La Verdad os
hará libres
Pablo
ha llegado a Atenas y habla en el foro de los sabios y entendidos: el areópago.
(Hec. 15, 15…) Pablo utiliza cierto artificio pensando que puede ser el modo de
encandilar a aquellas gentes, y desde ahí aterrizar en el mensaje esencial
cristiano. Todo el revestimiento científico es bien acogido, pero cuando
“aterriza” en lo fundamental: el Cristo muerto y resucitado, aquellos sabios se ríen y le cortan la exposición,
diciéndole que “de eso ya te oiremos en
otra ocasión”. Pablo se ha equivocado. Y de la equivocación sacará lección
para su vida, no queriendo ya saber otra
cosa que a Cristo crucificado, que es la verdadera sabiduría de Dios. La
Resurrección irá a continuación, dándole el pleno sentido al Cristo de la Cruz.
Pero “las sabidurías humanas” son necedad ante Dios.
Jn
16, 12-15 insiste en el envío del Espíritu y la obra que realizará, ¡que esa sí
es Sabiduría!: conducirá a la verdad plena. Y como ya ha expresado en otra
ocasión que “la verdad os hará libres”,
quiere decir que bajo la acción del Espíritu esa verdad plena conducirá a
libertad plena. Las últimas intervenciones del Papa pueden crear cierta
perplejidad en las mentes que están hechas a las concepciones monolíticas. Si
algo muestra el Papa, desde su elección, es que es persona que no se encasilla
en “cosas hechas”, cuando esas “cosas” no entran en el dogma. O creemos en el
Espíritu o no creemos. O creemos a las palabras de Jesús: el espíritu conduce a la Verdad plena, o no creemos. Y la verdad
hace libres o no. El resto es ahora un enorme espíritu de oración, de humildad,
de búsqueda, de devolver la Iglesia a un pueblo que se ha alejado. De CREER en
actitud de auténtica DE, sin ponerle posesivos por delante: “mi fe”. No mires nuestros pecados sino la fe
de tu Iglesia. Y esa fe de la Iglesia es mucho más amplia, tan amplia
como la infinitud misma del ESPÍRITU DE LA
VERDAD.
Si
MARÍA es realmente Modelo de fe,
Imagen-Tipo de la Iglesia, la verdad es que María caminó, desde la Encarnación,
con el alma abierta a lo imprevisible…, a lo que cambiada a cada instante,
desde el momento que Dios irrumpió abiertamente en su vida. María tuvo que
creer que iba a ser madre… sin varón por medio. Que el Espíritu Santo de Dios
“la cubría” con esa sombra del sumo misterio. Que ese hijo misterioso era nada
menos que Hijo de Dios Altísimo. Y siguió creyendo cuando Belén los saludó sin lugar para ellos en la posada, y
cuando un extraño sueño –según narra San Mateo- avisaba que tenían que huir
para salvar al niño… ¿Y no había otro medio más sencillo y eficaz? Eso no le
tocaba a ella. Ella CREÍA A DIOS. Vivía en los brazos del Espíritu, y ese
Espíritu le iba cambiando el paso a cada vuelta de la esquina. Que para
nosotros todo es tan “sabido” que ni nos vemos en necesidad de ahondar y admirarnos…
Pero vivido en propia vida, aquello era muy-muy fuerte. Si María hubiera vivido
hoy entre nosotros, nos enseñaría de inmediato a guardar extrañezas en el corazón y a esperar que el Espíritu del
Señor nos conduzca a la Verdad completa, y en esa Verdad nos sintamos LIBRES…
Creyentes que se aferran a Dios y a su riqueza de Verdad, que nos desborda
cuando menos lo pensamos. Entiendo a sí a María más que en dulces devociones
del sentimiento afectivo. Sin que este sentimiento tena que quitarse, pero yéndose
a lo que significa María como Maestra y Madre, como Creyente y humilde ante
Dios.
“A nosotros, que lo hemos dejado todo, qué
nos toca? ¡Ay, Pedro, que podría decirte el Señor que tu misma pregunta te
delata! Lo has dejado TODO y estás ya buscando la recompensa: “qué nos toca”.
Si has dejado TODO, ¡deja también lo que será luego…! Pero ¿de verdad has
dejado TODO? ¿Ya no te preocupará ser el primero o el menor? ¿Ya no te
disgustará que dos compañeros pretendan la derecha y la izquierda? ¿Ya no
blasonarás de que aunque todos te
nieguen, yo no…? ¿Ya no negarás por el pánico de poder padecer por ese
amigo, de quien decías no poder separarte, porque sólo Él tiene palabras de
Vida eterna?
Son
los “peligros” del TODO y del NADA. Cierto que habían dejado mucho. Mucho de lo
de fuera: barcas, redes, familia, compañeros de pesca… Pero cada uno conservaba
su YO, sus miras humanas, sus ideas, sus pasiones de ser más… Jesús pudo
corregir a Pedro pero Jesús aprovecho didácticamente la respuesta: E verdad os digo: nadie hay que dejó casa o
hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos y tierras por mi causa y por el evangelio, que no reciba el cien doblado en este tiempo, casas y hermanos y
hermanas, y madres e hijos y campos, junto
con persecuciones, y en el siglo venidero, la vida eterna. Y muchos
primeros serán postreros, y muchos últimos serán primeros, A buen
entendedor, ya basta. No ha respondido directamente a Pedro. No ha dicho “a
vosotros”, ni que “lo hayáis dejado TODO”. Lo que establece es el valor
esencial de preferir a Cristo y al
Evangelio…, y juntamente saber que no se ha abierto Jauja para quienes así
dan lo que son y tienen… Obtendrán más de lo ofrecido…, pero con persecuciones.
¡Vamos!: que la vida aquí es muy hermosa; que darse a Jesús más y más, es maravilloso…,
pero que nunca es coser y cantar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡GRACIAS POR COMENTAR!