PREGÓN DE LA NAVIDAD
Os anunciamos, hermanos, una buena noticia,
una gran alegría para todo
el pueblo;
escuchadla con corazón
gozoso.
Habían pasado miles y miles de años
desde que, al principio,
Dios creó el cielo y la tierra,
e hizo al hombre a su imagen
y semejanza;
y miles y
miles de años desde que cesó el diluvio
y el Altísimo hizo
resplandecer el arco iris,
signo de alianza y de paz.
En el año 752 de la fundación de Roma;
en el año 42 del imperio de
Octavio Augusto,
mientras sobre la tierra
reinaba la paz,
en la sexta edad del mundo,
hace 2016 años,
en Belén de
Judá, pueblo humilde de Israel,
ocupado entonces por los
romanos,
en un pesebre, porque no
tenían sitio en la posada,
de María virgen, esposa de
José,
de la casa y familia de David,
NACIÓ JESÚS,
Dios eterno, Hijo del eterno
Padre, y hombre verdadero,
llamado Mesías y Cristo,
que es el Salvador que los
hombres esperaban.
[Del libro:
Quién es Este] .NOCHEBUENA
Una expresión aplicada a la Navidad y que trae su
historia larga en la
Sagrada Escritura es: “Cuando
un silencio profundo lo llenaba todo y la noche llegaba a su mitad, tu
Omnipotente Palabra bajó del Cielo a la tierra”.
El primer sentido es la CREACIÓN. El silencio
vacío del caos informe inicial. Y entonces se pronuncia la Palabra de Dios:
“¡Hágase!”. Y el mundo empezó a hacerse.
Otro silencio de oscuridad tenebrosa es el momento de la
salida de los hebreos desde su esclavitud de Egipto. Ahí interviene Dios con su
columna de fuego y el pueblo hebreo traspasa el Mar Rojo y encuentra la luz
hacia la Tierra Prometida.
En Navidad se usa la misma frase, y la sentimos y palpamos
con un realismo encantador. La
MEDIANOCHE …, EL SILENCIO PROFUNDO donde nada hay alrededor. La PALABRA DE DIOS (con
mayúscula), el VERBO, que se abre con su omnipotencia para empezar un nuevo
mundo. NACE JESÚS.
EN BELÉN, UN LUGAR INDETERMINADO
No es casual que la descripción del nacimiento de Jesús sea
tan breve y mínima en detalles. Salvo
que había un pesebre, ya no podemos decir más, ateniéndonos al texto evangélico.
Piensan autores de profundo sentido bíblico que quedó así
para expresarnos una idea fundamental:
Jesús no nació en un “lugar concreto” y bajo un techo concreto, porque
Jesús no es de nadie (en particular),
porque es de todos Por eso no se dice más que lo que se
dice. Incluso el tema de “la cueva”
procede ya de los evangelios apócrifos.
Que fuera un establo, sí que puede deducirse por el pesebre. Lo demás, queda a “rellenar” por nuestra
imaginación y devoción… O ni siquiera
“rellenar” porque la vida interior va siempre mucho más allá que esos detalles
tan gustosos para la imaginación.
Pues bien: dejamos a José, velando a la entrada de aquel
lugar donde se refugiaron. A María que descansaba de su agotamiento. Cada uno
de nosotros, que va y viene de uno a otro, como quien no quiere perder puntada.
Y allí se va echando la noche. Allí se va haciendo cada más mascable el
silencio. No nos atrevemos a hablar. José está en su mundo interno. Y yo, sin
saber ni qué decir.
De pronto José da un salto y entra a trompicones, a oscuras,
en el interior. Ha oído el llanto de un Niño. María está sentada en su jergón,
radiante de gozo y casi perdida en su sorpresa. Jesús, recién nacido, en la
invalidez y la figura normal de un recién nacido. José enciende un candil y
simplemente llora. Yo también me arrodillo. Miro sin parar. Quisiera “robar” la
primera mirada de ojos entreabiertos –siquiera- del Niño…, PORQUE SERÍA VER YO
LOS OJOS DE DIOS. Tengo que reconocer que ni sé lo que quiero. Estoy anonadado.
Me encuentro con las manos cruzadas ante el rostro y los ojos cerrados hacia el
suelo. María le pide a José que le acerque una talega que tenía por allí, y
saca unos pañales, aunque más bien, el calor al Niño le llega desde el Corazón
de aquella Madre que arropa al Hijo en su pecho.
Os anunciamos, hermanos, una buena noticia,
ResponderEliminaruna gran alegría para todo el pueblo;Jesús nació en Belén de Judá.