Uno de los títulos que da el Apocalipsis a Jesús es: EL TESTIGO FIEL Y
VERAZ. “El”, el único. O como dice San Juan: YO SOY LA VERDAD.
El mundo de hoy, expresado por
Campoamor: Nada es verdad ni mentira; todo es según el color del cristal con
que se mira. Hoy en día nada es verdad. No podemos fiarnos de la palabra de una
persona. “Estos son mis principios, pero si no gustan, tengo otros” (Hermanos
Marx).
Falta la verdad. La publicidad
miente. Y lo malo es que aceptamos que nos mienta. Sabemos que es mentira, pero
la seguimos.
Jesús es LA VERDAD, EL TESTIGO FIEL,
que nos trasmite el proyecto de Dios, sin publicidades engañosas. Afirma lo que
afirma y sus frases no son atractivas al oído. Pero lo que dice es VERDAD.
Las Bienaventuranzas son verdad,
pero no están puestas para halagar; son promesas reales, expresan el proyecto
de Dios, no en beneficio de alguien sino para la plenitud de todo hijo de Dios.
Su Corazón es entrañas de compasión
y sinceridad que presentan la plena fidelidad al ser humano.
Sacar consecuencias: ¿Nos fiamos de
Cristo?; ¿nos fiamos de su verdad? Se
presentan muchos “salvadores” (políticos, sociales, económicos). ¿Preferimos
aceptar sus mentiras que nos halagan, o aceptar plenamente al TESTIGO FIEL?
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN TI CONFÍO tiene que ser de verdad y no
mera fórmula. Me fío plenamente del Corazón de Jesús, que es TESTIGO FIEL Y
VERAZ…, LA VERDAD de Dios.
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