Sentir con los sentimientos
de Jesús
Saber llorar con los que lloran y reír con los que ríen;
ser bondadosos sin envidias ni sospechas, sin ambición ni egoísmo, soportándolo
todo… (cf. 1Co 13, 4-8) Tener nosotros, dentro de nosotros, los mismos
sentimientos del Corazón de Jesús… Eso es AMAR.
Mirar a Jesús en sus modos, expresiones, actuaciones, etc.,
parándonos detenidamente cuando leemos el Evangelio, para no quedarnos es la
piel exterior de una narración sino metiéndonos en los entresijos del Corazón.
Porque el Corazón de Jesús es JESÚS mismo, yendo, viniendo,
actuando y sintiendo.
Danos, Señor, un corazón semejante al tuyo
PARA QUE TENGAN VIDA
ABUNDANTE
Tobit (3, 1-11, 24-25) sufría su ceguera y las
humillaciones de la incomprensión y se echó a llorar, mientras rezaba entre
sollozos. Pedía a Dios la compasión y la ayuda, y que no llevara el Señor la
cuenta de sus pecados.
También ese día –a distancia- Sara, la hija de Ragüel
sufría las humillaciones de una criada de su padre. Sara se había casado 7
veces y habían ido muriendo sus 7 maridos. La criada, a la que un día regañó
Sara, le acusó de haberlos matado, y la maldijo para que no tuviera nunca
descendencia. Sara oró amargamente a Dios.
Y Dios envía al arcángel Rafael que va a ser decisivo en la
solución de ambas desgracias, la de Tobit y la de Sara. Hoy aqueda el suspense
de la solución, que se irá desenvolviendo en días sucesivos.
Coincide el evangelio (Mc 12, 18-27) con el tema de los 7
maridos, en una nueva trampa en la que los saduceos –hoy le toca a los
saduceos- pretenden ridiculizar la idea de resurrección que expresa Jesús.
Según la ley al morir un marido debía casarse con la viuda el hermano del
difunto para dar descendencia al muerto. Rizando el rizo presentan un caso de
siete hermanos que van casándose con la viuda del anterior. Y la pregunta
capciosa es: “en la resurrección, ¿de cuál de los 7 será mujer?
Jesús responde en otra dimensión: en la otra vida no hay
marido y mujer sino que todos vivirán como ángeles del cielo. Porque Dios no es
Dios de muertos sino de vivos.
Aparte de esas disputas de otros tiempos, lo que puede
sernos útil es esa expresión de Jesús. Dios es Dios de vivos. El mismo Dios que
sale al paso del dolor de Tobit y de Sara y va a ser quien abra la luz en medio
de la tiniebla que están padeciendo.
También nosotros estamos asistiendo a un pensamiento
cerrado de una sociedad que niega a Dios
o prescinde de Él, y se va acostumbrando a una “muerte de Dios”…, a pensar que
a estas alturas de la historia Dios ya no es necesario. Estamos en una
coyuntura en la que también se niega la resurrección, el espíritu, los valores
espirituales… Una coyuntura de un dios de muertos…
La oración tiene que ser también redentora en esta
coyuntura, y hemos de ser testigos en vida y estilo de actuación, de un Dios de
vivos que da vida y al que se llega desde la vida. Oración, por supuesto, pero
también –como dice la gente- con el mazo
dando…; obras son amores…, y necesitamos ahondar más en nuestras obras,
nuestros compromisos, nuestra sinceridad cristiana. Es que encontrar el
equilibrio no es fácil, y menos cuando podemos habernos acomodado en nuestro
vivir como “buena gente”, pero aun un tanto “distantes” de las llamadas
evangélicas de Jesús. Hará falta un análisis a fondo de nosotros mismos y de
esa necesidad de mostrar a nuestro ambiente que DIOS ES DIOS DE VIVOS, un Dios
de quienes luchan por tener una vida exuberante.
Siempre tenemos que examinarnos a fondo por ver si somos testigos de verdad, si somos capaces de "predicar con el ejemplo. Jesús hablando con los saduceos, distingue dos realidades:las terrenales y las celestiales. Él, está sentado a la derecha de Dios Padre. En Él encontramos vida y esperanza; con Cristo la vida acaba en resurrección. Si creemos en Él y nos adherimos a Él, ya participamos de su vida.Él vive en nuestra historia; tenemos que aprender a descubrirlo. Sólo Él tiene la clave del futuro y sólo Él puede restablecer el Orden en este mundo desquiciado. Entre tanto, nos irá animando con "Recordatorios" y su Santo Espíritu, el Paráclito, estará siempre junto a nosotros como el Recordador de su Palabra .
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