La Virgen de Fátima
Hoy es el día en que la Iglesia recuerda las apariciones de
la Virgen en Fátima (Portugal). Una comunicación de la Virgen al pueblo
cristiano para que se vuelva sobre sus pasos errados y se abra a Dios. Las
apariciones de Fátima están muy referidas a una conversión del pueblo hacia la
verdad y hacia el bien. O lo que es igual: una huida del mal y de todo lo que
causa daño (condena) al hombre/mujer de hoy. Lo que traducido en positivo –que es
como el mensaje tiene su sentido- la Virgen quiere abrir cauces de encuentro de
la humanidad con Dios. Y como Ella va por delante en ese enfoque de vida, el
mensaje de Fátima puede y debe entroncarse en la gran “definición” de María: la mujer que escuchó la palabra de Dios y la
puso en práctica.
Si de algo adolece la trasmisión del mensaje tal como nos
lo ponen por delante es una excesiva insistencia en pecado, condenaciones e
infierno. Una presentación que hoy más bien provoca rechazo que atracción, con
lo que se consigue el efecto contrario al que María Santísima buscó al
presentarse en Fátima a los pastorcillos.
Insistía hoy una comentarista en una reflexión religiosa
del día, que más que pararse en los hechos llamativos de una aparición, hay un
mensaje subliminar de importancia: que los destinatarios son unos niños
pequeños y analfabetos. Y por tanto es el mensaje
de la sencillez. Y que al meollo de estas visitas de María y sus enseñanzas
hay que llegar con el corazón sencillo. Ese corazón que se acoge desde la
infancia del alma y sin entender de muchas más cosas que de la cercanía de la
Señora que viene al mundo a bendecir al mundo y a que el mundo se deje
purificar. Y es evidente que el mundo está llamado a la purificación por el
amor de Dios, expresado en Cristo, que Él padece para que el mundo sea salvado.
No fue Jesús quien insistió en condenaciones sino en el amor de un Corazón que
se entrega para dar vida.
María Santísima no puede llevar otro mensaje. Y aunque
formas históricas puedan llevarlo por caminos de amenaza (muy propia de religiosidades
primitivas), María conduce hasta Jesús con el consejo sabio de Caná: Haced lo que Él os diga. Y ahí no hay
amenaza alguna ni mensaje que inspire temores o pretenda mover por temor.
Siempre recuerdo la expresión de un hombre consagrado que
vivió un tiempo malamente y que se convirtió de pleno a Dios el día que unos
Ejercicios espirituales le pusieron por delante al padre del hijo pródigo. No
le habían movido amenazas ni advertencias anteriores, ni divinas ni humanas.
Ante la misericordia y compasión, amor y acogida del Padre, se rindió aquella
alma que andaba extraviada.
Por ahí entiendo el mensaje de Fátima. Por la forma
contraria de presentarlo me tira para atrás y me predispone en contra. Que la
imagen de la Virgen de Fátima, toda blancura y rostro apacible, sea el
atractivo de llamada que experimentemos hoy los creyentes y los que perdieron
su tesoro de fe. Que los extraños a la religión encuentren en esa imagen de
María con las palomas de paz a sus pies, una llamada maternal que acoge y
abraza y protege siempre. Que eso será mucho más eficaz que todo lo demás.
Si abstraemos y nos quedamos en la realidad de María de
Nazaret. Siempre daremos con un corazón abierto que se ofrece a estrechar en su
alma a todo hijo recibido por Ella al pie de la cruz de su Hijo agonizante.
Liturgia del día
ResponderEliminarEn la 1ª lectura (Hech 17, 15, 22-18-, 1) encontramos el fracaso de Pablo que pretendió por vía “científica” mostrar a los representantes de la élite griega el mensaje de la fe. Y lo oyeron mientras que no llegó a ese paso que sólo se sabe y se capta por la fe: la RESURRECCIÓN. Ahí se mofaron de él algunos; otros más comedidos le dieron largas…: de esto ya te oiremos en otra ocasión. Sencillamente, Pablo no había acertado en su exposición. Aprenderá entonces que no quiere tener otra sabiduría que la de Cristo, y éste, crucificado. Al que se le expone por derecho. Quien quiera aceptarlo, o quien lo rechace. Pero no hay otra ciencia que pueda salvarnos.
Por eso Jesús en Jn 16, 12-15 nos insistirá en lo que queda por aprender…, y que no es cuestión de estudio sino de que el Espíritu Santo lo guíe, lo ponga en los corazones. El Espíritu de Jesús y del Padre expondrá dentro del alma lo que Jesús ha enseñado.
CAUSA DE NUESTRA ALEGRÍA, ruega por nosotros.
ResponderEliminarNuestra devoción a la Virgen debemos cimentarla en el amor y la alegría,porque Ella es niestra Madre,no porque nos sintamos obligados a amarla;lo mismo que a nuestra madre natural; la amamos porque sentimos amor, no por obligación.El amor brota de nuestro interior,sin esfuerzo,instintivamente. De nuestra madre natural decimos: es mi madre porque me ha dado la vida natural.
María nos ha engendrado en Cristo a un vida sobrenatural,por eso nuesto amor hacia Ella no es por obligación sino por adopción.;
¡Qué diferente es nuestra vida,de cuando obramos por obligación a cuando obramos `por amor
Las cruces se hacen pesadas cuando las arrastramos de mala gana,y se tornan ligeras cuando las llevamos con alegría.
Ayúdanos, Madre,a hacer alegre nuestra vida y a compartir la alegría con los demás.
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Madre de la Iglesia,esperanza nuestra,
ResponderEliminarde Jesús la aurora ,del cielo la puerta,
Madre de los hombres,de la mar estrella,
llévanos a Cristo,danos tus promesas,
eres Virgen Madre,la de gracia llena,
del Señor la esclava,del mundo la Reina,
alza nuestros ojos hacia tu belleza,
guía nuestros pasos hacia la vida eterna.
¡Sencillamente extraordinaria! .Te felicito, Anónimo, por esta oración tan bonita, que no le falta nada, desde este momento, se la recitaré a la Virgen todos los días. Que Dios te lo pague y que la MADRE te llene de Bendiciones en tu caminar hacia la vida eterna. Un abrazo fraternal. MªJosé
EliminarEn Fátima se aprende a venerar a la Virgen consagrándose a Jesús a través de Ella; sobre todo, después del "Totus Tuus"y de la Consagración de San Juan Pablo II Cuando la reconocemos como Madre y le pedimos que nos forme como a Jesús, que nos proteja del Maligno y que nos lleve al Paraiso, Ella nos escucha y se hace cargo de nosotros y de nuestros seres queridos.
ResponderEliminarEs importante que Ella esté presente en nuestra vida cotidiana, que sea nuestra educadora, nuestra Maestra, para que nos forme en las virtudes cristianas.¿Como no, rezar una parte del Santo Rosario, cada día?. El Mes de Mayo, debe ser el Mes de María; no le deben faltar flores y regalos especiales...La Madre, con San José y el propio Jesús, estarán presentes en la hora de nuestra muerte y serán Ellos los que nos abran la puerta de nuestro hogar definitivo.