A Manuel Sanches, Obispo de Targa
Este destinatario de la carta había estudiado en París
junto a Ignacio, con quien tuvo una especial intimidad, y era muy afín a
la nueva Orden. Aunque no se conserva su
carta a Ignacio, debió hacerle una consulta personal por la que él se sentía
muy agobiado por sus ministerios de inquisidor general y auxiliar del Obispo de
Lisboa. Por ello debió proponerle a Ignacio la idea de renunciar a sus
responsabilidades para más dedicarse al servicio divino.
Ignacio le responde alabándole sus deseos de ese servicio y
le indica que puede dedicarse completamente a Dios aun conservando sus
responsabilidades. Lo que tiene que hacer es buscar a Dios en esas mismas
ocupaciones de su oficio, lo mismo que buscar a Dios en todas las cosas.
Es un principio ignaciano el buscar a Dios en todas las
cosas, y en todas las cosas encontrar a Dios. Y eso es lo que le responde a su
buen amigo.
Liturgia:
Cuando Santiago y Juan se acercaron a
Jesús para pedirle estar ellos a la derecha y a la izquierda del reino de Jesús
(Mt.20,20-28), lo que menos imaginaban era que Jesús emplazaba a los dos
hermanos a beber el cáliz que Jesús iba a
beber, y que era precisamente la muerte en defensa de la verdad del
evangelio y en seguimiento de su propia pasión y muerte.
Hoy nos encontramos con la fiesta de Santiago, testigo de
los grandes momentos de Jesús en el Tabor o en el Huerto, el primer apóstol que
sufrió el martirio. Su afirmación a Cristo de que “Podemos beber el cáliz”, se cumplió totalmente cuando Herodes
decidió darle muerte para acallar el testimonio que los apóstoles daban de
Jesús con mucho valor, y haciendo signos y prodigios en medio del pueblo.
(Hech.4,33; 5,12, 27-33; 12,1).
Empezó la persecución con el sumo sacerdote que los
interrogó a los apóstoles en presencia del Consejo: ¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ESE? El
sumo sacerdote no quiso ni nombrar a Jesús, porque era un crucificado y de los
crucificados no quedaba ni el nombre. Y les echa en cara que habéis llenado Jerusalén con vuestra
enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.
Aparece el cinismo del sumo sacerdote que pretende quedar al margen de la
pasión de Jesús.
Responde Pedro que hay
que obedecer a Dios antes que a los hombres: “el Dios de nuestros padres
resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo de un madero. Si
pretendían chafarse de la culpa, Pedro se la pone por delante.
Ellos se consumían de rabia, y Herodes acaba mandando
decapitar a Santiago.
Ha sido una realidad aquel “Podemos beber el cáliz”, y a Santiago le ha tocado ser el primero
de los apóstoles que entrega su vida en defensa de la verdad del Maestro, razón
por la cual hemos tenido este texto en la 1ª lectura.
En la 2ª lectura (2Co.4,7-15) se ha resaltado la aparente
contradicción que hay entre el limitado valor humano de los apóstoles y su gran
misión y valor íntimo que hay en ellos: Este
tesoro lo llevamos en vasijas de barro –la realidad humana de aquellos
hombres- para que se vea que una fuerza
extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Y va haciendo Pablo
una contraposición entre lo poco que ellos pueden dar de sí y las maravillas
que en ellos ha hecho Dios: llevamos en
el cuerpo la muerte de Jesús para que también la vida de Jesús se manifieste en
nuestro cuerpo.
España celebra la fiesta de Santiago como la de su Apóstol
Patrón. Es un sentir muy antiguo que Santiago llegó con su predicación hasta
los confines de Occidente. Después de la invasión mahometana, el apóstol
aparece venerado en España como patrono de los reinos cristianos. Éstos
proclamaron en los siglos siguientes su gratitud por la protección de Santiago
en la defensa de la acción misionera que contribuyó a propagar a la Iglesia en
el mundo.
Su sepulcro en Compostela, a
semejanza del sepulcro vacío de Jesús en Jerusalén y de la tumba de San Pedro
en Roma, atrae, hasta nuestros días, a innumerables peregrinos de toda la
cristiandad.
Los Papas han concedido a su santuario un jubileo frecuente
y otras gracias extraordinarias.
Hoy celebramos el martirio de Santiago Apóstol. El Rey Herodes no podía tolerar que los Apóstoles predicaran la Doctrina de Jesús; hizo pasr a cuchillo a Santiago, en Jerusalén. Santiago es Patrón de España y, tal día como hoy, llegan a Compostela, peregrinos de todo el mundo. La peregrinación conserva sus raices medievales. Es un lugar de apertura a la espiritualidad, al encuentro con uno mismo y al encuentro con muchos hermanos de cuaquier nacionalidad y sobretodo al encuentro con Dios.
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