18 de mayo de 2014 (Zenit.org) - El Santo Padre ha rezado esta
mañana la oración del Regina Coeli desde la ventana de estudio del Palacio
Apostólico ante la plaza de San Pedro repleta de fieles, más de 50.000. Estas
son las palabras de Francisco antes de la oración mariana:
Queridos hermanos y hermanas,
hoy la Lectura de los Hechos de los Apóstoles nos hace ver que
también en la Iglesia de los orígenes emergen las primeras tensiones y primeros
desacuerdos. En la vida, los conflictos están, el problema es cómo se afrontan.
Hasta el momento la unidad de la comunidad cristiana había sido favorecida por
la pertenencia a una única etnia y cultura, la judía. Pero cuando el
cristianismo, que por deseo de Jesús es destinado a todos los pueblos, se abre
al ámbito cultural griego, y comienza a faltar esta homogeneidad, surgen las
primeras dificultades. Comienza el descontento, hay quejas, corren voces de
favoritismo y disparidad de trato. Esto sucede también en nuestras parroquias.
La ayuda de las comunidades a las personas necesitadas -viudas, huérfanos y
pobres en general-, parece privilegiar a los cristianos de origen judío
respecto a los otros.
Entonces, delante de este conflicto, los apóstoles se encargan de
la situación: convocan una reunión también con los discípulos, discuten juntos
la cuestión. Todos. ¡Los problemas, de hecho, no se resuelven fingiendo que no
existen! Y es bello este encuentro contundente entre pastores y los otros
fieles. Se llega por tanto a una subdivisión de las tareas. Los apóstoles hacen
una propuesta que viene acogida por todos: ellos se dedicarán a la oración y al
ministerio de la Palabra, mientras que siete hombres, los diáconos, proveerán
al servicio de los comedores para los pobres. Estos siete no son elegidos por
ser expertos, sino por ser hombres honestos y de buena reputación, llenos de
Espíritu Santo y de sabiduría; y están constituidos en su servicio mediante la
imposición de las manos por parte de las apóstoles. Y así, de ese descontento,
de esas quejas, de esas voces de favoritismo, de disparidad en el trato, se
llega a una solución. Confrontándose, discutiendo y rezando, así se resuelven
los conflictos en la Iglesia. Confrontándose, discutiendo y rezando. Con la
seguridad que el chismorreo, las envididas, los celos no podrán nunca llevarnos
a la concordia, a la armonía o a la paz. Ha sido ahí también el Espíritu Santo
a coronar este acuerdo y esto nos hace entender que cuando dejamos al Espíritu
Santo la guía, él nos lleva a la armonía, a la unidad y al respeto de los
distintos dones y talentos. ¿Habéis entendido bien? Nada de chismorreo, nada de
envidias, nada de celos. ¿Entendido?
La Virgen María nos ayude a ser dóciles al Espíritu Santo, para
que sepamos estimarnos unos a otros y converger siempre más profundamente en la
fe y en la caridad, teniendo el corazón abierto a las necesidades de los
hermanos.
Al concluir la oración del Regina Coeli, el Papa ha añadido:
Queridos hermanos y hermanas,
Graves inundaciones han devastado amplias zonas de los Balcanes,
sobre todo en Serbia y Bosnia. Mientras confío al Señor las víctimas de estas
calamidades expreso mi personal cercanía a los que están viviendo horas de
angustia y tribulación. Rezamos juntos a la Virgen por estos hermanos y
hermanas que están en tanta dificultad. Ave María....
Ayer en Iaşi, en Rumania, se ha
proclamado beato al obispo Anton Durcovici, mártir de la fed. Pastor celante y
valiente, fue perseguido por el régimen comunista rumano y murió en la cárcel,
murió de hambre y sed en 1951. Junto con los fieles de Iaşi y de toda Rumania, ¡damos gracias a Dios
por este ejemplo!
Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos: las familias,
los grupos parroquiales, las asociaciones, las escuelas. En particular, saludo
a los estudiantes de las escuelas católicas de Madrid y Pamplona, los
procedentes de México y de Colombes (Francia), los chicos de la escuela
"Nuestra Señora de las Nieves" de Génova y los niños del Centro
"Rostro Santo" de Bari.
Saludo las delegaciones de las ciudades de Perth (Australia) y
Vasto (Italia), hermanadas desde hace 25 años; los fieles de Tombolo, Grezzana,
Cerignola, San Biagio, San Fiorano, Parabita, Patù, Bronte, Cassino y Dogana;
el coro de Brindisi, el Círculo de ancianos de Locara, la Pequeña Fraternidad
Emaus de San Benedicto del Tronto, los chicos de Lodi y los de Atri.
Animo a las asociaciones de voluntariado venidas por la Jornada
del enfermo oncológico: rezo por vosotros, por los enfermos y las familias. ¡Y
vosotros rezad por mí!
A todos deseo un feliz domingo. ¡Buena comida y hasta la vista!
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