La VID, la conciencia y la Madre
Jesús se compara alegóricamente con una VID, como el
domingo pasado se decía a sí mismo que era Buen
Pastor. Hoy, como el domingo pasado, tenemos que tener en cuenta que nosotros
vivimos una situación muy distinta a aquella de Jesús en continuo contacto con
la naturaleza. Hoy habrá muchas personas que no han visto un pastor o una vid
nada más que en televisión. Para Jesús eran escenas familiares. Y Jesús había
visto a derecha e izquierda aquellas vides que cada año eran podadas, o que
tenían ramas que se habían secado y no podían dar fruto. Explicar a sus gentes
que Él es como la cepa de una vid…, el tronco central, y que los demás somos
ramas que dependemos de Él para recibir la va savia y la fuerza, el verdor y el
fruto, era una enseñanza facilísima, un ejemplo vivido muy cercano.
Pues bien: una rama estará verde, frondosa, capaz de dar
fruto si está unida al tronco. No servirá de nada si está cortada del tronco.
Por tanto, sin mí nada podéis, como
la rama de la vid ya no sirve cuando está separada de la cepa. Puede ser que el
labrador poda un sarmiento, pero entonces no lo inutiliza sino que lo
dispone a dar más fruto. Y nosotros podemos sentir, en ocasiones, como si no
nos sostuviera la vid. Pero en realidad se nos está preparando para avanzar más
en nuestra fecundidad humana y espiritual.
La 1ª lectura es un caso concreto de ramas bien unidas al
tronco –caso de Pablo y Bernabé- y juntamente padeciendo persecución –“poda” de
sarmientos- para que su labor sea mucho más fecunda: la Iglesia iba progresando y construyendo en la fidelidad al Señor, y
se multiplicaba animada por el espíritu Santo.
El otro tema importante que hoy se desarrolla es el de LA
CONCIENCIA. Tema de cierta dificultad en el mundo de hoy en el que tan
fácilmente se ha confundido “conciencia propia” con “ideas propias”, gustos
propios, apetencias personales, rechazos instintivos. Nada de eso es CONCIENCIA.
La conciencia verdadera es la que se
apoya en la verdad de Dios, y la aplica al caso concreto de la persona, que
así actúa con-ciencia cierta de estar actuando rectamente.
Para entendernos, bajemos a detalles concretos: no es “conciencia”
la persona que se acerca a confesar sin haber hecho primero la reflexión
sincera de su estado interior y se limita a decir dos cosas y no ha entrado en
la realidad personal amplia que lleva consigo la vida desde el levantarse y
acostarse y en las diversas relaciones de cada día.
No es “conciencia” acercarse a la comunión con cierta
rutina que no toma en consideración determinadas actitudes que –cuando menos-
provocan duda… La Comunión no debe ser el fruto de que “apetece”, si –por otra
parte- no hay limpieza interior suficiente…, si no se ha mirado que hay
suficiente buena disposición de alma.
Tema que hoy se nos viene a las manos, nuestra relación con
la Madre, la Virgen María, en este primer domingo de Mayo. La Virgen, a la que
queremos obsequiar como Madre. Y es evidente que a la Virgen no se le regala
una bagatela, y menos aún si está lejos de una vida coherente con ese gesto de
amor. ¿Qué sentido puede tener que hoy un hijo le regale a su madre una
atención, si en sus comportamientos le está haciendo sufrir? El regalo exterior
debe corresponder a una manera sincera de proceder diario, ahí donde se expresa
verdaderamente el cariño. Obsequiar a la Virgen debe ser propio de un hijo, pero
el obsequio debe llevar una carga importante de forma de vida que sea agradable
a esa madre.
Por mediación de María, nuestra Madre del Cielo, pedimos a Dios:
ResponderEliminar- Para que vivamos unidos a Jesús y de Él recibamos la savia de una vida según sus proyectos, Roguemos al Señor.
- Para que sepamos aceptar con paz los momentos difíciles en que se nos prepara para dar más fruto, Roguemos al Señor
- Para que seamos muy sinceros con el verdadero fondo de nuestra conciencia, Roguemos al Señor.
- Para que la relación con las madres de familia ponga el acento en el agrado diario, del que un obsequio es recordatorio y símbolo, Roguemos al Señor
Señor Dios, Padre bondadoso: concédenos una sinceridad de conciencia que nos mantenga bien unidos a la voluntad de Jesús, Vid verdadera que nos da vida y valor.
Por Jesucristo N.S.
Tres sujetos: Jesús"(YO SOY"); El Padre("Mi Padre es") y nosotros(vosotros sois). Dios es el Labrador; Él escoge las plantas y planta las cepas de vid para que no falte el vino y la alegría. El Padre nos ha enviado una buena "cepa"y la ha plantado: ha "plantado" a Jesús en el mundo como "verdadera vid" o persona auténticamente humana. De esta vid nacen los sarmientos: Todos los que seguimos a Jesús, estamos unidos a Él y nos reconocemos como hijos del Padre, somos sarmientos; tendremos más o menos vigor , dependiendo de lo unidos que estemos a la Cepa y si le permitimos al Padre que nos pode cuando reconozcamos que nuestros frutos no son muy buenos.¡Ojo, el Padre corta el sarmiento que no da fruto..! Pero el Padre es el que ha querido injertarnos en la Cepa de Vid Verdadera que es su Hijo Jesús. Sin Jesús no podemos hacer nada.Tenemos que adherirnos a Él, ser dóciles a las mociones del Espíritu Santo y pedirle al Padre que nos cuide y que no nos permita ser unos sarmientos malos, que produzcan uvas agrias.
ResponderEliminarA la Virgen María, la amo desde niña; ya entonces he aprendido a amarla como a madre y a pedir su intercesión en los peligros, sobre todo en los exámenes y en la dirección espiritual. El Mes de Mayo sigue siendo muy importante para mí .