hizo cosas grandes en mí.
El dogma de la
asunción de María fue proclamado en 1954 por el Papa Pio XII, quien recogió así
el sentir popular, que quedaba entroncado en los fundamentos bíblicos y avalado
por los mismos Santos Padres, primeros grandes catequistas e intérpretes del
tesoro contenido en la Tradición de la Iglesia.
Nosotros celebraremos
con gran satisfacción este día y nos uniremos al gozo de los pueblos, de la
Iglesia y de María, y daremos gracias por este acontecimiento, que ojalá
sepamos vivir con la fuerza interior que corresponde a la celebración del
triunfo de la Madre.
Hoy celebramos el fin del camino de María sobre la tierra. Su itinerario empezó el día en que fue concebida sin pecado original. Dios tenía unos planes maravillosos para María: ¡tenía que ser la Madre del Hijo de Dios, tal como le fue revelado en la Anunciación!
ResponderEliminarMaría siempre estuvo con Jesús, desde el pesebre hasta la Cruz; y estaba presente en la Comunidad, en medio de la Iglesia naciente, el día de Pentecostés Hoy nos unimos a Ella para festejar su glorificación en el cielo.
María, la figura más importante, primicia de la Iglesia de Jesucristo. La Iglesia, Pueblo de Dios que también ha sido concebido en el Corazón del Creador antes de que los hombres tuvieran conciencia de ello. Un Pueblo formado por hombres pecadores; pero santo porque participa de la vida de Dios a través de u Cabeza, Jesús. Un Pueblo que tiene la pretensión de llegar un día a la Plenitud, cuando Dios será TODO en TODOS.
Hoy es un día bonito; se celebra la Fiesta Mayor en MÁLAGA y en muchos de sus pueblos, y lo es sobre todo en el corazón del pueblo cristiano, que se alegra al contemplar la gloria de la Madre a la que tanto ama y venera y de la que se siente tan orgulloso; porque es alguien como nosotros y está cerca de Dios. Podemos confiar en Ella y pedirle como hijos que nos lleve a la gloria divina donde habita.