LITURGIA VIERNES 3º PASCUA
Primer Viernes
Hoy
hay que centrarse en el Evangelio con esa lapidaria frase de Jesús yo soy el CAMINO, Y LA VERDAD Y LA VIDA.
Consecuentemente nadie va al Padre sino por Mí.
Es evidente: si la VIDA es Dios y
viene de Dios, sólo a través de Cristo se puede ir a Dios.
Todo
lo que no vaya así, por Cristo Camino, será pura mentira. Porque una verdad a
medias es una mentira completa. EL CAMINO lo señala Cristo en su
PALABRA, con la que nos trasmite la vida de Dios. LA VERDAD COMPLETA ÚNICA sólo es Dios, y –por lo mismo- es la
VERDAD DE CRISTO. Y fuera de esa Verdad,
nada es verdad si se aparta de SU CAMINO.
El
EVANGELIO es precisamente la PALABRA
de DIOS…, y CRISTO ES LA PALABRA DEL PADRE.
No hay más CAMINO que el Evangelio. Y, como aquella inspiración de
Francisco de Asís: “Evangelio a la letra,
a la letra, a la letra…; sin glosa, sin glosa, sin glosa”.
Cristo
es EL CAMINO hacia LA VERDAD que da LA VIDA, pero camino que no expurga trozos
ni frases, sino que se toma entero y se traga entero. “Al paladar
sabe dulce, pero da ardor en el estómago”, dice el Apocalipsis. Gran
descripción de que entra en el terreno de la mentira y del engaño el que
pretende convertir el Evangelio en dulzuras y devociones.
DESARROLLAREMOS
AMPLIAMENTE ESTE TEMA en la oración ante el Santísimo, que tendremos en la
Iglesia del sagrado Corazón a las 7 de la tarde.
……….
MARÍA, MES DE LAS FLORES
La realidad ha
sido que en ese seguimiento del “Camino de Luz”, el intento de no ocupar más
espacio en el día a día del blog, no ha quedado expresamente dedicado a María
alguna particular referencia. Pero desde
el primer día llevo en el alma ese deseo de dedicarle algún protagonismo en
este espacio.
¿No
estuvo María en los mismos comienzos de nuestra toma de conciencia de
niños? ¿No fue María una pieza clave de
nuestra adolescencia? ¿No tuvimos la
suerte –los que somos maduros- de tener su IMAGEN especialmente venerada en
este Mes de “LAS FLORES”, que nos
entraba por los ojos en nuestras casas, en el Colegio, en las Capillas y
Templos? ¿No tenemos ligada alguna
imagen de María a momentos decisivos e importantes de nuestra vida?
Ahora
muchos hemos envejecido. Y no sólo en
edad. También en la ternura del
alma. Y María ya no parece ocupar ese
espacio substancial en la vida espiritual, en la educación de la persona, en el
recuerdo que se nos pone delante por un modo de culto particularmente acentuado
en este MES DE LAS FLORES…, de las “flores” a María, que Madre nuestra
es.
La
famosa poesía que acababa: “¿Somos los hombres de hoy, aquellos niños de
ayer?”
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