Málaga. España.
Novena
al Sagrado Corazón
el día 4 de Junio.- 6’45 tarde
en la Iglesia del Corazón de Jesús,
con Exposición, Rosario, Preces y Bendición.
y SANTA
MISA con predicación del
P. Javier Gª. Ruiz de Medina S.I.
EL MES DEL CORAZÓN DE JESÚS
La mirada amorosa de Jesús
Cuando el joven aquel le dijo a Jesús que había guardado
los mandamientos desde su niñez, Jesús le miró fijamente y le amó.
Si fuimos de los que guardamos nuestra alma de pecado,
míranos con amor y condúcenos el resto de nuestras vidas en esa fidelidad a tu
Palabra.
Si no fuimos de esos, míranos con la penetración de tu
mirada y traspasa con ella nuestra alma para purificarla. Y ya que no supimos
ser limpios en nuestro amor, que ahora quedemos abiertos a tu acción
santificadora.
Que este mes, que dedicamos a tu Sagrado Corazón nos
impulse a una nueva actitud de fidelidad aun en las cosas pequeñas.
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO
*** *** ***
Comenzamos el libro de
Tobías: un judío deportado a Asiria, que conserva su fe y permanece en el
camino de la verdad. Un día de fiesta, preparado con una comida especial,
Tobías envía a su hijo a buscar a un pobre que se siente con ellos a la mesa y
participe de su fiesta. Tobit viene con la noticia de un judío asesinado y
tirado en la plaza. Tobías se levanta de la mesa y –arriesgando su seguridad
contra las órdenes del rey- trae el cadáver a su casa para enterrarlo a la
caída de la tarde. Y entonces se sienta a comer, con lágrimas y dolor.
Es la actitud de un creyente que ama a Dios por encima de
sí mismo. Y esa es la gran lección que se desprende de esta perícopa de la
Biblia que nos llega hoy en la Lectura primera de la Misa.
En el Evangelio (Mc 12, 1-12) Jesús presenta a los
sacerdotes y jefes de Israel una parábola, que ellos escuchan atentamente sin
darse cuenta de que ellos estaban allí representados: unos arrendatarios que se
pretenden apoderar de la viña del dueño, y que no pagan su alquiler. Por el
contrario, maltratan, despiden con las manos vacías a los encargados de cobrar,
cuando no es que los apalean y matan. Incluido el hijo del dueño.
La fotografía de aquel Israel es perfecta: unos judíos que
se han adueñado de la misma fe del pueblo y la conducen a sus intereses. A los
profetas que Dios les envía, los maltratan e incluso los matan –es historia de
aquel pueblo-, y al Hijo del Dueño lo sacan fuera de la viña (al Calvario) y lo
matan, pensando así quedarse con todos los derechos al modo y manera de
aquellos jefes.
¿Han entendido? ¿Qué hará el dueño de la viña? Se la
quitará a ellos y se la entregará a otros. La
piedra que desecharon los arquitectos –Jesús- ha venido a ser la piedra angular. Y cuando ahora se dan cuenta del
fondo de la parábola, pretenden echarle mano. Pero como temen a la gente, se
marchan con su odio subido a la cabeza. Acabarán realizando lo que Jesús les
anunció.
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