EL CORDERO
Uno de los títulos de Jesús más repetidos en el Apocalipsis
es “EL CORDERO”. Un cuadro famoso en Gantes es “La adoración del Cordero”,
donde toda la corte celestial adora al Cordero.
También Juan habla del Cordero cuando el Bautista lo
señala: He ahí el Cordero de Dios. Es
tradición bíblica que viene desde la misma liberación de Egipto, en el que el
centro es el cordero. El sacrificio del cordero era una tradición de los
pastores que emigraban y mataban un cordero y rociaban las jambas de las
puertas para ahuyentar los malos espíritus.
Asumió Israel ese símbolo en la noche de la liberación de Egipto ante el ángel exterminador. El cordero
era elemento de liberación, la víctima que se ofrece para liberarse de la
esclavitud.
El Siervo de Yavhé, en Isaías presenta al liberador como cordero llevado al matadero, siervo
de Dios que se somete a la voluntad de Dios para liberar al pueblo del yugo de
la esclavitud.
La imagen del cordero en Juan y en el Apocalipsis se
escribe cuando la pequeña comunidad cristiana de Roma padece la persecución de
Domiciano, que usa todos los medios para acabar con los cristianos. Se escribe
entonces aquello para crear esperanza, porque viene el tiempo de Dios.. El vencedor
será Dios, que libera al pueblo. Ese es el sentido del CORDERO, qie aparece en
la liberación de Egipto, de babilonia y del Imperio romano.
Esta imagen en Apocalipsis y en Juan tiene pleno sentido
porque Jesús es el cordero que se entrega para liberar a los excluidos, los
enfermos, los lisiados, que pueden proyectarse
sobre los esclavizados de nuestro tiempo, que vive la pobreza que le dificulta
vivir como hijos de Dios.
La sociedad de hoy tiene perdido el sentido de humanidad en
un proceso (en el que estamos todos) que pisotea la imagen de Dios. El Cordero
viene a liberar todo lo que impide esa imagen de Dios.
A eso dedicó Jesús su tiempo, luchando contra la
esclavitud. Por eso es Cordero liberador. También hoy, nuestra devoción al
Corazón de Jesús debe liberarnos de nuestras esclavitudes de la ignorancia, de lo
que nos hace ser menos dignos, de las
drogas, de los malos pasos , de las actitudes que niegan su lugar a los que son
e otra religión, otra lengua, otra raza… En nuestro tiempo hay muchas
esclavitudes. Y la DEVOCIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS debe llevar a compromisos y a
ayudar.
Pidamos al Corazón de Jesús, apasionado de amor por los
débiles, salir como él, colaborando con las instituciones (como CARITAS) y ser
así reflejo del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
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