Corazón de esperanza
Corazón de Jesús: tú resumes en ti la esperanza de nuestra
vida. Si nos quedáramos mirándonos a nosotros, a nuestras fuerzas, a nuestras
posibilidades…, pronto se hundía nuestra barca. Lo que podemos aportar nuestro
es bastante corto y de poca consistencia.
Y sin embargo esperamos. Esperamos porque te miramos a ti:
íntimo, cordial, generoso, delicado, comprensivo, lleno de ternura y abierto a
la misericordia. Te miramos, como lo que eres: un Corazón que se ha volcado en la humanidad, que lo ha dado todo,
sin reservarse nada. Que se hizo hombre para llevar las cargas de cada ser
humano.
Corazón de Jesús: eres nuestra esperanza. En ti confiamos.
A tu Corazón nos abandonamos.
LITURGIA DEL DÍA
Gn 13, 2, 5-18: No
discutamos nosotros ni nuestros pastores. Si tú te vas a la derecha, yo me voy
a la izquierda; si tú eliges la izquierda, yo me voy a la derecha. Así, con
esa grandeza de alma Abrán zanja una cuestión que creaba problemas. Y Lot se va
hacia la parte fértil, y Dios premia a Abrán con una promesa de descendencia
más numerosa que el polvo (que es incontable). Abrán construyó un altar a
gloria de Dios.
El evangelio de hoy –Mt 7, 6, 12-14- nos lleva a ese tratar
a los demás como queremos que ellos nos traten (ya es un regla práctica
excelente), que supone entrar por la
puerta estrecha (como Abrán) y que conduce a la salvación (a la promesa de
Dios).
Enlazando ambas lecturas, el SALMO, que pone varias formas
concretas de tener grandeza de alma y poder tratar a los demás como queremos
que ellos nos traten: proceder
honradamente, practicar la bondad, tener intenciones leales y no hablar mal del
prójimo. No hacerle mal, no difamar al vecino, despreciar lo impío y honrar a
los que aman a Dios. El que no presta con usura ni acepta soborno contra el
inocente. Éstos son los que pueden hospedarse en la tienda del Señor.
Pero Jesús advierte ¡qué
estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! No dice
que es imposible. Advierte de la dificultad. Advierte de que vivir la vida que
sigue las huellas de Jesús no es esa vida suave, gozosa, placentera con la que
muchos pretenden vivir su fe sin mayores sacrificios.
Hemos caído en el planteamiento de la vida que elude el
sacrificio, la renuncia, la lucha, “la puerta estrecha” y el “camino angosto”.
Y sin embargo no hay vía hacia Jesús sino a través de esas circunstancias menos
agradables a la tranquilidad cómoda de quien pretende estar en un evangelio
distinto al que ha presentado Jesús.
La tentación de muchos es florear el evangelio y quedarse
con esas narraciones atrayentes porque parece que dan todo y no piden nada. Es
tentación muy fuerte y muy burda porque tergiversa el Evangelio de Jesucristo.
Porque toma las avenidas anchas como caminos espaciosos para vivir la fe,
contraviniendo la enseñanza de Jesús.
A lo mejor, la sola “regla” de tratar a los demás como queremos que ellos nos traten ya sería una
manera de concretar el seguimiento de Jesús en la línea que marca Jesús. Porque
el prójimo no es un obstáculo para vivir “la justicia evangélica”, sino un buen
acompañante –una buena medida- para conocernos mejor en nuestro sentir verdadero
interior.
Queremos ser tratados con ternura.Nuestra vida es un peregrinaje duro que acaba en Dios; pero somos conducidos por Dios a lo largo de todo el camino.El Misterio de la Santísima Trinidad nos muestra que nuestro Dios es el Dios vivo, nos dice que Dios es bueno y porque es un Bien infinito que comunica toda su Bondad : del Padre al Hijo; del Padre y del Hijo al Espíritu Santo, La vida de la Santísima Trinidad es un Misterio que nos sobrepasa, que es osadía tratar de estudiarlo; pero, después del Concilio Ecuménico Florentino sabemos que es el misterio del Dios Vivo,Dios verdaderamente UNO en la Trinidad y TRINO en la Unidad
ResponderEliminarLaTrinidad no vive para Sí misma sino que nos hace partícipes a los hombres a los que ama desde antes de la Creación del mundo.Se abre a nosotros para atraernos a SÍ.. Eligió a ABRAHÁN para comunicarnos su Amor. El Padre nos condujo a la Tierra Prometida y se reveló en el Hijo para "establecer un diálogo amoroso con sus hijos"Dei Verbum,2...Nunca estamos solos y nuestra vida, unidos a Jesús,es una vida feliz y tiene SENTIDO, aunque debamos de ceñirnosa unas normas y practicar el amor y la caridad cristiana y caminar al lado de Jesús por el camino más estrecho y oscuro.