SAN JOSÉ.- MARÍA, FLOR DE MAYO
Hoy tendré mi reflexión sobre este
doble evento que nos ofrece el nacimiento de Mayo. De una parte, la Liturgia nos lleva al
recuerdo de San José, como el trabajador de cada día, para ganarse el pan. El trabajador alegre, que hace de su trabajo
un arte. (La palabra griega que lo designa, no es la habitual de “carpintero”
ni la otra de “obrero”, sino “artífice”,
trabajador que hace salir arte de sus manos.
Y no significa que fuera un “artista”,
un creador. No: es el trabajador que hace felicidad de su trabajo, que trabaja
con un sentido positivo de estar haciendo algo importante, de saberse colaborador
en la gran obra de arte del mundo que hizo Dios. Dios hizo lo grande, lo
esencial, toda la infraestructura y todo el armazón, y hasta dejó ya creado el
adorno. Pero le dio a su criatura el poder sobre la obra de sus manos…, la
inmensa dignidad de colocar las piezas,
y hasta de crear nuevas piezas con los elementos que Dios había dejado
sembradas en el universo.
José fue así el “artífice”
que supo hacer de su trabajo, gozo; de su sudor, perlas cultivadas para
enriquecer cada instante de su vida personal y familiar. No fue el “obrero” cansado y harto de su
trabajo, sino el hombre ilusionado con cada “nueva criatura” que podía poner sobre
la mesa de la creación de Dios.
Mientras hoy muchos obreros –cargados
de consignas prefabricadas- salgan por las calles, la Iglesia estará rezando
por todos esos padres y madres de familia que trabajan y necesitan un trabajo,
trabajo justo, trabajo digno, trabajo bien remunerado. La Iglesia estará del lado de San José, artífice de un mundo mejor, desde su
trabajo diario, responsable y gozoso.
Por otra parte, la primavera que
está explotando hoy en esas yemas cargadas de bellezas que encierran flores de
mil formas y colores, que deleitan nuestra vista, nos estará atrayendo la
mirada hacia MARÍA, flor de Mayo,
que encierra todos los colores y todas las más recónditas bellezas desde la
mínima flor silvestre hasta la petunia más hermosa. Por ello, se ha llamado a Mayo, mes de las flores, y
–por atracción de la mente- MAYO, MES DE MARÍA. Y por el simbolismo, “Venid y vamos todos CON FLORES A MARÍA…, QUE MADRE NUESTRA ES”. La pregunta que nos queda es: ¿Qué flor de mi vida de hoy ofrezco amorosamente
a mi Madre María?
A SAN JOSÉ
Porque
fue varón justo
Le
amó el Señor; le dio el ciento por uno
Su
labor.
El
alma mensajera
Del
sol de alegre brillo
Conoce
ese martillo
Que
suena en la madera.
La
mano carpintera
Madruga
a su quehacer,
Y hay
gracia de Dios en el taller.
Cabeza
de su casa
Del
que el Señor se fía;
Por
la carpintería,
la
gloria entera pasa.
Tu
mano se acompasa
Con
Dios en su labor
Y alargas
tú la mano del Señor.
Y
pues que el mundo entero
Te
mira y se pregunta,
Di
tú cómo se junta
Ser
santo y carpintero,
La
gracia y el afán,
Tener
propicio a Dios y escaso el pan.
En este día, hemos de sentirnos cercanos a esas personas que anhelan un trabajo digno, y aquellos que gracias a Dios disponemos de él, pues sentirnos "artífices" en el desarrollo del mismo. Que San José nos ayude como modelo de tantas virtudes en nuestro quehacer diario.
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