Texto completo de la
catequesis del miércoles. El don del consejo
El Santo Padre contó cuando una mamá, la Virgen y un joven
resolvieron un problema escuchando el consejo del Espíritu Santo
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 07 de mayo de 2014 (Zenit.org) - Queridos hermanos y hermanas,
¡buen día! Hemos escuchado la lectura de esa estrofa del Libro de los
Salmos, que dice: 'El Señor me aconseja, el Señor me habla
internamente'. Es éste otro de los dones del Espíritu Santo, es el don del
consejo.
Sabemos cuánto sea importante en los momentos más delicados, poder
contar con el consejo de las personas sabias que nos quieren mucho. Ahora, a
través del don del consejo, es Dios mismo con su Espíritu que ilumina nuestro
corazón, de manera que podamos entender el modo justo de hablar, de
comportarnos y el camino que debemos seguir.
Pero, ¿cómo actúa este don en nosotros? En el momento en que lo recibimos y hospedamos en nuestro corazón, el Espíritu Santo comienza enseguida a volver sensible su voz, a orientar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras intenciones, de acuerdo con el corazón de Dios. Y al mismo tiempo nos lleva siempre más a poner nuestra mirada interior en Jesús como el modelo de nuestro modo de actuar y relacionarse con Dios Padre y con los hermanos.
El consejo es entonces el don con el cual el Espíritu Santo vuelve capaz a nuestra conciencia de tomar una decisión concreta en comunión con Dios, según la lógica de Jesús y de su evangelio. De este modo el Espíritu crece interiormente, positivamente, en la comunidad. Y nos ayuda a no caer en el yugo del egoísmo y en el modo de ver las cosas. Así el Espíritu nos ayuda a crecer y también a vivir en comunidad.
Pero, ¿cómo actúa este don en nosotros? En el momento en que lo recibimos y hospedamos en nuestro corazón, el Espíritu Santo comienza enseguida a volver sensible su voz, a orientar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras intenciones, de acuerdo con el corazón de Dios. Y al mismo tiempo nos lleva siempre más a poner nuestra mirada interior en Jesús como el modelo de nuestro modo de actuar y relacionarse con Dios Padre y con los hermanos.
El consejo es entonces el don con el cual el Espíritu Santo vuelve capaz a nuestra conciencia de tomar una decisión concreta en comunión con Dios, según la lógica de Jesús y de su evangelio. De este modo el Espíritu crece interiormente, positivamente, en la comunidad. Y nos ayuda a no caer en el yugo del egoísmo y en el modo de ver las cosas. Así el Espíritu nos ayuda a crecer y también a vivir en comunidad.
La condición esencial para conservar este don es la oración. Pero
siempre volvemos a lo mismo: la oración. Y es tan importante la oración, rezar;
rezar las oraciones que conocemos desde niños, pero también rezar con nuestras
palabras, rezarle al Señor: ¡ayúdame! ¿Señor qué debo hacer ahora? Y con la
oración hacemos espacio para que el Espíritu venga y nos ayude en ese momento y
nos aconseje sobre lo que nosotros debemos hacer.
La oración, nunca olvidarse de la oración, nunca. Nadie se da
cuenta cuando nosotros rezamos en el autobús o en la calle, rezamos en silencio
con el corazón, aprovechemos estos momentos para rezar. Rezar para que el
Espíritu nos de este don del consejo.
En la intimidad con Dios y en el don de su palabra, poco a poco
dejamos de lado nuestra lógica personal, dictada la mayoría de las veces por
nuestro encerrarnos, por nuestros prejuicios y nuestras ambiciones. Aprendamos
en cambio a pedirle al Señor '¿Cuál es tu deseo?', pedirle consejo al Señor. Y
esto lo hacemos con la oración.
Y de esta manera madura en nosotros una sintonía profunda, casi
natural con el Espíritu y se experimenta cuanto sean verdaderas las palabras de
Jesús reportadas en el evangelio de Mateo: 'No se preocupen de qué o que cosa
dirán. porque les será dado en esa hora lo que deberán decir. Porque de hecho
no serán ustedes a hablar, pero es el Espíritu del Padre vuestro que hablará en
vosotros'. Es el Espíritu que nos aconseja, pero nosotros nosotros debemos
darle espacio al Espíritu para que nos aconseje. Dar espacio es rezar, rezar
para que el venga y nos ayude siempre.
Y como todos los otros dones del Espíritu, el consejo constituye
también un tesoro para toda la comunidad cristiana. El Señor no nos habla
solamente en la intimidad del corazón, nos habla sí, pero no solamente allí,
pero nos habla también a través del consejo y testimonio de los hermanos. Es
verdaderamente un don grande poder encontrar a hombres y mujeres de fe que
especialmente en los momentos más complicados e importantes de nuestra vida nos
ayuden a hacer luz en nuestro corazón y a reconocer la voluntad del Señor.
Me acuerdo una vez que estaba en el confesionario con una fila
larga adelante, era en el santuario de Luján, la diócesis de ese obispo que está
allí. Estaba en la cola un muchachón, todo moderno, con aros, tatuajes y todo
lo demás. Vino para decirme lo que le pasaba, era un problema grande difícil,
¿y tú que harías?. Y él me dijo: “Le he contado todo esto a mi madre y ella me
dijo, 've a lo de la Virgen y ella te dirá lo que tienes que hacer'. Estaba
allí una mujer que tenía el don del consejo. No sabía como salir del problema
del hijo, pero le indicó el camino justo. Ve a lo de la Virgen y ella te dirá.
Este es el don del consejo, dejar que el Espíritu hable. Y esa mujer humilde y
simple le dio a su hijo el consejo más verdadero, porque este muchacho me dijo:
'Hablé con la Virgen y Ella me dijo, tienes que hacer esto, esto y esto'. Y yo
no tuve necesidad de hablar. Todo lo hicieron la mamá, la Virgen, y el joven.
Este es el don del consejo. Y ustedes mamás, que tienen ese don, pidan este don
para sus hijos, el don de aconsejar a los hijos. Es un don de Dios
Queridos amigos, el salmo que hemos oído nos invita a rezar con
estas palabras: 'Bendigo al Señor que me ha dado consejo. También de noche mi
ánimo me instruye, yo pongo siempre delante de mi al Señor que está a mi
derecha, no podré vacilar'.
Que el Espíritu pueda siempre infundir en nuestro corazón esta
certeza y colmarnos así de su consolación y de su paz. Pidan siempre el
don del Consejo. Gracias.
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