En la última ESCUELA DE ORACIÓN
propuse la oportunidad de encontrarnos
en UNA MESA REDONDA
a las 5'30 del VIERNES 30.
Luego, no concreté nada, y lo que hace falta es:
1º, saber si os interesa
2º, que lo comuniquéis a todas las personas que suelen acudir.
¿mi corazón es un bailarín o está fijo en el Espíritu Santo?
El Santo Padre en la homilía de este lunes pone como modelo a san
Pablo y recuerda que el Espíritu nos ayuda a ir adelante entre las situaciones
de todos los días
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 19 de mayo de 2014 (Zenit.org) - El cristiano debe tener un
corazón fijo en el Espíritu Santo, no un corazón bailarín que va de una parte a
otra. Así lo ha afirmado el Santo Padre esta mañana, en la homilía de la misa
de la Casa Santa Marta. Francisco ha centrado sus palabras en la figura de san
Pablo que "fue capaz de evangelizar sin descanso porque su corazón recibía
firmeza del Espíritu Santo".
De este modo, el Papa ha hablado del binomio
"movimiento-firmeza" en el corazón de los cristianos. Tomando la
Primera Lectura, donde podemos admirar el compromiso de san Pablo por la
evangelización, que "tiene el corazón quieto pero en continuo movimiento".
El Santo Padre ha recordado que Pablo venía de Iconio, donde
habían intentado matarle, pero no se lamente por esto. Va adelante en la
evangelización en la zona de Licaonia y en el nombre del Señor, sana un
paralítico. Y ha recordado también que cuando los paganos vieron esta milagro,
pensaron que Pablo y Bernabé -que lo acompañaba- eran Zeus y Hermes que habían
bajado a la tierra. Y como explicó el Papa, a "Pablo le ha costado
convencerles que eran hombres. Estas, ha añadido, "son las situaciones humanas
en las que Pablo vivía".
El Pontífice ha afirmado que "nosotros tenemos muchas, todos
nosotros; nosotros estamos entre tantas situaciones, que nos mueven de una
parte a otra. Pero hemos pedido la gracia de tener el corazón fijo, como lo
tenía Pablo: para no lamentarse de esa persecución fue a buscar otra ciudad;
comenzar a predicar allí; sanar un enfermo; darse cuenta que ese hombre tenía
la fe suficiente para ser sanado; después, calmar a esta gente entusiasta que
quería hacerles un sacrificio; a continuación proclamar que hay un solo Dios,
con su lenguaje y su cultura. Pero, una cosa detrás de otra... Y esto viene
solamente de un corazón fijo".
Francisco ha preguntado dónde tenía el corazón san Pablo para
hacer tantos cambios en poco tiempo y venir al encuentro de las situaciones de
la forma adecuada. En el Evangelio -ha indicado el Santo Padre- Jesús nos dice
que el Espíritu Santo, enviado por el Padre, "enseñará cada cosa" y
"recordará todo" lo que Él había dicho. El corazón de san Pablo, por
tanto, "está fijo en el Espíritu Santo", este "don que Jesús nos
ha mandado". De este modo, en la homilía el Pontífice ha señalado que
todos nosotros, "si queremos encontrar firmeza en nuestra vida"
debemos "ir a Él. Él está en nuestro corazón, lo hemos recibido en el
Bautismo". El Espíritu Santo, ha asegurado, "nos dará esta firmeza
para ir adelante en la vida entre tantas situaciones". Y Jesús nos
dice dos cosas del Espíritu Santo. que nos enseñará todo y nos lo recordará
todo. Es precisamente esto lo que sucede con san Pablo: "le enseña y
le recuerda" el "mensaje de salvación". Y es el Espíritu Santo
que da firmeza al corazón, ha observado el Papa.
Asimismo, ha matizado que "con este ejemplo, podemos hoy
preguntarnos: ¿Cómo está mi corazón? ¿Es un corazón que parece un bailarín, que
va de una parte a otra, que parece una mariposa, que hoy le gusta esto.... que
está siempre en movimiento; es un corazón que se asusta antes las situaciones
de la vida, y se esconde y tiene miedo de dar testimonio de Jesucristo; es un
corazón valiente o es un corazón que tiene mucho temor y busca siempre
esconderse? ¿De qué se preocupa nuestra corazón? ¿Cuál es el tesoro al que
nuestro corazón está unido? ¿Es un corazón fijo en las criaturas, en los
problemas que todos tenemos? ¿Es un corazón fijo en los dioses de todos los
días o es un corazón fijo en el Espíritu Santo?"
De este modo, el Papa ha afirmado que nos hará bien preguntarnos
dónde está la firmeza de nuestro corazón. Así como hacer memoria de tantas
situaciones que tenemos cada día: en casa, en el trabajo, con los hijos, con la
gente que vive con nosotros, con los compañeros de trabajo, con todos.
Francisco ha preguntado nuevamente "¿yo me dejo llevar por
cada una de ellas o voy a estas situaciones con el corazón fijo, que sabe dónde
está? El único que da firmeza a nuestro corazón es el Espíritu Santo. Al
concluir la homilía, ha indicado que "nos hará bien pensar que nosotros
tenemos un bonito don, que nos ha dejado Jesús, este Espíritu de fortaleza, de
consejo, que nos ayuda a ir adelante en medio, ir adelante entre las
situaciones de todos los días". Por eso ha invitado a hacer este
ejercicio: "Preguntarnos cómo está nuestro corazón: ¿está quieto o no? Y
si está quieto, ¿dónde se detiene? ¿E n las cosas o en el Espíritu Santo?"
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